Rusia encuentra un refugio internacional en la alianza con China, Brasil, India y Suráfrica
En la apertura del BRICS, el foro de los emergentes, Xi Jinping acusa a Occidente de hacer de la economía global un arma contra el Kremlin
PekínEl presidente chino, Xi Jinping, ha querido marcar el tono de la apertura de la reunión de los BRICS –las economías emergentes: Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica– que tiene lugar este jueves y viernes, con un discurso en el que ha criticado las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia. Xi ha advertido que convertían la economía global en un arma: "Las sanciones son bumeranes y espadas de doble corte que politizan e instrumentalizan la economía mundial y la convierten en un arma". El mandatario chino, anfitrión virtual del encuentro, ha defendido la eliminación de barreras para consolidar la globalización y ha pedido esfuerzos para mejorar la gobernanza mundial dando “voz y representación a los mercados emergentes y a los países en desarrollo”.
La reunión anual de los BRICS ha dado la oportunidad al presidente ruso, Vladímir Putin, de romper su aislamiento internacional y participar en un foro global para mostrar que todavía le quedan aliados que no han condenado explícitamente la invasión de Ucrania. El mandatario ruso ha pedido a sus socios de alianza que cooperen ante lo que ha calificado de “acciones egoístas” de Occidente.
Además, Putin ha pedido liderazgo a las naciones BRICS para crear un "sistema multipolar de relaciones interestatales". También, en cuanto a que Rusia necesita acuerdos económicos que lo ayuden a superar las sanciones de Occidente, ha destacado que el comercio con los cuatro socios de alianza ha aumentado el 38% los tres primeros meses del año.
Por su parte, en sus intervenciones iniciales, los otros tres líderes, Jair Bolsonaro (Brasil), Narendra Modi (India) y Cyril Ramaphosa (Suráfrica), no han hablado explícitamente de la invasión de Ucrania ni de las sanciones, pero sí que han pedido que se busque una solución dialogada en el conflicto.
El encuentro virtual entre Bolsonaro, Putin, Modi, Xi Jinping y Cyril Ramaphosa pone el foco en la economía y la cooperación con los países en desarrollo. Entre los temas para debatir a lo largo de las dos jornadas está la colaboración para buscar una respuesta unificada en la pandemia, el desarrollo de un nuevo programa espacial conjunto y el reforzamiento de la cadena de suministros. China ha propuesto crear un acuerdo de libre comercio entre las cinco economías, mientras que Rusia ha pedido el establecimiento de una moneda de reserva internacional que pueda sustituir el dólar y el euro.
Creada en 2009, la alianza BRICS reunía a las economías emergentes que podían cambiar el rumbo de la economía mundial en un momento que la globalización impulsaba el crecimiento. Los cinco países suman una población de más de 3.200 millones y el PIB supera los 23 billones de dólares, cifra que representa una cuarta parte del total mundial. Atraen el 25% de las inversiones directas y representan el 20% del comercio global.
Diferencias internas
Respecto al momento de su constitución, el escenario ha cambiado. La crisis provocada por la pandemia de covid y las sanciones en Rusia por la invasión de Ucrania han desestabilizado la economía mundial. Las cadenas de suministro se han interrumpido, la energía ha subido de precio, la inflación se ha disparado y puede haber una grave crisis alimentaria de alcance global y que ya afecta a África.
Pero, antes de esto, países como Brasil o Suráfrica ya habían vivido su propia crisis económica y China ha visto frenado el crecimiento. Y la guerra podría llevar a Rusia a ser un estado fallido o sufrir una gran recesión.
Tampoco se puede obviar que los intereses nacionales de cada uno de los miembros generan fricciones. China e India compiten económicamente e incluso han mantenido enfrentamientos militares en la frontera del Himalaya. El primer ministro indio, Narendra Modi, defiende la política de no alineación y hace equilibrios entre sus buenas relaciones con Estados Unidos y sus socios asiáticos. No ha dudado en participar en la alianza Quad (Australia, India, Japón y Estados Unidos), una iniciativa que China ha calificado de “OTAN de Asia”, diseñada para contener su influencia en el Indo-Pacífico.
Este es el tercer año que la reunión se celebra virtualmente. Los dos años anteriores la pandemia justificaba que no fuera presencial, pero ahora que en todo el mundo se está recuperando la actividad normal, muestra el aislamiento de China aferrada a la política "covid cero", emperrada en no abrir sus fronteras.