El análisis de Antoni Bassas: 'Si el 25 de junio hay investidura, Puigdemont estará en el Parlament'

La aplicación de la amnistía está derivando en un conflicto institucional que acabará con acusaciones mutuas de golpe de estado, y en su defecto, al tiempo.

Los fiscales del Tribunal Supremo le han dicho al fiscal general del Estado que ellos no piensan aplicar la amnistía "a los hechos constitutivos de malversación" y que si quiere que se les aplique, que les den los motivos por escrito y que la causa "sea despachada" por Vuestra Excelencia o por quien designe a tales efectos”.

Puedo imaginarlos, los fiscales que tuvieron la osadía de acusar de rebelión a los presos políticos, negándose a obedecer a su superior, el fiscal general. Esa insubordinación es grave, para que bajo la apariencia mal disimulada de conflicto técnico lo que hay es una actuación política de los fiscales, aplaudida por la derecha, la ultraderecha y Felipe González, valga la redundancia.

El conflicto no deja de crecer y se solapa con uno que dura cinco años, que es la renovación del CGPJ.

Sánchez dijo ayer en TVE que reformará la ley para la renovación si el PP no pacta con el PSOE antes de 15 días, que lleva ya demasiado tiempo durando la broma, y ​​esta reforma incluiría retirar al CGPJ la facultad de nombrar magistrados. Desde que el PP admitió que controlaba la sala segunda del Supremo por la puerta trasera ha quedado claro que los populares sólo confían en los jueces si los tienen colocados en puestos clave, algo fácil, porque la mayoría de los magistrados son conservadores .

En medio de todo esto, el presidente del Parlament, Josep Rull, decidirá la próxima semana si el 25 hay lleno de investidura, si de Isla o de Puigdemont. Ninguno de los dos tiene los votos. Esquerra repite que quiere ir a la oposición, aunque ayer Junqueras dijo a Catalunya Ràdio que se podría llegar a un acuerdo con el PSC siempre que no fuera "a cualquier precio". Claro que ¿qué es para Junqueras "cualquier precio"? El PSC presionará fuera de foco todo lo posible para que Esquerra apoye a Isla aunque sea sin entrar en el Govern. Y Junts hará valer sus votos en Madrid todo lo posible ante el PSOE, porque son imprescindibles para la estabilidad de Sánchez. Prepárense para que la incógnita dure hasta el último minuto.

Mientras, la ultraderecha de Vox amenazó ayer Puigdemont: "Cuando llegue por la Diagonal le daremos la bienvenida que se merece". Pues bien, pese a ésta y otras amenazas a su integridad física, aunque Llarena mantiene la orden de detención y que lo ha recordado en todos los cuerpos policiales, si el martes 25 de junio hay sesión de investidura, Carlos Puigdemont mantiene la intención de estar en el Parlament para la votación, y que España gestione las consecuencias de lo que sería, dice su entorno, “un grave error”. Pero Puigdemont está decidido a volver. Otra cosa es que si ni él ni Isla tienen suficientes apoyos, el 25 no haya lleno. Y así estamos.

Buenos días.