Rusia dice que ya no queda nadie en Azovstal y declara la victoria total en Mariupol

El final definitivo del asedio a la ciudad lleva a las tropas rusas a volcarse en el Donbás, donde se han intensificado los ataques

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Los últimos soldados ucranianos de Mariúpol en un autobús después de rendirse a la planta de Azovstal

Barcelona"El territorio de la planta metalúrgica de Azovstal se ha liberado completamente", ha anunciado este sábado por la mañana el ministerio de Defensa ruso en un comunicado. Rusia, de este modo, ha dado definitivamente por acabado el asedio a Mariupol, a pesar de que ya la había dado por conquistada a finales de abril. Caído del todo el reducto de Azovstal, la ciudad se convierte en la victoria más importante del Kremlin en 87 días de guerra. Este lunes Ucrania ya dio por acabada la batalla pactando la evacuación de los últimos soldados que resistían en Azovstal, pero en los últimos días varias informaciones apuntaban que todavía quedaban algunos en el interior, y no ha sido hasta este sábado que Rusia ha anunciado que ya no queda ninguno. El balance, 2.439 soldados ucranianos que se han rendido en los últimos días, incluyendo un grupo final de unos 500. Estos soldados son trasladados hacia territorio ruso, y hará falta un intercambio de prisioneros con Ucrania para que dejen de ser rehenes.

Que Rusia dé por cerrado el capítulo de Mariupol le permite centrarse en el Donbás. Y el efecto ha sido inmediato. El gobernador de Lugansk, Serguéi Gaidai, ha afirmado que desde primera hora las fuerzas del Kremlin estaban intentando destruir la ciudad de Sievierodonetsk con combates en las afueras de la ciudad. Según Reuters, a pesar de perder terreno en Járkov, las tropas del Kremlin están consiguiendo avances al frente de Lugansk. Rusia también ha golpeado un paquete de armamento al oeste del país que Occidente había enviado a Ucrania, y las alarmas antiaéreas han resonado por buena parte del estado ucraniano, incluso en Kiev y Odesa, donde un misil ruso ha destruido un almacén de combustibles.

"Los intentos de atacar el Donbás continúan. Han dejado en ruinas Rubizhne y Vonokvakha", ha afirmado el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que ha añadido que los rusos estaban "intentando hacer lo mismo con Severodonetsk y muchas ciudades más". Ante esto, Zelenski ha sentenciado que la guerra solo puede acabar por medios "diplomáticos": "Será sangriento, habrá lucha, pero se acabará definitivamente por la diplomacia". Pero las conversaciones entre Rusia y Ucrania de momento están encalladas. Y la distensión tampoco llega con las potencias aliadas de Ucrania, puesto que este sábado, por ejemplo, el Kremlin ha prohibido la entrada al país al presidente de los EE.UU., Joe Biden; al secretario de Estado, Antony Blinken, y a 961 norteamericanos más.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha recibido la visita a Kiev del primer ministro portugués, António Costa, y han mantenido una reunión en la sede gubernamental ucraniana.
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