El regreso de los talibanes

La UE acuerda reforzar las fronteras ante la llegada de refugiados afganos

Los Veintisiete priorizan pagar a los países de la región para evitar la "migración ilegal descontrolada"

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La comisaria de Interior, Ylva Johansson, con el ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska

Bruselas"No tienen que venir a Europa, se tienen que quedar en la región". Son declaraciones de los ministros de Interior y de Justicia de Austria, Dinamarca y la República Checa que ilustran el frente más duro que hay dentro de la Unión Europea ante la potencial llegada de miles de refugiados desde Afganistán. Y esta es el ala que se ha impuesto en la reunión de ministros del ramo celebrada expresamente para abordar la cuestión este martes en Bruselas. El fantasma de la crisis humanitaria de 2015 después de la guerra de Siria está vivo y la UE ha priorizado "evitar los movimientos recurrentes de migración ilegal descontrolada a gran escala que afrontamos hace tiempo" con el refuerzo de las fronteras y más dinero para los países de tránsito en vez de fijar cuotas de acogida obligatorias.

Europa apuesta, pues, por cerrar las puertas y abrir la caja de los fondos europeos, siguiendo el ejemplo de lo que ya ha hecho con Turquía, a quien ha pagado hasta 6.000 millones de euros desde 2016 para que contenga hasta 4 millones de refugiados provenientes de Siria. Así, tal como consta en el comunicado, los Veintisiete han pactado "intensificar su apoyo a los países vecinos y de tránsito que acogen a un gran número de migrantes y refugiados para reforzar su capacidad de darles protección". Y a continuación el texto añade: "La UE también cooperará con estos países para prevenir la migración ilegal desde la región, reforzar la gestión de fronteras y la capacidad de prevenir el tráfico de personas humanas". Hasta ahora, sin embargo, no se han dado cifras oficiales de los fondos que la UE estaría dispuesta a destinar a estos conceptos.

La falta de una política común de asilo

El acento está puesto en la protección de las fronteras y la externalización del problema a los países vecinos de Afganistán, y no en la acogida, que se reduce a una sola línea de todo el texto en lo que se describe como un mecanismo "voluntario" priorizando a los colectivos vulnerables como las mujeres y los niños. La política de migración y asilo es una piedra en el zapato de una Unión Europea fuertemente dividida entre los países de entrada y tránsito como Grecia, España o Italia, que reclaman solidaridad y cuotas de reparto obligatorio, y los países del este y norte de Europa, como Dinamarca, Hungría, la República Checa o Austria, que se niegan de manera rotunda. El contexto electoral en Francia y Alemania, además, neutraliza el tradicional solucionador de los grandes pactos europeos en un debate espinoso tanto en Berlín como en París.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha reivindicado justamente la necesidad de desencallar el pacto migratorio y de asilo de acuerdo con la propuesta que Bruselas ya hizo y que evita fijar cuotas de acogida obligatorias. "Evros, Ceuta, Lituania, ahora Afganistán, todo ello nos indica que es el momento político para lograr un acuerdo en el pacto migratorio", ha dicho Schinas, que también ha insistido en la necesidad de intensificar desde Europa las ayudas "más cerca de donde está el problema".

La reunión de ministros de Justicia e Interior no ha sido fácil. Algunos gobiernos como el de Luxemburgo y también el español han intentado suavizar el lenguaje, por ejemplo usando el término "migración irregular" en vez de "ilegal", pero el texto final acaba mencionando la necesidad de prevenir y luchar contra la "migración ilegal" hasta cinco veces. También se pone énfasis en la lucha contra el terrorismo. "Se tienen que hacer todos los esfuerzos para asegurar que el régimen talibán frena todos los vínculos con el terrorismo internacional y que Afganistán no se convierte de nuevo en un refugio para terroristas y grupos de crimen organizado", asegura el texto.

"Si Canadá, el Reino Unido o los Estados Unidos toman compromisos firmes, Europa no puede mantenerse dividida. Tenemos la obligación moral de ayudar a aquellos que defienden nuestros valores. No los podemos abandonar", ha criticado el ministro luxemburgués, Jean Asselborn. Canadá y el Reino Unido ya han asegurado que pueden acoger a hasta 20.000 personas. Por su parte, la comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha dicho que las cifras de cuántos refugiados puede acoger la UE se pondrán encima de la mesa más adelante en el foro internacional con Canadá y los Estados Unidos, y ha insistido en que se tiene que garantizar protección internacional a los afganos que la necesiten, pero dejando claro que alrededor de Afganistán hay "muchos países seguros" que pueden asumir esta protección sin que los refugiados lleguen necesariamente a las fronteras de la UE.

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