Crítica de serie

¿También os ha estallado el cerebro viendo 'Los ensayos' de Nathan Fielder?

Una serie que es como si Charlie Kaufman dirigiera 'El show de Truman' con Larry David como protagonista

3 min
Nathan Fielder a 'Los ensayos'
  • Nathan Fielder para HBO
  • En emisión a HBOMax

¿Quién es Nathan Fielder? Hasta ahora, el culto en nuestro país a este cómico canadiense ha sido escaso porque la serie que lo hizo famoso, Nathan for you, un formato de Comedy Central, aquí se vio poco (en castellano se tituló Nathan al rescate). Pero vale mucho la pena recuperarla. El cómico se presenta como un experto en marketing al servicio de tenderos o pequeños empresarios que tienen dificultades con su negocio. Él ofrece soluciones a priori absurdas y ayuda a aplicarlas... con resultados siempre sorpresivos. Algunas de sus propuestas se hicieron virales más allá del programa. Como Dumb Starbucks, la parodia de la omnipresente cadena de cafeterías que el humorista abrió en Los Ángeles para salvar de la ruina un establecimiento similar.

La gracia con Fielder no se limita a sus ocurrencias ingeniosas. En este episodio, por ejemplo, indagó en el marco legal que le permitía inaugurar una tienda de imitación de Starbucks siempre que se considerara una parodia. Como un MacGyver de la producción, cuida de todos los detalles en la materialización de su plan y encuentra recursos para todos los retos. El Dumb Starbucks se convirtió en tal fenómeno mediático que se le acabó escapando de las manos. Contemplar estas incursiones de la realidad en unas estrategias planificadas acaba siendo el principal atractivo de los formatos de Fielder. Y cobra especial importancia en su nueva miniserie, Los ensayos, que este viernes llega a su conclusión en HBOMax.

A priori, Los ensayos parece una versión sofisticada y menos tarambana de Nathan for you. Fielder se ofrece ahora a cualquier individuo que tenga una situación pendiente de resolver y lo ayuda a prepararse, a ensayar, para que todo salga bien. En el primer episodio, por ejemplo, echa una mano a Kor, un forofo de los concursos tipo trivial, a confesar a su mejor amiga que mintió sobre su formación académica. Para prepararlo todo ello, Fielder construye una réplica exacta del bar donde quedan siempre los protagonistas, contrata a una pandilla de actores para encarnar a todos los personajes implicados y anticipa a través de un árbol de diálogos las muchas posibles variantes de reacciones que se pueden presentar para que la conversación de Kor llegue a buen puerto. Nathan Fielder se convierten en el dios creador de un simulacro de realidad que tiene que acabar fundiéndose con la realidad misma. Como ya pasaba con Nathan for you, el cómico disfruta con las pequeñas y constantes manipulaciones que lleva a cabo para que la realidad se adapte a sus designios. Pero a la vez su show celebra la imposibilidad de predecir todas las reacciones de un ser humano. A partir del segundo episodio y la aparición de Angela, una mujer que quiere ensayar la experiencia de ser madre, la serie se vuelve más desafiante, atractiva y compleja en las diferentes capas de simulación y ensayo de la simulación y de variante de ensayo de la simulación que empieza a introducir...

Una figura difícil de encasillar

Los ensayos confirma a Nathan Fielder como un creador televisivo a quien no perder la pista. También como una figura difícil de encasillar. Fielder es un sádico y a la vez un humanista; un genio con el cerebro siempre rebosante de ideas y un inadaptado; una persona crítica con las inercias gregarias y un manipulador perverso; un cultivador del humor de incomodidad social y uno de los creadores que mejor trabaja la ficción que se nutre de la realidad y viceversa. Un cómico de primera división y un generador de narrativa metaficcional que entusiasmaría a Borges. Pocas series como Los ensayos han sacado tanto provecho de las posibilidades de la televisión como un arte mayor.

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