Los domingos son días más de tomar posiciones (editoriales) que de noticias en el sentido estricto. Veámoslo en esta portada deEl País, cuyo titular principal es "El informe encargado por Puente refuta las acusaciones de Aldama". por sí porfiplís le podían dar un poco de aire. Teniendo en cuenta que se ha hecho con recursos públicos y que tiene una trascendencia evidente en la arena política, quizás lo más higiénico habría sido no filtrarlo sino hacerlo llegar con normalidad a todas las redacciones, para que lo valoraran. Entonces la noticia se acompaña de un segundo titular "El gobierno cree que cada vez más progresistas ven un "acoso judicial" contra Pedro Sánchez". Qué doble combo de frase: "cree que", "ven uno". O sea la creencia de una percepción. Uno ya es lo suficientemente grande como para recordar aquel tiempo en el que los periódicos contaban hechos y sucesos palpables, no suposiciones sobre lo que piensan los demás (si van a favor del mensaje). Y aún un tercer titular: "Caso Neurona, o cómo fabricar un escándalo político, judicial y mediático". Es un caso del 2020, que ahora encuentra cobijo en una portada dominical del diario con mayor tirada de España porque resulta útil en el apuntalamiento sanchista.
Las campañas que denuncia El País existen, claro. Pero hay cierta incomodidad al ver el color de la respuesta. Una filtración interesada con sello ministerial, uno "creen que ven", un Pisuerga que pasa por Campdevànol. Y, sobre todo, la sensación de que la degradación de la vida política en España lamentablemente arrastra a la prensa en su riada fangosa, porque se embarra en un perenne "y tú más", pesado y estéril.