Israel corta la entrada de ayuda a Gaza y pone en peligro el alto el fuego

La primera fase del acuerdo de tregua ha expirado este domingo sin avances sobre los siguientes pasos

Palestinos de Gaza rompen el ayuno durante el mes sagrado del Ramadán entre los escombros en Rafah, este sábado.
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BarcelonaHace mes y medio que Israel y Hamás acordaron la tregua en la Franja de Gaza, aunque en todo momento ha pesado la preocupación de que se acabara rompiendo antes de conseguir una paz a largo plazo. Una de las fechas clave era el 1 de marzo, el día que expiraba la primera fase del acuerdo. A partir de este domingo debía iniciarse una nueva etapa para avanzar hacia un alto el fuego permanente. Los términos del pacto establecían que antes deberían haberse retirado todos los soldados israelíes del enclave palestino.

Pues bien, este domingo, al día siguiente de la primera fecha límite, se han confirmado los malos augurios. El ejército israelí sigue presente en la Franja y no hay avances en las negociaciones para el futuro inmediato del enclave. Israel ha exigido prolongar la primera fase durante un mes y medio más y, al no haber aceptado Hamás, ha contraatacado con la amenaza más potente que tiene a su alcance: ha ordenado detener toda entrada de ayuda humanitaria a una Franja devastada por 15 meses de guerra.

"No habrá comida gratis –ha sentenciado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu–. Si Hamás cree que será posible mantener el alto el fuego o disfrutar de las condiciones de la fase 1 sin que recibamos rehenes, está muy equivocado", ha añadido al inicio de una reunión de su gabinete este domingo.

Hamás ha considerado que la decisión de Tel-Aviv es un "chantaje barato" y un "golpe" al acuerdo, y ha instado a los mediadores (Qatar, Egipto y Estados Unidos) a obligar al país a poner fin a las medidas punitivas contra la Franja. El grupo islamista alertó de que esta decisión "complica las cosas y afecta al proceso de negociación", y avisó de que Israel "es responsable" del destino de los rehenes todavía retenidos en Gaza.

Israel ha acusado a Hamás de no aceptar el borrador del enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, para continuar las conversaciones. Tel-Aviv atribuye al enviado de Donald Trump una propuesta para extender la primera fase durante el mes del Ramadán y la Pascua judía (50 días en total) a cambio de la liberación de la mitad de los rehenes vivos y fallecidos que todavía están en Gaza. "Israel no aceptará un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes. Si Hamás mantiene su negativa, habrá mayores consecuencias", avisa la oficina de Netanyahu en un comunicado.

Durante la primera fase, han quedado en libertad 33 rehenes a cambio de 1.778 presos palestinos recluidos en prisiones israelíes. Según detalló el primer ministro en la reunión del gabinete, Hamás mantiene a 59 israelíes cautivos, de los que 24 están vivos y 35 muertos. Netanyahu también ha dicho estar "totalmente coordinado" con la administración de Donald Trump. Según el plan presentado por Witkoff, el primer día de implementación de la prórroga de la primera fase Hamás debería liberar a la mitad de los rehenes y, al final, si se llega a un acuerdo para la siguiente etapa, se devolverían el resto de secuestrados, todos de repente.

La decisión de cortar la entrada de mercancías en Gaza ha recibido la condena de varias organizaciones internacionales, como Médicos Sin Fronteras, que han remarcado que "la ayuda humanitaria nunca debería utilizarse como un arma de guerra".

El ejército israelí mató al menos a cuatro personas e hirió a 12 en varios lugares del enclave este domingo, según el ministerio de Sanidad de la Franja. Las fuerzas de defensa de Israel dijeron que, en uno de los ataques, en el norte, "eliminó" a sospechosos que estaban colocando un aparato explosivo cerca de los soldados desplegados en la zona.

Según Hamás, en cambio, las fuerzas israelíes han cometido 962 violaciones del alto el fuego durante las seis semanas de la primera fase. Según un informe del grupo islamista citado por Efe, los soldados israelíes han matado a 98 personas, han herido a 490 y han llevado a cabo 45 incursiones y 37 bombardeos.

"Las puertas del infierno"

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los más extremistas del gobierno de Netanyahu, ha aplaudido la decisión y ha dicho que "es un paso en la dirección correcta". Pidió que el país retome los combates "hasta obtener la victoria completa". "Ahora tenemos que abrir las puertas [del infierno] lo más rápido y letalmente posible contra el enemigo cruel", afirmó Smotrich, quien decidió seguir apoyando al gobierno de coalición pese a su rechazo al acuerdo de alto el fuego para mantener la presión para volver a la guerra contra Hamás. En cambio, otro de los socios ultras, Itamar Ben-Gvir, sí abandonó al ejecutivo. Este domingo, Ben-Gvir también ha pedido "abrir las puertas del infierno"; ambos han utilizado una expresión pronunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en campaña electoral.

Paralelamente, Estados Unidos ha anunciado la aprobación de un importante paquete de armas para Israel por valor de 4.000 millones de dólares. El secretario de Estado, Marco Rubio, informó en un comunicado, este sábado por la noche, que firmó una declaración para utilizar las autoridades de emergencia para acelerar la entrega de esta asistencia militar. Esta declaración de emergencia permite al departamento de Estado eludir la revisión de la venta por el Congreso. Con este nuevo paquete, la venta de armas a Israel por parte de la nueva administración de Trump asciende a casi hasta los 12.000 millones de dólares.

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