Fèlix Larrosa: “No es cierto que la ciudad no se limpie, es que no prestamos atención a lo que hacemos en el espacio público”

LleidaLérida es una ciudad socialista. Al menos lo demuestran las más de cuatro décadas de gobierno del PSC en la Paeria con alcaldes como Antoni Siurana, Àngel Ros y, desde las últimas elecciones, Fèlix Larrosa. Repasamos con él la primera mitad de una legislatura en la que ha gobernado plácidamente con la ayuda de los apoyos de Junts.

Hace dos años, el PSC recuperó la alcaldía de Lleida. ¿Qué supuso esto?

La Paeria es un barco enorme. Porque no sólo existe esta institución, sino todos los satélites que la rodean, como la Feria, Mercolleida, el Parque Científico, la Lonja, el Patronato de Turismo… Cuando asumimos el gobierno, lo hicimos para reivindicar la ciudad de las oportunidades, la ciudad saludable, la ciudad con mirada de mujer, la ciudad del

La oposición critica que vivan de renta, de los proyectos aprobados en el anterior mandato.

Asumir un gobierno municipal supone también dar continuidad a proyectos que venían de la inercia de la anterior situación política, como son todos los proyectos vinculados a los Next Generation. Esto ocurre muy desapercibido, pero obliga a una gestión con plazos muy precisos que generan estrés en nuestro aterrizaje.

Entendido esto, ¿qué ha hecho el nuevo gobierno?

Han pasado quince meses desde que presentamos nuestro Plan de Acción Municipal y llevamos ya más de un 60% de ejecución. Además, ofrecemos a la ciudadanía realizar un seguimiento para que nos fiscalicen. Nos autofiscalizamos.

Hábleme de proyectos en concreto.

Hemos cambiado el contrato de jardinería, con nuevos gestores y un volumen de cinco millones de euros (dos más que hasta ahora) para mantener nuestras zonas verdes. La ciudad se ha hecho mayor y, por tanto, debemos gestionarla de otra manera.

Como la limpieza, un aspecto criticado de forma constante por la derecha…

La ciudad no es que esté más sucia porque no se limpia, sino porque no prestamos atención a lo que hacemos en el espacio público.

Esta insinuación me parece peligrosa, al menos a nivel político…

Peligroso no. Tengo pruebas cada mañana, cuando salgo a la calle. Las botellas que veo en el suelo no son fruto de la casualidad, porque por la mañana, antes de que pase el personal de limpieza, están ahí y, al mediodía, ya no.

¿Y esto nos lleva al Pacto por el Civismo?

Exacto. Pero recuerdo: nosotros hemos sacado adelante un contrato de limpieza de 300 millones de euros. Cuando entramos en el gobierno, lo más caliente estaba en el fregadero.

La inseguridad con la limpieza es otro aspecto muy criticado por la derecha.

Matiz, la derecha y la ultraderecha.

De acuerdo.

Hemos puesto en marcha un sistema de provisión de empleo que hace que en estos momentos tengamos un cuerpo policial de casi 250 agentes. Aparte, tenemos nuevos centros operativos en el centro histórico y una brigada de proximidad, además de las nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad. En esto último, somos un referente.

¿Cómo tenemos el barrio de Mariola?

Durante cuatro años, en Mariola no se ha hecho nada y nosotros, lo primero que hemos hecho, es poner en marcha un centro operativo. Pero lo más importante es el Plan de Barrios Vivos que quiere generar conciencia de barrio, de trabajar con los vecinos en la diversidad y la corresponsabilidad. Tenemos un plan de mejora urbana muy centrado en los blogs de Mariola, que es una de las fuentes de los conflictos. Queremos avanzar en la regeneración social.

¿Pero no hay temor a que Mariola se convierta en un polvorín, después del último incidente con los Mossos?

Allí se produjeron unos hechos que lamentamos, pero evidentemente se ha hecho demasiado ruido. No recrimino a los medios de comunicación, sino que se hable tanto de la anécdota. A Mariola no ocurre cada día lo que pasó. Y cuando lo analizamos con los agentes del Centro Operativo de Mariola y con los servicios sociales de proximidad nos hablan de pobreza, de diversidad, de educación y de empleo.

Lo mismo ocurre con el centro histórico?

Después de dos años de mandato, tenemos un plan. Lo importante es que un gobierno tenga un plan, un plan trabajado, con el acompañamiento de expertos, que avance en la dimensión social, y las operaciones en marcha. Ya estamos en fase de empezar a construir un edificio para jóvenes. Se está trabajando en proyectos de economía social en el Mercat del Pla. Va acompañado de 32 operaciones de resurgimiento del centro histórico. El plan integral del centro histórico no tiene freno.

Habla como si nadie hubiera puesto la lupa…

¿Quién ha hablado con los propietarios del Principal en los últimos años? El alcalde Larrosa. ¿Quién ha hablado con los propietarios de los Mercedarios en los últimos años? El alcalde Larrosa. ¿Quién se ha peleado con Adif para impulsar el plan de la estación? El alcalde Larrosa.

¿Y en los demás barrios?

Hemos presentado candidatura para implantar la agenda urbana en la primera corona. Esto afecta a otros siete barrios de la ciudad.

Este verano continuaremos viendo a los temporeros en los pabellones feriales. El actual gobierno canceló el proyecto del albergue que había ideado el anterior alcalde.

Un plan de inclusión que cuesta trece millones de euros.

¿Me lo puede contar?

El modelo de inclusión contempla actuaciones a lo largo de toda la ciudad, porque Lleida debe ser una ciudad de acogida, que dé dignidad a las personas. No queremos una caja de zapatos donde meterlo todo, como un revoltijo. Aparte de construir el primer centro de atención a los temporeros (habrá unos cuantos), nos mojamos con programas de inmigración, regularización y cobertura temporal de trabajo, equipamientos para atender a las personas sin hogar o las víctimas de acoso y maltratos. Son todos los colectivos vulnerables detectados y que hasta ahora no han tenido la sensación de inclusión.

Un plan ambicioso.

Ya dijimos que lo ejecutaríamos en siete años. No se realiza en un día. Llevamos meses trabajando. Los hubs y los espacios que incorporan el modelo de inclusión son espacios que aunan a gente mayor, gente joven, personas sin techo, personas con un alto índice de vulnerabilidad, personas que necesitan atenciones especiales, son espacios de cocreación, espacios de convivencia de diferentes perfiles para que puedan interactuar, que puedan ayudarse unos a otros.

Estos días se vende el plan urbanístico de Lleida como plan para el crecimiento. Económico, urbanístico, industrial… y comercial. ¿La futura zona de Torre Salses no afectará al pequeño comercio de la calle Mayor?

Torres Salses todavía no existe y ya se están cerrando las tiendas. Se ha caído en la mimetización de otras ciudades europeas. Exactamente el mismo problema lo tienen en Oporto, Valencia, Madrid y Barcelona.

¿Cómo evitamos que cierren?

Hay una reflexión que no tiene nada que ver con los grandes centros comerciales. Lo que necesitamos es una oferta atractiva, diversa y especializada, de alto servicio. Y eso los empresarios de Lleida saben hacerlo. Por eso les animo a participar de las nuevas dimensiones que se plantean en el marco del nuevo Plan Urbanístico.

Como el plan del Distrito de la Estación.

Aquí no podemos caer en el monosistema. Debemos contribuir a una dinamización que tenga las dimensiones turística, comercial y residencial. Quiero que la gente vuelva a vivir en el centro histórico. Y por eso debemos tensionar los extremos del barrio.

El próximo 1 de julio se implanta la primera fase de zonas de bajas emisiones. ¿No hay mucha confusión entre los conductores al respecto?

Es un revuelo que obliga a repensar la movilidad de la ciudad. Pero en Lleida lo hemos puesto muy fácil y, además, cumplimos con la normativa europea. Quizá habría que explicarlo más y, hasta el 2028, en que se ampliará el sistema, tenemos tiempo para ir explicándolo aún más. Pero hay algo muy claro.

¿Cuál?

Todos aquellos que paguen los impuestos en Lleida podrán entrar en su coche. Acceder al centro histórico estará muy bien identificado y todo el mundo sabe que, si disponen de las etiquetas correspondientes, no tendrán problemas.

¿Damos por hecho que Larrosa será el alcaldable del PSC en las próximas municipales de Lleida?

Mi voluntad es seguir sirviendo a la ciudadanía y en cualquier caso, cuando comencemos a hablar de procesos electorales, ya dirimiremos.

Si lo hace, probablemente tendrá que seguir gobernando en minoría. ¿Se siente cómodo en esta situación?

Obviamente, es más fácil gobernar solo que con pactos y alianzas. Estas hipermayorías que algunos tienen a veces son aburridas. La política necesita hablar, necesita negociar, necesita entendimiento. Y yo me encuentro muy cómodo negociando. Siempre digo que dos no se pelean si uno no quiere y dos acuerdan si ambos quieren acordar. Ésta es la clave.