Nadie se atreve a poner el cascabel a Isabel Díaz Ayuso

2 min

En este juego de pajas, vigas y ojos propios y ajenos que es la política, el PSOE está escandalizado porque una presidenta autonómica hace un desaire y rechaza una cita de la Moncloa. La novedad es que el díscola es Isabel Díaz Ayuso y que su gesto ha desautorizado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Los periódicos sanchistas mojan pan, claro. “Ayuso planta Sánchez, desaira a Feijóo y causa malestar en los varones del PP”, titula El País. También La Vanguardia subraya el acto de rebeldía. Pero este martes, lo más entretenido es ver cómo los diarios de derecha intentan no evidenciar la flacidez del liderazgo del político gallego, al tiempo que no se atreven a desafiar a la lideresa fetén, sabedores de que el salto a la Moncloa llegará más temprano que tarde. "Génova comprende Ayuso, pero cree que es un error plantar a Sánchez", dice elAbc, por ejemplo, con sonrisa beatífica y comprensiva. El Mundo niega que exista el conflicto que ven el resto de medios: “El PP cierra filas con ella y normaliza la «singularidad» de la dirigente madrileña: «Ella puede permitírselo»”. Y La Razón obvia cualquier sombra de conflicto dentro del partido: “Difamación y ruptura fiscal, causas del plante de Ayuso en Sánchez”. En la editorial habla "de astracanadas y fanfarronadas de los ministros hiperventilados", a la vez que pide respeto en las formas.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en la Asamblea de Madrid en un pleno posterior en verano.

Ayuso tiene todo el derecho de sentirse ultrajada y de ir poniéndose el dorso de la mano en la frente mientras exclama: “Oh, the drama!” Pero no deja de haber dicho dictador a Sánchez. Y caudillo bolivariano. Y estalinista. Y violento. Y socio de ETA. Y dictador. Y mafioso. E inhumano. Y corrupto. E intentó convencer a la parroquia que se había hecho frutariana, para no admitir que había dedicado un “hijo de puta” a Sánchez en sede parlamentaria. Tan poco apoyo que dan a la cultura y tanto teatro.

stats