Espías, franquismo y una bala: el fichaje de Cruyff por el Barça en 1973, en un documental en el 3Cat
Lluís Canut se despide de la Corporación firmando 'El fichaje', donde la política y la intriga se mezclan con el deporte
BarcelonaEl pasado jueves el 3Cat preestrenaba en los cines Mooby Bosque de Barcelona el documental de Lluís Canut El fichaje, que cuenta con todo detalle la historia de la llegada de Johan Cruyff al Barça en 1973. El acto se retrasó un poco, ya que cuando todo el mundo estaba a punto faltaba que llegara Carles Rexach, uno de los protagonistas de la pieza. "No cambia, Charly", decía Joan Manuel Asensi, compañero de vestuario de Cruyff y Rexach en los años 70. Rexach, ayudante de Cruyff en el banquillo después, siempre ha ido a su ritmo. Nombres claves de la historia de un club, el Barça, donde el neerlandés lo revolucionó todo.
El preestreno permitió el reencuentro de viejos amigos y de diferentes generaciones de barcelonistas, todos en torno al incombustible Lluís Canut, que llevaba años con esta idea rondándole en la cabeza. Lo ha hecho realidad justo ahora que se jubila, como explicaba en el ARA hace poco charlando con Albert Om. Poder contar con calma y exhaustivamente aquel fichaje de 1973 era una espina que se quería quitar. Y así fue. "Yo era un niño que salía de la escuela a la calle Balmes corriendo para ir a escuchar las últimas noticias del fichaje en la radio", recuerda Canut. "El fichaje de Cruyff hizo parar loco a todo el mundo, fue una operación muy compleja. Siempre he tenido la sensación de que no se han explicado cuidadosamente todos los detalles, ya que no fue un fichaje como los de hoy en día . Para hacerlo realidad, el presidente Agustí Montal tuvo que desafiar al franquismo", dice. "Con los años he entendido que lo que hizo fichando por el Barça fue un acto de rebeldía de un genio y, al mismo tiempo, algo de valentía extrema por parte del presidente del club", añade Canut, que presenta este martes un programa especial a las 22.05 h con el documental (producido por el 3Cat con la participación de Prime Video y Justin Webster Production) y un debate posterior que contará con la participación de Joan Laporta, actual presidente azulgrana.
El director del documental, David Fernández de Castro, ha definido haber asumido la tarea como un gran reto y un honor, al ser el último trabajo de Canut en TV3. “Lo más atractivo para mí era el enfoque, centrarme en la desconocida intrahistoria del fichaje de Cruyff. Intrigas políticas, los finales de la dictadura, negociaciones arriesgadas, y sobrevolándolo todo un carismático genio del fútbol que revolucionó el Barça –explica–. Por eso queríamos que tuviera estética y ritmo similar a un documental sobre espías".
Una trama con espías
Buena parte del documental se centra en la conocida como "trama de los oriundos". En los años 70 en el fútbol español no se podían fichar a jugadores extranjeros. Pero como toda dictadura, el franquismo era un sistema carcomido y corrupto y los clubs de fútbol españoles crearon una red, con la complicidad de funcionarios y empresarios, que consistía en falsificar pasaportes y documentación de futbolistas argentinos y paraguayos, simulando que eran hijos de españoles: los famosos "oriundos". El Barça presionaba para cambiar la normativa y poder fichar a extranjeros, pero no salía adelante. El club azulgrana se sentía perseguido por los árbitros y por decisiones extrañas de la Federación, como cuando parecía que por fin se cambiaría la norma y se podrían fichar a extranjeros, en 1970. El Barça, pues, dejó apalabrada la contratación de un buen jugador , pero se quedó con un palmo de nariz cuando a última hora el Madrid votó en contra de poder fichar a extranjeros. Aquel jugador era... Johan Cruyff. "Fue de vacaciones a Mallorca y pasó por Barcelona", explica Canut. "Vino a ver el Camp Nou y se puso la camiseta, le importaba poco si alguien se quejaba", añade Rexach. El Barça se aprovechó de que el gerente del club, Armand Carabén, se había casado con una neerlandesa, Marjolijn der Meer. Tener anfitriones que hablaban neerlandés fue clave. Surgió una amistad entre los Cruyff y los Carabén y el futbolista decidió que quería ser azulgrana en esa escapada catalana, que aparece con preciosas imágenes de archivo en el documental. El Barça firmó un precontrato con el neerlandés por una cifra relativamente baja, 22 millones de pesetas, pero las fronteras no se abrieron.
Por otra parte, en dos ocasiones el Barça cerró el fichaje de jugadores "oriundos", haciendo trampa como los demás equipos, pero no pudieron concretarlos. Ocurrió en 1969 con el paraguayo Severiano Irala, alias El Taladro, y en 1971 con el argentino Heredia, que años más tarde sí pudo ser azulgrana. "Había más de 100 jugadores oriundos y sólo descubrían problemas con el Barça", dice Canut. Montal criticó abiertamente a la Federación en pleno franquismo y la familia del president, presente en el documental –donde hablan su hija y su hermano–, llegó a recibir amenazas de muerte. "También porque era catalanista", añade Canut. Montal, pese a recibir un sobre con una bala y llamadas, decidió hacer frente. Y envió al joven abogado Miquel Roca Junyent a Argentina para preparar un dossier para demostrar que casi todos los fichajes de oriundos se habían hecho con papeles falsificados. En el documental, Roca explica cómo logró esos papeles en un viaje complicado a Argentina de los militares. Aquel dossier lo cambió todo, con espías entrando en la sede del despacho de Roca Junyent para hacer copias de los documentos, funcionarios que querían salvar la cabeza y conversaciones a escondidas.
Así, el Barça pudo negociar con una posición de fuerza con la Federación Española de Fútbol: el club dejaría de filtrar casos de corrupción a cambio de que se permitiera fichar a extranjeros. Y así fue. En 1973 cambió la normalidad y se pudo negociar con el Ajax para fichar a Cruyff: "Es un fichaje que costó, ya que el presidente del Ajax era un buen negociador", dice Canut. De hecho, llegaron a decirle que le venderían al Madrid. Johan se negó, por suerte. Ésta es la segunda parte de un documental sobre un fichaje que "cambió la vida de una generación de barcelonistas", concluye Canut: "Todos queríamos ser Cruyff, él era mucho más que un jugador de fútbol, era un icono, un referente. Era símbolo de la modernidad".