Mientras en el Parlament siguen las indagaciones sobre la abucheada en FAQS, la junta del Grup de Periodistes Ramon Barnils ya ha decidido por unanimidad expulsar a Damases como socio. La medida se ha tomado después de que la asociación abriera un expediente sancionador al diputado de Junts a raíz de las informaciones publicadas sobre el incidente en TV3. "Los hechos ocurridos constituyen una vulneración grave de los estatutos del Grupo Barnils", afirma la entidad en un comunicado, donde recuerda que sus objetivos fundacionales son el "periodismo crítico, independiente y riguroso". "La actitud de Dalmases traspasó las líneas rojas en una relación profesional entre políticos y periodistas", se concluye en el texto, donde también se critica que el vicepresidente de Junts "no ha demostrado en ningún momento arrepentimiento ni ha asumido la gravedad de sus actos".
Dalmases pidió cambiar a los periodistas invitados en la entrevista de 'FAQS' a Borràs
El diputado, que comparecerá en el Parlament en septiembre, dice que fue "vehemente", pero niega haber intimidado a nadie
BarcelonaEl incidente entre el diputado Francesc de Dalmases y una periodista de FAQS ha llegado este viernes al Parlament, pero lo ha hecho sin la presencia del protagonista del incidente. Se lo esperaba como miembro de la comisión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisual (CCMA), pero ha sido sustituido por su compañera del grupo de Junts Cristina Casol. Por otro lado, se le quería hacer comparecer específicamente para tratar el asunto, pero esto será en septiembre, puesto que primero había que votarlo (y se ha aprobado por unanimidad).
La principal novedad de la jornada es el informe que se ha elaborado desde la dirección de TV3, que recoge los testimonios de la abucheada de Dalmases a la trabajadora de FAQS y que se ha distribuido entre los diferentes partidos políticos. Se trata de un documento que incluye la versión tanto de la productora El Terrat, responsable del programa, como de Dalmases. Es así que han emergido los detalles sobre las negociaciones previas a la entrevista con la entonces aún presidenta del Parlament, Laura Borràs. Entre las peticiones por parte del diputado, estaba cambiar a los periodistas invitados aquella noche.
Según se recoge en la versión aportada por Dalmases, primero se pidió que se hiciera una entrevista en la sede del Parlament, “como correspondería a la segunda autoridad de Catalunya”. Se solicitó entonces que fuera a plató, pero institucional y sin preguntas de periodistas externos. “La semana siguiente, la entrevista entre la conductora y la presidenta Forcadell fue sin preguntas de periodistas, pero con la presidenta Borràs esto no se aceptó”. Finalmente, según su relato, se pidió entonces poder “proponer otros nombres de periodistas que afirmen la necesaria diversidad ideológica en el análisis o, cuando menos, alguien que no sea abiertamente hostil”. El programa se negó, arguyendo que ya los tenían a todos confirmados.
FAQS, aun así, sí que aceptó una de las peticiones de Dalmases: que el videowall no mostrara los correos de Borràs recogidos en la instrucción judicial en los que explica a su interlocutor cómo fraccionar contratos. El motivo esgrimido es que esto obligaría a la invitada a avanzar su estrategia de defensa. El representante de Junts defiende que este tipo de negociaciones son habituales. "Lo que quizás ya no es tan habitual es que las haga directamente un diputado. Reconozco que es una situación anómala, pero hay que aclarar que hay una relación de amistad muy antigua entre la periodista y yo, y que ella también utiliza este canal de confianza para acordar la entrevista sin pasar por los trámites más oficiales, como correspondería".
TV3 implementará medidas
El informe compartido por la Corporación ha sido criticado por varios grupos parlamentarios, que lo consideran una mera suma de versiones. Ignacio Martín Blanco (Cs) lo ha tildado de “muy gráfico en la descripción de los hechos, pero poco práctico y escaso en conclusiones”, y a la vez ha preguntado al director de TV3, Sigfrid Gras, si le constan más incidentes similares. “Son hechos absolutamente aislados”, ha respondido, y ha recordado que él llamó a la productora, que quitó “hierro” a la situación, así que no fue consciente de la “gravedad” de los hechos hasta que aparecieron en la prensa.
Los trabajadores de TV3 sí que percibieron gritos, pero no pudieron ver directamente los hechos que, según la narración de la productora, incluyen arrastrar a la periodista con quien se habían pactado los términos de la entrevista cogiéndola del brazo hasta una sala y cerrar la puerta. Dalmases, en su escrito, dice: “No intimidé a nadie. [...] Ni la insulté, lo que no he hecho nunca con ningún periodista, ni recuerdo haber dicho ninguna palabra grave sobre el programa. A pesar de ser una persona vehemente, tengo muy claras las normas de respeto interpersonal”. También desmiente haber golpeado algún mueble, como se recogía en algún medio, y niega haberla cerrado, puesto que había una segunda puerta en la sala, "abierta en todo momento".
En cualquier caso, la presidenta de la Corporación, Rosa Romà, ha avanzado que hablarán con los comités profesionales y de empresa sobre cómo evitar situaciones similares. “Algunos de los detalles del informe son preocupantes. Una de las medidas que estudiamos es limitar el número de personas que vienen como acompañantes de la entrevista. Entendemos que haya alguien, para dar apoyo, pero los periodistas se tienen que sentir libres y cómodos”. También se está considerando hacer obligatorio el cumplimiento del Libro de estilo por parte de las productoras, en el que se tratan cuestiones como por ejemplo el código de conducta entre políticos y periodistas.
De hecho, la diputada Susana Segovia, de los comunes, ha querido arrancar de Romà una condena más explícita de Dalmases preguntándole si considera que ha roto el código de conducta del Parlament, en el que hay preceptos como “La colaboración entre los diputados y los medios de comunicación se tiene que orientar a favor del derecho a la información” o “Los diputados tienen que cuidar la actitud, el lenguaje empleado y el trato hacia los profesionales de los medios de comunicación”. La directiva, sin embargo, ha recordado que el juicio sobre el código de conducta del Parlament corresponde a la propia cámara y no a ella.
Las palabras más altisonantes han llegado desde la bancada de Vox, desde la cual Alberto Terradas ha calificado de “narcopresidenta” a Borràs, por el hecho de que su amigo, a quien explicaba cómo fraccionar contratos, ha sido condenado por este hecho. Desde Junts se ha pedido una amonestación al diputado de la ultraderecha. El presidente de la comisión, David Pérez (PSC), le ha preguntado si quería retractarse, lo que no ha hecho. El socialista ha dicho que trasladaría el asunto a la mesa del Parlament y, además, ha pedido retirar del acta esta expresión. Unos minutos más tarde, Terradas exigía a Romà que se “deje de insultar” en los programas de TV3.