Guerra Israel-Palestina

Israel desafía a la ONU por las palabras de Guterres: "Ha llegado el momento de darles una lección"

Netanyahu dice estar preparando la ofensiva terrestre en Gaza, donde la cifra de muertes diarias no para de crecer

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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en su discurso del martes por la noche ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

BarcelonaLa indignación de Israel por las palabras del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en la última reunión del Consejo de Seguridad han tomado forma este miércoles en el terreno diplomático. Guterres denunció las "claras violaciones al derecho internacional humanitario" que está perpetrando Israel en Gaza a la vez que afirmó que el ataque de Hamás del 7 de octubre, que dejó a 1.400 israelíes muertos y más de 220 secuestrados, "no vino de la nada". Esta última afirmación fue la que ha hecho encender los ánimos en el gobierno israelí. Además de pedir su dimisión, el embajador de Israel en la ONU, Gilad Erdan, ha anunciado que el estado hebreo rechazará los visados ​​a los representantes de la ONU, empezando por el jefe de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths. "Ha llegado el momento de darles una lección", resumió.

Horas después, Guterres respondió en una comparecencia en la que se mostró "chocado por las tergiversaciones" respecto a sus palabras y donde remarcó que en su declaración "condenó inequívocamente" la acción del grupo islamista. "Ha parecido que estuviera justificando los actos de terror de Hamás. Esto es falso, fue lo contrario", ha subrayado. Y ha insistido: "Nada puede justificar asesinar, hacer daño y secuestrar deliberadamente a civiles o el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles. Efectivamente, hablé de los agravios del pueblo palestino, pero también dije que estos agravios no pueden justificar los terribles actos de Hamás ". El secretario general no se ha retractado de sus palabras, sino que ha querido "dejar las cosas claras sobre todo por respeto a las víctimas y sus familias".

Pero esto no ha provocado ningún cambio en la postura de Israel, y Erdan ha vuelto a pedir su dimisión. "Es una vergüenza para la ONU que el secretario general no se retracte de sus palabras y ni siquiera sea capaz de pedir perdón por lo que dijo ayer. Tiene que dimitir", ha dicho el embajador israelí.

Sobre el ataque de Hamás, el primer israelí, Benjamin Netanyahu, ha hecho referencia por primera vez a su responsabilidad: "Todo el mundo tendrá que responder, incluido yo mismo", ha dicho en una comparecencia televisada. También ha afirmado que Israel está preparando una invasión terrestre de Gaza, pero no ha dado ningún detalle sobre el horizonte temporal de la operación. Además, ha dicho que la decisión sobre el calendario la tomará conjuntamente el gabinete de guerra del gobierno, intentando alejar los rumores sobre una presión de Estados Unidos para retrasar la ofensiva, como han publicado varios medios estadounidenses.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Daniel Hagari, ha reiterado que la guerra "será larga, y para conseguir los objetivos hace falta resiliencia, confianza y paciencia". En un comunicado este miércoles por la noche, también justificó que el ejército sigue bombardeando la Franja para "mejorar" la situación de las tropas antes de la ofensiva terrestre. "Cada ataque aéreo mejora nuestra situación para los próximos pasos", aseveró.

El día más mortífero

Pero mientras Israel niega la entrada en el país al jefe humanitario de la ONU, el personal de este organismo dentro de Gaza ha hecho la enésima llamada de auxilio. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, la UNRWA –la que tiene mayor presencia en la zona– había alertado de que tenía reservas de combustible hasta la noche del miércoles y que debería detener o reducir "significativamente" sus operaciones en Gaza, donde la cifra de muertes diarias cada día es más alta. Según las autoridades locales, en las últimas 24 horas han muerto 756 palestinos –344 menores–, una cifra que aumenta el número total hasta los 6.546, de los que al menos 2.704 son criaturas.

Una excavadora trabajando en edificios destruidos tras los ataques aéreos israelíes en la ciudad de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza

El ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, declaró este miércoles el "colapso total" del sistema de salud de la Franja por la falta de combustible y los bombardeos de Israel. El gobierno ha indicado que las instituciones sanitarias han dejado de funcionar y que los hospitales que quedan abiertos no pueden seguir ofreciendo asistencia a los más de 7.000 enfermos y heridos que necesitan tratamiento urgente.

Según Naciones Unidas, más de un tercio de los hospitales de Gaza (12 de 35) ya han tenido que cerrar, aunque los medios palestinos lo elevan al menos a 15. La UNRWA mantiene abiertos 8 de sus 41 centros de salud y 93 unidades móviles, y sus albergues y escuelas acogen ya a más de 600.000 refugiados palestinos dentro de Gaza. El organismo alerta de que muchos de estos desplazados internos están durmiendo en la calle porque sus refugios están saturados: ya acogen a cuatro veces más personas de las que pueden alojar.

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