Ucrania declara "día de la unidad" el 16 de febrero, fecha de la supuesta invasión rusa
Putin escenifica voluntad de diálogo y ordena a su ministro que continúe negociando
BarcelonaDespués de días criticando a Estados Unidos por su "alarmismo", el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha querido responder a las informaciones que aseguran que el ataque de las tropas rusas a su país es inminente con un movimiento del todo inesperado: ha declarado el 16 de febrero, la fecha del supuesto ataque ruso, como "el día de la unidad de los ucranianos". La fecha con la que presuntamente trabajan los servicios de inteligencia de Estados Unidos es este miércoles, el mismo día que hay convocada una cumbre de la OTAN. Zelenski, que siempre ha puesto en entredicho la imminencia de la invasión, ha aprobado este lunes un decreto para bautizar oficialmente este día como el de la unidad y ordenar que ondee la bandera del país en todos los edificios oficiales y que se interprete el himno nacional a las 10 de la mañana.
"Nos dicen que el 16 de febrero será el día del ataque. Lo convertiremos en el día de la unidad –ha dicho en un discurso televisado–. Nos intentan asustar con una nueva fecha del inicio de una acción militar". Su gobierno hace tiempo que critica la histeria y el alarmismo que llega desde Occidente. Solo unas horas antes, este lunes, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa del país, Oleksiy Danilov, había reiterado que no ven señales de una inminente invasión rusa esta semana: "Actualmente no vemos que pueda tener lugar una invasión a gran escala de la Federación Rusa los días 16 o 17. No lo vemos", había dicho a los medios de comunicación.
Muchos medios han interpretado después las palabras de Zelenski como un cambio de opinión, pero un portavoz ha salido enseguida a aclarar que el presidente estaba siendo "irónico". “Queremos la paz y queremos resolver todas las cuestiones a través de la negociación", añadía el presidente ucraniano, que por la mañana se había reunido con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Pese a esto, otros hablaban todavía de un ataque ruso inminente, como el primer ministro británico, Boris Johnson, que decía que la situación es "al borde del precipicio", o el ministerio de Asuntos exteriores francés, que ha dicho que "todos los elementos están preparados para una gran ofensiva rusa contra Ucrania". Unas declaraciones que contrastan con la confianza que exhibió el presidente francés, Emmanuel Macron, este mismo sábado después de hablar por teléfono con Putin, cuando dijo que el líder ruso le había asegurado que no tenía intención de atacar. Y en una conversación telefónica este mismo lunes por la tarde, tanto Johnson como Joe Biden quisieron insistir que "todavía hay margen para el diálogo" y no lo dan todo por perdido.
Al mismo tiempo, sin embargo, Estados Unidos anunciaba también este lunes que trasladan totalmente su embajada de Kiev a la ciudad de Lviv, cerca de la frontera con Polonia. Washington ya había trasladado la mayor parte de su personal todavía operativo hasta esta localidad, pero ahora cierra totalmente la legación de Kiev. El movimiento responde a "una aceleración dramática" en la acumulación de tropas rusas en la frontera de Ucrania, según decía el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que volvió a urgir todos los ciudadanos norteamericanos a salir de Ucrania cuanto antes mejor.
Putin apuesta por la negociación, delante las cámaras
En la otra cara de la moneda, Moscú escenificaba una voluntad de diálogo que no parece convencer a nadie. Con una puesta en escena singular, sentados a tres metros de distancia en una larga mesa de trabajo rectangular, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, han interpretado este lunes ante los medios una conversación que da a entender que apuestan por el diálogo y la diplomacia. "¿Hay opciones para llegar a un acuerdo que dé respuesta a las preocupaciones de seguridad de Rusia o solo nos están arrastrando hacia un proceso de negociación tortuoso?", ha preguntado Putin a su cabeza de la diplomacia. Y este ha contestado: "Ya hemos advertido más de una vez que no permitiremos unas negociaciones interminables sobre temas que requieren una solución hoy. Pero creo que nuestras posibilidades todavía no se han agotado".
El ministro ha recomendado continuar la vía de las conversaciones diplomáticas, y su superior le ha ordenado que así lo haga, en una conversación que parecía totalmente coreografiada para las cámaras de televisión. Después de varios días de intensa alarma generada por las advertencias de Estados Unidos, el jefe del Kremlin ha escenificado así su supuesta voluntad de seguir negociando y, por lo tanto, de no atacar hoy por hoy. De hecho, el jefe de la diplomacia rusa ha explicado también que tiene redactada ya una carta de diez páginas a la respuesta escrita que Estados Unidos dio a sus demandas, entre las cuales destacaba la prohibición del ingreso de Ucrania a la OTAN. Tanto Washington como la misma OTAN rechazaron por escrito y de manera tajante esta demanda, y ahora Rusia les enviará también por escrito su contestación. "La primera parte de la respuesta norteamericana no nos satisface. La segunda parte en cierto modo tiene carácter constructivo, contiene medidas bastante concretas", ha explicado Lavrov.
Putin se reunió también, y también de manera televisada, con su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, que le informó sobre cómo avanzan los entrenamientos militares que su ejército está llevando a cabo tanto en el mar Negro, al sur de Ucrania, como en Bielorrusia, pero también en el mar Báltico, en el Mar de Barents y en el Pacífico.
Votación en la Duma el martes
Las conversacciones han eclipsado, de hecho, el debate que ha tenido lugar justo después en el Parlamento estatal ruso, la Duma, en el que se debatía el proyecto de ley presentado por el Partido Comunista ruso que pide reconocer como estados independientes Donetsk y Lugansk, las autoproclamadas repúblicas populares del este de Ucrania, mayoritariamente prorrusas. Sin embargo, el partido de Putin, Rusia Unida, ha presentado un borrador de propuesta alternativa. Los dos textos se votarán mañana martes.
La primera propuesta pide directamente a Putin que reconozca estas dos regiones como estados independientes, mientras que la segunda –promocionada por el partido de Putin– pide que antes de hacer este paso lo revisen bien el ministerio de Lavrov y otras agencias gubernamentales. De hecho, un reconocimiento de la independencia de estas dos regiones contradiría lo que Moscú firmó dentro de los acuerdos de Minsk, donde aceptó que Donetsk y Lugansk reciban una mayor autonomía dentro del marco del estado ucraniano.