¿Ucrania está ganando la guerra?

Rusia fracasa también en el Donbás, donde las tropas ucranianas ya han ganado terreno desde Járkov hasta la frontera rusa

4 min
Veïns de Biskvitne, al este de Khàrkiv, cogen aluminio de los restos de un tanque ruso destruido.

BarcelonaDespués de la retirada de Kiev y de las localidades del norte de Ucrania, Rusia lo apostaba todo a la carta del Donbás. Pero en esta zona del este, las cosas tampoco están yendo nada bien para Moscú. Más bien al contrario. Los intensos bombardeos sobre Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, han devastado la ciudad, pero no han conseguido que caiga en manos rusas. Y, de hecho, en los últimos días, los defensores ucranianos de la ciudad han conseguido hacer retroceder el ejército ruso hasta el punto que, este mismo lunes, el ejército ucraniano había llegado ya -desde Járkov- a la frontera con Rusia, según ha informado el gobernador de la región.

Algo más al sur, en este mismo frente del Donbás, el ejército ruso sí que ha avanzado en los últimos días y ha capturado la pequeña ciudad de Izium. Pero se ha quedado encallada. Tanto es así que Rusia "probablemente ha abandonado ya el objetivo estratégico de rodear las tropas ucranianas" haciendo una pinza desde Izium hasta la ciudad de Donetsk, según el análisis que hacía este domingo por la noche el think tank norteamericano Institute for The Study of War (ISW).

Esta organización, que hace un seguimiento detallado de la guerra, cree que el ejército ruso ha desistido de este hito -uno de los principales objetivos militares que tenía la ofensiva al Donbás- para concentrar los esfuerzos en hacerse suya toda la región de Lugansk, más al este, porque parece un reto más factible. Así pues, según el ISW, después del "fracaso de varias operaciones ofensivas en Izium", Rusia priorizará ahora la batalla por Severodonetsk, en la región de Lugansk, cosa que "daría lugar a un cercamiento de tropas ucranianas menos profundo de lo que se esperaba inicialmente".

"Ucrania puede ganar la guerra", dice Stoltenberg

El mismo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se atrevió el domingo por la noche de afirmar que "Ucrania puede ganar la guerra". "No pudieron tomar Kiev, se están retirando de los alrededores de Járkov, su gran ofensiva en el Donbás se ha estancado. Rusia no está logrando sus objetivos estratégicos", dijo Stoltenberg. Una opinión que comparte el analista militar Pol Molas, presidente de la Sociedad de Estudios Militares (SEM) de Catalunya, que asegura que Ucrania "tiene muchas opciones", de hecho, de ganar la guerra. Una victoria que pasaría por hacer retroceder las tropas rusas hasta la línea de frente inicial en Donetsk y Lugansk y a la vez también hasta Crimea, cosa que supondría una clara victoria ucraniana y que a estas alturas resulta "un objetivo realista y alcanzable", dice Molas.

¿Cómo es posible? Para empezar, la retirada rusa del frente norte, en Kiev, ha permitido a Ucrania redirigir tropas hacia el frente del Donbás: de los 40.000 efectivos que tenía al inicio de la invasión en esta región se ha pasado a 120.000, según Molas. También hay el factor del espacio aéreo, donde Ucrania también se ha desarrollado mejor de lo que se esperaba. En el Donbás, los aviones ucranianos también han dejado en evidencia las fuerzas antiaéreas rusas. A todo ello se suman "todos los refuerzos y el material" que Ucrania está recibiendo de los aliados occidentales, dice el analista, y apunta también que, en esta zona, las posiciones defensivas ucranianas se han sido preparando desde el 2015 y están cobrando un peaje importante a las tropas rusas.

Según el ISW, de hecho, "las fuerzas rusas probablemente se han quedado sin reservistas preparados para el combate, lo que ha obligado al mando militar ruso a mezclar soldados de muchos tipos diferentes, incluidas empresas militares privadas y milicias apoderadas, en unidades aparentemente regulares del ejército e infantería naval". El ejército ucraniano asegura que unos 2.500 reservistas rusos se están entrenando en las regiones rusas cercanas a la frontera con Ucrania, con el objetivo final de sumarse a la ofensiva rusa. Pero el think tank norteamericano ve "poco probable que este número de reservistas genere suficiente fuerza para rehacer unidades rusas perdidas", que se elevan al 20% del total en algunas zonas.

El problema del nombre

El problema de Vladímir Putin es, sin embargo, que la invasión de Ucrania sigue siendo una "operación militar especial" y si no declara la "guerra" no puede llamar a la "movilización general", de forma que seguirá teniendo problemas de efectivos, apunta Molas. Pero el presidente ruso todavía se resiste a hacer este paso porque "una movilización general podría generarle un problema interno", dice Molas, como por ejemplo una revuelta civil.

Mientras tanto, en Mariupol, el ejército ruso continúa lanzando ataques de artillería, aéreos y navales sobre la planta metalúrgica de Azovstal, pero los soldados ucranianos que la defienden mantienen todavía sus posiciones. En todo el sur de Ucrania, en las zonas bajo control ruso, los soldados del Kremlin "están fortificando los asentamientos que han ocupado, lo que indica que el objetivo ruso es el control permanente de la zona", añade el ISW. Aun así, según Molas, las fuerzas ucranianas no tendrían difícil recuperar terreno en este frente, "que es mucho más volátil", y hacer retroceder a Rusia de nuevo hasta Crimea.

stats