Alarma en Kiiv por la suspensión del envío de armas de Estados Unidos
Ucrania resiste la ofensiva de Putin, que se atasca en el norte pero avanza al este
MoscúInquietud en Ucrania después de que Estados Unidos haya anunciado que interrumpe algunos envíos de armas previstos. El gobierno de Volodímir Zelenski teme que esta decisión espolee a Vladímir Putin a intensificar los ataques contra Kiiv. "Cualquier retraso en el apoyo a las capacidades defensivas de Ucrania sólo animaría al agresor a continuar la guerra y el terror, en lugar de buscar la paz", ha advertido el ministerio de Exteriores ucraniano. La Casa Blanca justifica este movimiento por la preocupación de que los arsenales militares estadounidenses estén cayendo a niveles demasiado bajos.
El ministerio de Defensa ucraniano se ha mostrado sorprendido por la situación y ha pedido explicaciones al Pentágono. Según la cadena NBC, las entregas que se están aplazando podrían incluir misiles antiaéreos Patriot, municiones y lanzagranadas. Esto, en un momento en que el ejército ucraniano tiene cada vez más problemas para repeler la lluvia diaria de misiles y drones rusos. Desde el Kremlin, de hecho, han recibido la noticia con satisfacción. Su portavoz, Dmitri Peskov, cree que "cuanto menos armamento se suministre a Ucrania más se acercará el fin de la operación militar especial".
Sin embargo, no es esperable un gran golpe de efecto que dé la vuelta al equilibrio de fuerzas en el frente de Ucrania a corto plazo. Los últimos informes de los analistas militares coinciden en que la ofensiva del ejército ruso de este verano, con la que Putin confiaba plantarse en la mesa de negociaciones con las mejores cartas posibles, se ha aguado en las últimas semanas. Ahora bien, mientras en el noreste, en la región ucraniana de Sumi, las tropas de Zelenski han frenado a los soldados rusos, en el este, en Donetsk y Dnipropetrovsk, las tropas de Moscú avanzan de forma sustancial y, además, dan por controlado el 100% de Luhansk.
Desde que logró expulsar a los soldados de Kiiv de la región rusa de Kursk, a finales de abril, el Kremlin ha acumulado cerca de 50.000 hombres en la zona fronteriza ucraniana de Sumi. El objetivo, alejar la artillería enemiga del territorio ruso y obligar a Zelenski a concentrar más recursos. Rusia intensificó los ataques contra esta región durante la primavera, pero la ofensiva parece haber llegado a un punto muerto, hasta el extremo de que, en los últimos días, el comandante jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, pudo afirmar que la línea de contacto se había estabilizado.
Las tropas rusas se encuentran a una veintena de kilómetros de la ciudad de Sumi y superan numéricamente a las ucranianas en una proporción de tres a uno, pero la reciente incorporación de unidades de élite de Kiiv les ha permitido incluso recuperar terreno. Según fuentes del ejército ucraniano citadas por elWall Street Journal, Moscú es capaz de soportar unas 300 o 400 bajas diarias y, sin embargo, continuar supliéndolas con nuevos reservistas.
tropas de Moscú avanzaron cerca de 140 kilómetros cuadrados en este territorio, más que en cualquier otro. Los expertos militares advierten que "la defensa [ucraniana] sigue desmoronándose rápidamente y el enemigo está haciendo progresos significativos".Agentstvoque "casi no hay otras zonas donde la situación sea tan crítica".
El enclave clave de Pokrovsk
El ejército ruso lleva meses intentando capturar la ciudad de Pokrovsk, un enclave vital de Donetsk porque conecta el frente con el oeste, hacia Dnipró y Kiiv, y es clave para el transporte de tropas, la evacuación de heridos y el suministro de armas. Según el ejército ucraniano, Rusia asedia la ciudad (antes de la guerra de unos 60.000 habitantes) con más de 110.000 soldados. La pérdida de esta localidad supondría un duro golpe para Zelenski, ya que allanaría el camino a las tropas del Kremlin hacia los últimos bastiones ucranianos de Donetsk: Sloviansk y Kramatorsk.
En este esfuerzo, la estrategia de Moscú pasa ahora por penetrar en una región que limita al oeste con Donetsk, Dnipropetrovsk. DeepState confirmaba este lunes lo que el ejército ruso lleva semanas proclamando, que está progresando dentro de este territorio por primera vez desde que comenzó la guerra. Sin embargo, según los analistas, se trata todavía de una "zona gris", es decir, en disputa. Si se mantiene el avance ruso, Mijailov advierte que las líneas de suministro de las unidades ucranianas se verán afectadas en dirección a Pokrovsk.
También este lunes el líder de la autodenominada República Popular de Luhansk, Leonid Paséchnik, anunció el control total de la región por parte de las tropas de Moscú. Ahora bien, ni el Kremlin se ha colgado la medalla, ni Kiiv lo ha admitido, ni han informado a los analistas militares. Putin llevaba meses asegurando que sus soldados dominaban el 99% de esta zona del Donbás y, de confirmarse, su conquista definitiva habrá tardado más de lo que él preveía. De hecho, hace tres años, en julio del 2022, Rusia ya dio por totalmente ocupado a Luhansk y, semanas después, Ucrania reconquistó una parte.
Dudas sobre la capacidad rusa
Sea como fuere, otros expertos militares sacan hierro a la ofensiva rusa. "Solo es la continuación de lo que han estado haciendo en primavera", explica en el Telegraph Angelica Evans, especialista del Instituto para el Estudio de la Guerra. "Desde los primeros meses de la guerra no han demostrado realmente que puedan avanzar tan rápida y generalizadamente como necesitarían para conquistar estas ciudades", añade.
Incluso los sectores más radicales del nacionalismo ruso llevaban días augurando unos resultados discretos a la ofensiva del Kremlin. Desde la cárcel, el coronel Ígor Guírkin, condenado por sus críticas a Putin, escribía el 19 de junio que el adelanto sobre Sumi quedaría "atascado en las siguientes dos o tres semanas" e iría "al mismo ritmo de caracol que en el Donbás". Según el militar, solo existen dos opciones: llegar en otoño "con las mismas posiciones o con posiciones empeoradas".