Tecnología

Móviles para personas mayores: más allá de los botones grandes

La nueva pirámide demográfica reclama aparatos más avanzados pero igualmente adaptados a las limitaciones propias de la edad

Una persona mayor habla por teléfono
13/12/2024
4 min

BarcelonaTradicionalmente, elegir un teléfono móvil para una persona mayor consistía en escoger un aparato sencillo, con llamadas de voz, botones de tamaño grande y un altavoz capaz de sonar más fuerte. Sin embargo, el envejecimiento de la población ha cambiado los requisitos: la nueva pirámide demográfica reclama aparatos más avanzados pero igualmente adaptados a las limitaciones propias de la edad. En paralelo, surgen nuevos tipos de dispositivos para un segmento de mercado al alza.

Los móviles para personas mayores habían sido un nicho pequeño y atractivo atendido principalmente por marcas especializadas como Emporia, Doro y SPC. Había suficientes consumidores de edad avanzada para justificar teléfonos fáciles de usar con botones grandes y carcasa antideslizante que las operadoras y tiendas de telefonía incorporaban a sus catálogos.

Dentro de este segmento, las características se han ido refinando. A las funciones básicas de realizar y recibir llamadas y enviar mensajes de texto mediante teclas grandes y separadas, pantallas brillantes e interfaces intuitivas se han ido sumando otras: un botón de SOS bien visible y accesible para hacer con un solo toque llamadas de emergencia a contactos predefinidos; la linterna integrada para tener siempre a mano una fuente de luz; la radio FM para tener la compañía de la emisora ​​favorita; la batería de larga duración por no tener que estar pendiente de la autonomía; la compatibilidad con audífonos, esencial para las personas con dificultades auditivas, y las bases de sobremesa que facilitan la operación de carga y ayudan a mantener localizado el teléfono. Son ejemplos populares los modelos Doro 7080 y SPC Fortune 2 Pocket, entre otros.

Los usuarios de 'smartphone' nos hacemos mayores

El envejecimiento de la población en las sociedades occidentales ha cambiado ese panorama. Si antes las personas mayores se encontraban mayoritariamente en la banda más desfavorecida de la brecha digital y les bastaba con este tipo de teléfonos, actualmente llegan a la jubilación usuarios que ya han vivido en el mundo de los smartphones y no quieren renunciar a las funciones que forman parte de su día a día, vinculadas a la conexión de internet móvil: con un teléfono básico no puedes realizar operaciones de banca online, videollamadas con la familia, reservar aparcamiento ni pagar en las tiendas o en el transporte público. Ben Wood, analista del sector en CCS Insight y fundador del Mobile Phone Museum, lo resume así en conversación con el ARA: "Actualmente, cuando a alguien le ofrecen un móvil de botones grandes, a menudo responde diciendo «soy grande, pero no estúpido»".

De esta forma, los móviles sencillos están perdiendo peso. En cualquier caso, podrían tener un resurgimiento comercial si se llegan a aplicar las restricciones de uso de pantallas por parte de los niños y adolescentes recomendadas por los expertos. En este mercado también existen modelos como los Nokia 3210 y 3310 que la firma HMD ha rescatado en los últimos años, e incluso el móvil de Barbie, que la propia empresa fabrica con licencia de Mattel.

En cambio, los adultos de mayor edad optan cada vez más por smartphones plenamente funcionales, capaces de navegar por la web, enviar y recibir mensajes de WhatsApp, mirar vídeos o usar videojuegos —a menudo para ejercitar la memoria— pero que aplican las lecciones aprendidas con los modelos básicos para abordar las inevitables limitaciones visuales y auditivas y dificultades motoras , como una menor destreza con las manos. Las mismas marcas mencionadas ofrecen ya teléfonos Android equipados con carcasa antideslizante, botón de emergencia, altavoz potenciado, base cargadora de sobremesa y aplicaciones que crean iconos más grandes en la pantalla táctil. Además, la función de geolocalización GPS combinada con la creación de grupos familiares de los sistemas operativos modernos permite que la persona en el cargo o cuidadora esté en el caso de cualquier incidencia.

Hay que decir que los smartphones estándar de las principales marcas -Apple siempre ha cuidado especialmente las funciones de accesibilidad de los iPhones- también se pueden configurar para atender algunas de las necesidades específicas de las personas mayores, con la ampliación de texto y la lupa de pantalla. Con el dictado de voz y las ama de llaves digitales (Siri, Google Assistant, Bixby) se pueden hacer llamadas, enviar mensajes y controlar otras funciones del aparato con órdenes verbales, aunque no en catalán.

Sin embargo, los smartphones convencionales no suelen tener radio FM ni base de carga, y los diseños físicos pensados ​​para destacar en el mercado masivo, como la parte trasera de cristal resbaladizo, obligan a recurrir a accesorios cuando el usuario tiene dificultades de manipulación.

Servicios complementarios

Si bien algunos móviles básicos ya iban acompañados de servicios de asistencia, la llegada de los smartphones adaptados ha ampliado las opciones. El Doro Care original se llama ahora Careium y ofrece teleasistencia vía los teléfonos de la marca y otros aparatos como relojes con GPS y sensores de temperatura. Con la aplicación SPC Care, compatible con varios teléfonos de la marca, el familiar en el cargo puede gestionar a distancia las funciones del aparato de la persona mayor, como el volumen del timbre o el listado de contactos frecuentes. Estos servicios, que incluyen avisos de caída o inactividad prolongada, suelen requerir el pago de una cuota mensual.

El caso más extremo es el de Maximiliana, un servicio integral de telefonía para personas mayores. Por 30 euros al mes sin entrada, esta empresa de Zaragoza te proporciona un smartphone adaptado, actualmente un modelo Redmi de gama media preconfigurado con iconos de tamaño grande y tus aplicaciones y contactos, más llamadas de voz ilimitadas, 17 gigabytes de datos con cobertura combinada de Movistar y MasOrange, servicios de geolocalización, llamadas de emergencia y recordatorios. El único inconveniente de Maximiliana -el nombre de la abuela del fundador de la empresa- es que no se puede configurar en catalán... lo que abre una oportunidad a las compañías de telefonía nostrades.

Otros dispositivos

Recordemos también que los teléfonos móviles, sean básicos o avanzados, no son el único dispositivo que permite a las personas mayores mantenerse en contacto con el resto del mundo y sus familiares ganar tranquilidad. Los relojes inteligentes de Apple y Samsung, entre otros, disponen de versiones con conectividad móvil y funciones de detección de caídas con aviso automático de emergencia, medición de la bipedestación y todas las demás características de monitorización de la salud y la forma física, que pueden compartirse con el usuario responsable mediante los correspondientes grupos familiares. Todas estas características también son de aplicación, por cierto, a los miembros más jóvenes de la familia. Y es que ya se sabe, cuanto mayores nos hacemos, más nos parecemos a lo pequeños que éramos. Incluso en la tecnología.

stats