Scholz garantiza “solidaridad y apoyo” a Ucrania en su viaje a Kiev

El canciller alemán, que exige "una desescalada", visita mañana Moscú

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Olaf Scholz y Volodímir Zelenski durante la rueda de prensa conjunta de este lunes.

Dortmund (Alemania)Primero Kiev, después Moscú. El mensaje del canciller alemán, Olaf Scholz, en el intento de encontrar a última hora un camino que permita esquivar la guerra en Europa está claro. Este lunes ha visitado al socio amenazado, Ucrania, y al día siguiente martes viaja a verse con el supuesto amenazante, en Moscú. En los dos casos, ha avanzado el líder del gobierno de Berlín, se trata de “sondear cómo se puede asegurar la paz en Europa”.

Justo antes de volar hacia Kiev, Scholz ha garantizado “solidaridad y apoyo continuos” a Ucrania en el conflicto con Rusia. A su vez ha expresado que espera del Kremlin “señales urgentes de desescalada”. “Otra agresión militar tendría consecuencias muy graves para Rusia. En esto estoy del todo unido con nuestros aliados. Vivimos una amenaza muy, muy grave para la paz en Europa”, ha dicho el canciller alemán a través de las redes sociales. "Estrechamente junto a Ucrania", ha dicho Scholz sobre en qué posición está Alemania en medio de esta crisis.

La visita de Scholz al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llega después de un fin de semana de intensos contactos diplomáticos telefónicos entre Washington, Moscú y Kiev. Un fin de semana en el que la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, después de haber visitado la zona de conflicto del Donbass, ha instado a sus compatriotas a abandonar de manera urgente Ucrania. La misma recomendación de salir del territorio ucraniano lo han hecho otros países occidentales.

El gobierno de Zelenski, sin embargo, espera mucho de Alemania. Espera un “turbo económico made in Germany”, como se ha definido desde la televisión pública ARD. “Esperamos que el nuevo canciller alemán venga con un nuevo paquete de ayuda económica para Ucrania. Entendemos que será un proyecto de cantidades de miles de millones para los próximos años”, ha confirmado en las últimas horas el embajador ucraniano en Berlín, Andriy Melnyk. Dicho y hecho, Ucrania recibirá 150 millones de euros como nuevo crédito financiero.

El gobierno de Scholz cifra en 1.830 millones de euros el apoyo directo de Alemania a Ucrania desde la ocupación rusa en Crimea en 2014. Desde entonces, la UE ha añadido 3.600 millones de euros más de ayuda alemana.

Restaurar el abastecimiento de agua, reconstruir escuelas y guarderías, edificar nuevas viviendas como solución transitoria en el este del país, impulsar reformas administrativas, avanzar en la eficiencia energética –por ejemplo, en hidrógeno– son algunos de los proyectos que el ministerio alemán de Desarrollo cita en su aportación a Ucrania.

Abastecimiento de armas

Berlín es consciente de que ya con las maniobras militares que está llevando a cabo en la frontera Rusia está perjudicando enormemente a Ucrania. El país no se puede prácticamente financiar en los mercados, la divisa ucraniana está bajo presión, inversiones directas desde el extranjero quedan aplazadas o suspensas. El clima de incertidumbre es persistente. Por eso Alemania quiere aportar aquí su apoyo financiero.

Pero en ningún caso Berlín quiere asegurar el abastecimiento de armas, como reclama con insistencia el ejecutivo de Zelenski. La última petición expresada públicamente ha sido de 12.000 misiles de defensa antitanques. Por razones históricas y por el acuerdo de coalición que firmaron socialdemócratas, verdes y liberales en la configuración del nuevo ejecutivo de Berlín, sin embargo, el envío de armamento letal procedente de Alemania está descartado en cualquier zona de conflicto. 

El gobierno de Scholz rehusa enviar armas pesadas en Ucrania, pero se habría comprometido, con todo, a estudiar una lista de deseos sobre formación y material militar no letal que Ucrania le ha hecho llegar. Aquí figurarían sistemas electrónicos de orientación, equipaciones antiminas, equipos de protección, estaciones radares, aparatos digitales de radio o instrumentos de visión nocturna. 

El polémico gasoducto

Otro tema delicado que acompaña a Scholz en su visita en Kiev es el nuevo gasoducto entre Rusia y Alemania –todavía no en funcionamiento–, cuyo nombre (Nord Stream 2) el canciller procura no pronunciar desde hace semanas. Ucrania está totalmente en contra de este proyecto que no pasa por sus fronteras. Alemania prevé, aunque no de manera del todo abierta, parar cualquier actividad del gasoducto en caso de que Rusia invada de nuevo territorio ucraniano.

En vísperas que Scholz visite Moscú, Kiev pide que el gobierno de Berlín bloquee los bienes que los oligarcas rusos puedan tener en Alemania. El canciller quiere mantener este martes ante el presidente Vladímir Putin su doble estrategia. Por un lado, la amenaza de graves consecuencias económicas en caso de una invasión en Ucrania; de la otra, disposición al diálogo para favorecer una desescalada del conflicto. 

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