El Arzobispado de Tarrragona expondrá parte de un templo romano recuperado
La Sala Axial se encontraba justo detrás del Templo de Augusto, en lo más alto y noble de la ciudad


TarragonaLos amantes del patrimonio histórico tendrán, a finales de este año, otro motivo para visitar los escombros romanos de Tarragona. El Arzobispado ha presentado este viernes ante los periodistas la recuperación de parte de la Sala Axial, un templo romano de la época flavia, es decir, de la segunda mitad del primer siglo después de Cristo. El templo está dentro del recinto de la actual catedral, en la zona más elevada, la que linda con la calle de Sant Pau, y durante la época romana estaba justo detrás del templo de Augusto, el kilómetro cero de la provincia Hispania Tarraconensis. Fue el cura Serra Vilaró que encontró este templo en 1933, pero hasta ahora no se había intervenido.
Actualmente, en el interior del templo hay un andamio que cubre los 11 metros de muro que todavía se conserva. El templo, o la Sala Axial, en realidad era más alto y estaba cubierto por un techo, pero después de dos mil años ya no queda rastro. El andamio metálico está plagado de jóvenes arqueólogos del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) que inspeccionan milímetro a milímetro el muro y todos sus agujeros para conocer mejor la historia. "No se trata de un templo romano: es el templo romano de la provincia tarraconense", explicó Andreu Muñoz Melgar, director del Museo Diocesano de Tarragona e investigador adscrito del ICAC.
Uno de los grandes atractivos del templo es que, a diferencia del de Augusto, que fue desguazado, éste se mantuvo más tiempo y acogió, cinco siglos más tarde, la catedral visigoda (siglos VI-VIII), y aún cinco siglos después la catedral medieval (siglo XIII). "Cuando llega el cristianismo, el templo de Augusto desaparece. En cambio, éste se convirtió al cristianismo. Esto permite ver toda su evolución", explica Francesc Rodríguez, investigador del ICAC. Sus trabajos también se centran en el suelo de la Sala Axial, donde existe una "multiplicación de pavimentos", ya que, por encima del suelo que tenían los romanos, los visigodos instalaron otro, y después todavía van venir unos canónigos a construir sobre ellos. En un principio, las visitas serán sólo guiadas y se realizarán en pequeños grupos por encima de una pasarela metálica.
"Proyecto estrella"
La apertura de esta sala, que permite explicar la evolución de Tarragona, es una gran aportación cultural, pero el Arzobispado lleva meses trabajando en un proyecto mucho más ambicioso que también se ha presentado este viernes a los medios de comunicación. "Tenemos un proyecto estrella", ha dicho el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, quien, eso sí, ha pedido a las administraciones públicas que se rasquen los bolsillos para que pueda ser una realidad. El objetivo es crear "un itinerario cultural y turístico que permita a los visitantes realizar un recorrido de dos mil años de historia", ha explicado Muñoz. El proyecto prevé la construcción de un gran aparcamiento fusionando los espacios del Roqueral (que es del Arzobispado) y el del parking Torroja (que es del Ayuntamiento). Después habría que convertir el aparcamiento de Jaume I (que también es del Ayuntamiento) en un espacio de información para turistas que permitiera recibir y atender a los visitantes. A partir de aquí empezaría la visita turística ya dentro del recinto catedralicio, que incluiría la catedral y el Museo Diocesano (que se renovaría), el Museo Bíblico y el Seminario de Tarragona. Todo ello incluye también los jardines y la capilla medieval de Santa Tecla la Vieja, la nueva Sala Axial y el sobreclaustro de la catedral, para disfrutar de unas vistas privilegiadas.
"El patrimonio que tenemos aquí es excepcional, es un patrimonio de Champions", ha defendido Muñoz, pero después ha lamentado que sea un patrimonio "inconexo con la ciudad". Desde su punto de vista, el proyecto presentado permitiría "generar un relato ordenado que parta de la acrópolis para llegar al mar". "Aportamos un proyecto de la Iglesia de Tarragona para la ciudad y el territorio. No para la Iglesia", ha dicho.