¿Cuándo llegarán los robots con razonamiento humano?
La firma Nvidia ha prometido que pronto habrá robots humanoides que podrán realizar multitud de tareas automatizadas en entornos controlados con poca intervención humana


BarcelonaLa infraestructura necesaria para el futuro desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial (IA) fue el tema central del congreso para desarrolladores GTC 2025 organizado por Nvidia la semana pasada. La empresa, principal impulsora del entusiasmo mundial en torno a la IA, defiende la necesidad de una infraestructura de procesamiento de datos mucho más potente que la actual. Por su parte, los críticos de esta visión tan tecnológica consideran preferible fabricar chips y modelos de inferencia menos ambiciosos y más económicos que permitan crear una demanda de servicios de IA útiles, fiables y rentables tanto para usuarios como para proveedores.
Jensen Huang, cofundador y consejero delegado de Nvidia, afirma que los nuevos tipos de modelos de IA que razonan, además de inferir, generarán respuestas mucho más complejas que sólo harán aumentar la necesidad de capacidad computacional, que será "fácilmente 100 veces superior a la que creíamos ahora hacemos ahora hace falta ahora como creíamos ahora hace ahora. Para Huang, el análisis del modelo de IA R1 de la china DeepSeek, que sugiere que se necesitarán menos chips y servidores para ejecutar los softwares de IA del futuro, "está totalmente equivocada".
Ahora sí, llegan los robots
Según Huang, la demanda mundial de chips especializados en el entrenamiento y funcionamiento de los modelos de IA está en una fase de "crecimiento hiperacelerado", gracias a la creación de "agentes de IA" capaces no sólo de responder rápidamente con precisión sino también de hacer propuestas razonadas a los usuarios. Y, según asegura, está a punto de llegar, más bien de lo que se piensa, el desarrollo de robots humanoides que podrán realizar multitud de tareas automatizadas en entornos controlados con poca intervención humana. La instalación de estos humanoides en fábricas requerirá una inversión relativamente modesta, de unos 100.000 dólares, que será fácilmente amortizable, según el directivo de Nvidia.
Esta visión no es compartida por muchos inversores, preocupados por los elevados y crecientes costes que las grandes tecnológicas destinan a construir una infraestructura cada vez más sofisticada. En su opinión, será difícil de amortizar porque consideran que no habrá suficiente demanda por el precio que habrá que pagar para que los números salgan. De hecho, las acciones de Nvidia cayeron un 3,4% el pasado martes, durante la sesión inaugural de la GTC, señal de que las palabras de Huang no acabaron de convencer. En lo que va de año, las acciones de la empresa han perdido el 17% de su valor.
Las dudas de los inversores empezaron el pasado junio, cuando el valor de las acciones de Nvidia se había triplicado en menos de un año y la compañía se había convertido en el fabricante de semiconductores más valioso del mundo, con una cotización bursátil 30 veces superior a la de Intel. El pasado otoño las acciones de Nvidia continuaron subiendo, hasta que en enero sufrieron un fuerte bajón (perdieron cerca de 600.000 millones de dólares en un solo día) cuando la china DeepSeek presentó su modelo R1, que mostró a muchos que era posible hacer IA sin tantos chips y servidores de datos, una visión que Huang considera completamente errónea.
Según un informe de Bloomberg Intelligence publicado el pasado lunes, las grandes tecnológicas y los operadores de los principales centros de datos proyectan invertir 371.000 millones de dólares en infraestructura de IA en 2025, un 44% más que el pasado año. De cara a 2032 calculan que la inversión alcanzará los 525.000 millones, aún más de lo previsto antes de la aparición de DeepSeek. Huang ya comentó en su conferencia que los cuatro grandes operadores de informática en la nube han aumentado los pedidos de unidades gráficas este año. Hay que tener en cuenta, además, que Nvidia, aparte de suministrar los chips y gran parte del software con el que funcionan muchos modelos de IA (con su arquitectura propia CUDA), tiene participación accionarial en muchas de las empresas emergentes del sector. Por ejemplo, una de las protagonistas de la reciente cumbre sobre IA en París, la empresa francesa Mistral, está participada por Nvidia.
Chips más potentes: Blackwell Ultra, Rubin y Rubin Ultra
Para hacer frente a esa mayor necesidad de capacidad gráfica avanzada, Huang presentó al sucesor del chip Blackwell –se anunció en la conferencia del año pasado, pero apenas ahora se está distribuyendo debido a los problemas de fabricación que ha tenido la empresa–. Se trata del Blackwell Ultra, previsto para empezar a distribuirse en la segunda mitad del 2025, y que tendrá más memoria que el Blackwell. Durante el segundo semestre del 2026 le seguirá el chip Rubin, con nueva arquitectura y capaz de enlazar 576 unidades gráficas individuales que actuarán como un solo chip (el Blackwell enlaza hasta 72 unidades), y el Rubin Ultra de cara a la segunda mitad del 2027. Y en el 2028, siguiendo el mismo , el 2028, siguiendo el mismo ; todos ellos con la arquitectura de software CUDA patentada por Nvidia.
Cada uno de estos nuevos chips tendrá mucha más memoria y funcionará mucho más rápidamente que sus predecesores, lo que les permitirá soportar modelos de IA más grandes. Así podrán ayudar a los sistemas de IA a responder de forma más inteligente ya un mayor número de usuarios y, además, a ofrecer respuestas más rápidas. Para Huang, los chips de Nvidia son los únicos capaces de hacer las tres cosas. La respuesta rápida, según considera, es fundamental, porque la gente no quiere esperar, como ocurre con la web y las aplicaciones de móvil.
Además de esta secuencia anual de chips, Nvidia anunció "superordenadores de IA personales" que incluirán los chips Blackwell más avanzados que normalmente se encuentran en los centros de datos, lo que permite a los desarrolladores trabajar con ordenadores de sobremesa. Otra novedad es el sistema operativo Dinamo para centros de datos de IA (que ahora la industria llama "fábricas de IA", una de las cuales se está construyendo en el BSC de Barcelona), que aumentará el rendimiento de los chips de Nvidia. La presentación de Huang, que duró más de dos horas frente a un auditorio lleno con casi 25.000 espectadores, contó con la presencia de un robot inspirado en la película La guerra de las galaxias, fruto de una alianza entre DeepMind de Google y Disney Research para desarrollar un motor de simulación robótica de código abierto.