Uno de los elementos que más ha contribuido a sacudir el mundo y nuestra percepción de la realidad en los últimos treinta años es, seguramente, internet. Ahora, en Netflix, un documental nos permite acceder por la puerta trasera y entender cómo se ha ido transformando desde que sólo era una red rudimentaria. La red antisocial: de los memes al caos es un retrato divulgativo y comprensible sobre cómo internet ha ido ganando influencia y ha acabado chupando nuestras vidas. Nada más empezar descubrimos algunos de los testigos que, en los años 90, eran jóvenes antisociales pegados a la pantalla, que se refugiaron en este mundo digital incipiente. Son las personas que, desde primera línea, como usuarios activos, participaron de este crecimiento social de internet, de la construcción de sus entrañas, y observaron cómo era cada vez más poderoso. Es sintomático observar cómo, desde un principio, el humor agresivo tomó el poder de esta comunidad, y esto determinó su identidad. La red antisocial: de los memes al caos nos explica cómo internet pasa de comunidades como 4Chan donde practicar el humor subversivo a ser el sustrato de grupúsculos fascistas, y cómo da lugar a colectivos como Anonimous hasta, en cierto modo, convertirse en una comunidad de justicieros online, donde el humor extremo se convierte en el caldo de cultivo para estimular conspiraciones, el antisemitismo y el sexismo. Estos pioneros de la red ahora reflexionan sobre estos treinta años en internet y los cambios de perspectiva que tienen sobre el uso de la tecnología: “Ahora sabemos que si pasas mucho tiempo frente a la pantalla puedes crear un engaño masivo, que la realidad se distorsiona y puede crear algo elaborado en tu mente que es delicado y conflictivo. Y esto puede ser algo fascinante. Y puedes pasarte el día obsesionado con esto junto a otras personas. Puede parecer real como cualquier otra cosa. "Pero lo que estamos haciendo es construir unas fantasías elaboradas y grotescas a partir de nuestra propia infelicidad", dice uno de ellos. Ciertamente, internet ha hecho tambalear nuestra realidad, y el documental reflexiona sobre fenómenos como la influencia, la manipulación de la opinión pública, el sentido de comunidad, el anonimato, la libertad, los discursos de odio y las conspiraciones. El documental es un resumen del poder transformador de internet y su impacto social.
Viendo el documental, en el que miles de imágenes de archivo se integran en un montaje muy intenso, tienes una sensación extraña como espectador neófito de las profundidades de internet. Todo te parece ajeno, pero, de forma inquietante, todo te suena y te es familiar. La iconografía, el lenguaje, los símbolos, los mensajes y los vídeos estimulan a alguna parte del inconsciente, como si todo lo hubieras visto antes pero a la vez tampoco sabes explicar su contexto. Es como si toda esta dimensión ya nos hubiese tragado y formara parte de nosotros mismos. Quizás es que sólo estamos en pañales de entender las consecuencias de todas estas herramientas digitales.
