Crisis en la BBC

Trump amenaza a la BBC con una demanda de mil millones por un documental "falso, difamatorio y engañoso"

El presidente de la institución admite un "error de juicio" y la corporación tiene hasta el 14 de noviembre para rectificar y pactar una compensación por los daños causados

La hasta ayer jefa de informativos de la BBC, Deborah Turness, a su llegada esta mañana del lunes en la Broadcasting House, en el centro de Londres.
10/11/2025
5 min

LondresLa BBC ha entonado el mea culpa doce horas después de la renuncia del director general y de la jefa de informativos, Tim Davie y Deborah Turness. Ambos dimitieron tras las denuncias por parcialidad y tratamiento sesgado en relación a un documental sobre Donald Trump y otras cuestiones, como la guerra de Gaza o la información sobre género y las personas trans.

El presidente de la corporación, Samir Shah, ha difundido este lunes una carta dirigida al Parlament en la que afirma: "La BBC quiere pedir disculpas por este error de juicio", en relación con un episodio del programa Panorama sobre Trump emitido la noche antes de las elecciones del año pasado, y en las que unas palabras suyas pronunciadas durante un discurso con cincuenta minutos de diferencia el día de el asalto al Capitolio (6 de enero del 2021) fueron editadas como si fueran consecutivas y daban la impresión de que el entonces presidente saliente "hacía un llamamiento a la violencia", según el escrito de Shah. La cadena ha confirmado a primera hora de esta tarde que ha recibido una carta del republicano amenazándola con acciones legales por la manipulación.

A través de su abogado, el magnate pide que la BBC "emita de inmediato una retractación completa y justa del documental y de cualquier otra declaración falsa, difamatoria, despreciable, engañosa e incendiaria" sobre su persona "de forma tan visible como se emitieron originalmente". También pide una disculpa -que el presidente Samir Shah ya ha hecho, pero no directamente a Trump- y "que se le pague una compensación adecuada por los daños causados". En caso de que esto no se produzca a lo sumo el 14 de noviembre, la amenaza de Trump es demandar a la corporación por mil millones de dólares. Ésta es una táctica que el republicano ha empleado en repetidas ocasiones durante su segundo mandato. De hecho, se ha querellado contra algunos de los medios de comunicación más importantes de Estados Unidos.

En su escrito en el Parlament, Shah ha añadido que, desde la publicación en el diario ultraconservador The Daily Telegraph de un memorando interno en el que se alertaba de esta y otras cuestiones, la polémica ha generado más de 500 quejas que "se están tramitando por los canales habituales".

Más allá de los posibles errores puntuales, la crisis ha vuelto a poner de manifiesto la presión constante que la derecha mediática y política británica ejerce sobre la BBC. No en vano, el líder del Partido Reformista, Nigel Farage, ha aprovechado la dimisión de los dos citados altos cargos para acusar a la cadena, una vez más, de "sesgo institucional" y de estar en manos de "una élite que vive en el norte de Londres" y que no refleja "la visión más amplia del país".

Las acusaciones de "sesgo institucional" han sido desmentidas este lunes por la dimisionaria Deborah Turness a su llegada a la Broadcasting House, en el centro de Londres. Turner aseguró que tomaba la responsabilidad última de los posibles errores, pero defendió la institución: "He dimitido porque la responsabilidad recae en mí, pero quiero dejar claro que la BBC no es institucionalmente sesgada. Es el medio más fiable del mundo." Preguntada sobre las acusaciones de corrupción formuladas por Donald Trump, respondió: "Nuestros periodistas trabajan duro y luchan por la imparcialidad."

El viernes, a raíz de las diferentes informaciones de The Daily Telegraph, la jefa de prensa de la Casa Blanca acusó a la BBC de "deshonestidad intencionada" y de funcionar como una "máquina de propaganda de izquierdas". Horas después de las dimisiones, Trump escribía en su red social Truth: "Los jefes de la BBC han dimitido o son despedidos porque fueron descubiertos manipulando mi excelente discurso del 6 de enero", en referencia a las palabras que precedieron a los hechos del Capitolio por parte de los partidarios del republicano, que había perdido las elecciones ante Jones.

Tim Davie frente a la sede de la BBC en Escocia.

El episodio de Panorama objeto principal de la polémica editaba palabras del presidente con 50 minutos de diferencia, hasta el punto de que parecía decir, como admitió Samir Shah: "Iremos caminando al Capitolio... y estaré con vosotros. Y lucharemos. Luchamos con uñas y dientes", fórmula que podía entenderse como si el propio presidente saliendo atendiera explícito. Y si bien no fue literalmente así, no es menos cierto que Trump, de forma muy ambigua, también dijo a lo largo de más de una hora de parlamento, y entre otras muchas afirmaciones: “Porque nunca recuperará nuestro país con debilidad. aquí pronto irá hacia el Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica".

¿Una crisis mal gestionada?

Varios analistas coinciden en que la gestión interna del caso ha agravado la crisis. Según fuentes de la cadena, la dirección recibió hace seis meses el informe del consultor Michael Prescott alertando de los problemas de edición pero no reaccionó. En declaraciones a la misma cadena, el exproductor ejecutivo de la BBC David Elstein, que también había trabajado en Panorama, calificó el error de "imperdonable". Pero le ha atribuido a que el programa había sido elaborado para una productora externa "sin experiencia en información de actualidad". "En periodismo de investigación no puedes hacer esto. Lo triste es que el comisionado de la BBC no lo detectara y que la empresa productora no avisara de lo que había hecho". Elstein considera que "los asuntos de actualidad deben estar bajo control interno, porque externalizar partes del proceso aumenta el riesgo de errores".

Dentro de la corporación, las opiniones están muy divididas. Según el ex editor de The Sun y actual presentador de un podcast de la BBC, David Yelland, las dimisiones responden a "una mano interna orquestada por el consejo de la BBC": "Había gente muy cercana al consejo que hacía tiempo que desautorizaba a Tim Davie y su equipo".

Otras voces discrepan. El ex director de The Daily Telegraph, Charles Moore, ha asegurado que "el sesgo de la BBC siempre va en la misma dirección, la de una visión metropolitana y progresista sobre cuestiones como el Brexit, el cambio climático, Israel o la identidad de género". La afirmación es difícilmente aceptable para cualquier espectador u oyente habitual de los programas de información, tales como ese mismo corresponsal. Sin embargo, añadió que la solución "no es convertirla en un medio de derechas, sino tomarse en serio la imparcialidad y nombrar a personas capaces de gestionar una burocracia gigantesca y autocomplaciente".

La crisis ha estallado cuando la BBC entra en dos años decisivos, ya que entre 2026 y 2027 tendrá que negociar su Carta Real, con la que deberá regularse su financiación, mayoritariamente basada en el pago de la licencia de unos 28 millones de hogares del Reino Unido. El nuevo terremoto es munición muy valiosa para aquellos que quieren acabar con la BBC y un modelo informativo que, sin embargo, con aciertos y errores, sigue plantando cara a todo tipo de fake news.

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