Bielorrusia

Putin recibe a Lukashenko en plena crisis por el caso Protasévich

El presidente bielorruso denuncia que Occidente quiere "desestabilizar" a su país

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El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukaixenko, y el de Rusia, Vladímir Putin, reunidos este viernes a Sotxi

BarcelonaEl presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha recibido este viernes a su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, en un encuentro que ha servido para escenificar el apoyo incondicional que Moscú ha ofrecido a Minsk en la crisis abierta por la detención del opositor Roman Protasévich y su pareja, Sofia Sapega, después de forzar el aterrizaje de emergencia del avión en el que viajaban.

Al inicio de la reunión, celebrada en la ciudad rusa de Sochi, Lukashenko ha explicado a Putin que le mostraría documentos referentes a este caso que llevaba en un maletín "para que entienda qué pasó". El mandatario bielorruso defiende que el avión de Ryanair fue desviado de su trayectoria después de que el aeropuerto de Minsk recibiera una amenaza de bomba (que resultó ser falsa) por correo electrónico. Según las autoridades del país, el mensaje llevaba la firma de Hamás (a pesar de que esta organización se ha desmarcado del suceso) y llegó desde Suiza. Una empresa informática del país helvético, Proton Technologies, afirmó el jueves que el correo se envió una vez el avión ya se había desviado de su ruta.

Lukashenko también ha lamentado ante Putin que, con las sanciones impuestas a raíz de este incidente, Occidente está intentando "desestabilizar" Bielorrusia "hasta los niveles de agosto del año pasado", cuando empezó una oleada de protestas antigubernamentales para denunciar fraude en las elecciones presidenciales. Además, el mandatario ha acusado a la Unión Europea de querer "castigar a la plantilla" de la compañía aérea bielorrusa Belavia, a la que se ha prohibido la entrada en el espacio aéreo europeo. "¡No tienen nada que ver con todo esto!", se ha quejado.

Putin, por su parte, ha vuelto a hacer referencia al episodio de 2013, cuando las autoridades austríacas, a petición de los Estados Unidos, obligaron a aterrizar al avión en el que volaba el presidente boliviano Evo Morales ante las sospechas (que se demostraron infundadas) de que ahí se escondía Edward Snowden, el ex agente de la CIA que sacó a la luz el programa secreto de espionaje de las comunicaciones de los EE.UU. "Hicieron salir al presidente del avión y no pasó nada: silencio", ha recordado Putin.

Mientras tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado este viernes un plan de ayudas a Bielorrusia por valor de 3.000 millones de euros en préstamos y subvenciones, pero ha advertido de que se mantendrá congelado hasta que el país empiece un proceso para democratizarse. "Cuando (y creemos que es una cuestión de cuándo, no de si) Bielorrusia inicie una transición democrática pacífica, la UE estará ahí para acompañarla".

Vuelos vetados por motivos técnicos

Por otro lado, este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha negado ninguna intencionalidad política en el veto a dos aviones de Air France y uno de Austrian Airlines que esta semana tenían que aterrizar en Moscú y a los que se les denegó la entrada en el espacio aéreo ruso después de que cambiaran el plan de vuelo para evitar sobrevolar Bielorrusia. Según él, la decisión se tomó por motivos técnicos: "Un avión no puede entrar en el espacio aéreo de un país por cualquier punto, y los aviones de las compañías que evitan Bielorrusia piden entrar por puntos diferentes y no consensuados". Peskov ha asegurado que, una vez resueltas estas cuestiones, las prohibiciones de entrada en su espacio aéreo no se tendrían que repetir. De hecho, este viernes el vuelo Viena-Moscú de Austrian Airlines sí ha recibido permiso para sobrevolar Rusia después de esquivar Bielorrusia.

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