El Barça ingresa 4,5 millones por el clásico gracias a turistas y madridistas
El Camp Nou no se llenó a pesar de que el club vendió las cerca de 40.000 entradas que tenía disponibles
BarcelonaEl Barça no pudo ganar el clásico sobre el césped, pero sí sacó un buen pellizco económico en las taquillas. Nada más y nada menos que 4,5 millones a través de la venta directa de entradas. Un dinero que es una bendición para el club, que había puesto muchas esperanzas en la facturación del Camp Nou una vez levantadas las restricciones de aforo por la pandemia y con permiso para llenar todas las localidades.
La imagen del estadio, con las gradas casi llenas, dio color y sonoridad a un clásico que, como había pasado en los tres últimos, cayó del lado del Real Madrid. Un rival que, además, estuvo muy bien acompañado. Y es que una parte muy importante de las localidades que estaban a la venta, unas 40.000, las adquirieron aficionados madridistas. Algunos venidos directamente de la capital española. Y otros, la mayoría, residentes habituales en Catalunya. No se puede precisar con exactitud cuántos aficionados del Real Madrid había en el Camp Nou. Tanto ellos como los turistas –que ya van volviendo a Barcelona, a pesar de que no de manera masiva– supusieron una parte muy destacada de los 4,5 millones que la entidad se embolsó. En el caso de los extranjeros, además, adquiriendo algunas de las localidades más caras. Los precios oscilaban entre los 99 y los 219 euros, sin contar los servicios vip, que llegaban a los 750 euros por localidad.
Ver un Camp Nou con tantos aficionados del eterno rival no gustó mucho a los barcelonistas. Ahora bien, tampoco acabó de convencer a parte de los trabajadores del club que se encargan del estadio. El motivo es de seguridad. A pesar de que no se detectó ningún incidente en las gradas, y que la convivencia entre las dos aficiones fue siempre cordial, desde las oficinas arrugaban la nariz. Advertían de que el partido se podía calentar en cualquier momento y de que, en un espectáculo masivo donde se imponen los sentimientos, "basta con que dos se peleen para que el resto se añada por simpatía y la cosa acabe con una batalla campal". Afortunadamente, no pasó nada de todo esto. Al contrario. El único incidente del partido fue en la salida, cuando un grupo de personas insultaron al entrenador Ronald Koeman y dieron golpes a su coche mientras abandonaba las instalaciones. Los hechos, denunciados por el club, no fueron a más.
Trabajando para reactivar el Seient Lliure
Finalmente hubo 86.422 espectadores en el Camp Nou. Fuentes del club aseguran que se vendieron casi todas las 40.000 localidades que estaban a la venta. "Fue un gran éxito", apuntan. Faltaban unas 13.000 para acabar de llenar las más de 99.000 que tiene el Camp Nou. Desde el Barça aseguran que estos asientos vacíos correspondían a aficionados que tienen el abono, pero que no fueron al partido. En condiciones normales, estos aficionados habrían podido poner la entrada en la venta a través del Seient Lliure, pero este sistema todavía no está activado. Desde el área social aseguran que "trabajan en ello" y que cuentan con poder retomar el servicio "en los próximos días". Parece difícil que esté disponible para el fin de semana (el sábado será el Barça-Alavés), pero sí que funcionará a pleno rendimiento para el partido siguiente, el Barça-Espanyol del fin de semana del 21 de noviembre.