El calvario de la única mujer directiva de la junta de Joan Soteras en la FCF
Paquita Linares inició acciones judiciales contra el actual dirigente, uno de sus vicepresidentes y el director general por injurias
BarcelonaPaquita Linares es una mujer de fútbol. Hace ya más de tres décadas que se deja ver por los terrenos de juego y se ha ganado el reconocimiento de los clubs catalanes. Pero determinados episodios de los últimos años la forzaron a dejar la Federación Catalana de Fútbol (FCF) por la puerta trasera y ha necesitado ayuda psicológica para salir adelante. A pesar del mal trago, saca fuerzas para contar todo lo que vivió. Habla con el ARA de su etapa en la FCF con la nostalgia de estar alejada del fútbol catalán y con la tristeza e impotencia por el calvario que vivió en los últimos años.
Linares inició su trayectoria en la Peña Barcelonista Cinc Copes, donde fue coordinadora, vicepresidenta y organizó el 50 aniversario de la entidad. Luego hizo de vicepresidenta de la AE Vallirana e impulsó al primer equipo femenino del club. Su labor no pasó desapercibida y en 2015 Andreu Subies, entonces presidente de la FCF, le propuso formar parte de su junta directiva. Desarrolló su función con éxito hasta que la llegada de Joan Soteras a la poltrona propició que empezara a sufrir una serie de situaciones que le llevaron a dimitir en 2021 y a iniciar acciones legales contra el vicepresidente Josep Llaó, el director general José Miguel Calle y el propio Soteras, un extremo que el actual mandatario del estamento catalán desmintió en una entrevista en el ARA.
Este diario ha tenido acceso a la documentación tramitada en sede judicial y se hace eco de la versión de la denunciante, que solicitó un acto de conciliación previo a la interposición de una querella por injurias. Sus representantes entienden que Llaó y Calle cometieron acoso sexual y Soteras acoso laboral.
Linares mantuvo una relación de pareja con Llaó durante unos años. Cuando ella decidió finalizar el vínculo, el directivo no lo tomó nada bien e inició una persecución sistemática que trascendió el ámbito privado. La mayoría de los compañeros de junta apoyaron a Llaó y Linares explica que vivió "un ambiente muy hostil". "Formaba parte de una directiva de 32 miembros y yo era la única mujer", dice.
Desde entonces se sucedieron situaciones en las que la denunciante, según explica, se encontró "totalmente indefensa". Cuando en las reuniones de junta quería expresar su opinión debía oír cómo alguien decía “Ciérrenle el micrófono” o “Esta, de fútbol, no tiene ni puta idea”, o comprobar que los propios compañeros no le escuchaban porque tenían conversaciones paralelas o se entretenían mirando el móvil, "como siempre hacía Soteras".
"Estás en la lista negra y lo pagarás"
Linares también recuerda cómo un día Llaó interrumpió una reunión y se levantó de la silla, gritando, para espetarle: “¿Por qué no marchas de una vez?, ¿no ves que tú aquí no pintas nada?” Ella pidió que se la tratara con respeto, pero ni el presidente Soteras ni sus compañeros intervinieron para detener las conductas inapropiadas del vicepresidente. Llaó también aprovechaba su condición de exárbitro para dejarla en evidencia en los encuentros de colegiados, diciendo: “Esta está en su contra, no sé por qué la dejais estar aquí”.
La exdirectiva de la FCF explica que uno de los momentos más hostiles se produjo en Marbella, donde se celebró el play-off de ascenso de Primera y Segunda RFEF. Laón tenía acceso a su teléfono móvil, debido a que era un aparato que proporcionaba la FCF, y ante testigos se le dirigió diciéndole: “Tengo controlado tu móvil y sé quién te llama. Que sepas que estás en mi lista negra y lo pagarás”.
La actitud de Llaó era secundada por otros miembros del equipo de Soteras, como es el caso de José Miguel Calle, director general de la FCF, que se dirigía a Linares haciendo referencia a su físico o su forma de vestir: “Hoy vas marcando mucho”, “¡Qué escote y qué tetas!”, o “Madre mía, ¡hoy vienes guerrera!”. El ARA ha tenido acceso a unos audios donde Calle afirma: “Antes de follarme a Paquita, me la corto y la tiro”.
Otra de las situaciones más vergonzosas se vivió durante una cena de Navidad. Después de la comida, varios miembros de la junta de Soteras levantaron a Linares de la silla y la subieron sobre la mesa a gritos de “¡Baila para nosotros!”. O “¡Canta algo, muévete, que queremos divertirnos!”.
Linares también recuerda cómo durante una Copa del Rey en el País Vasco, un compañero directivo picó en la puerta de su habitación a altas horas de la madrugada por preguntarle si tenía agua. Ella le negó el paso y le advirtió de que hablaría con su mujer al día siguiente.
La exdirectiva comunicó todos estos hechos a Soteras, presidente de la FCF, que no actuó para protegerla. Explica que se sentía "como una niñita decorativa dentro de una junta con otros 31 hombres" y denuncia que "las burlas, el maltrato y el desprecio" fueron consentidos por el dirigente. De hecho, recuerda que él le dijo: “Paquita, con una directiva como tú ya tengo el doble de mujeres de las que me gustaría tener”.
Dimisión el 14 de junio de 2021
Las presiones que ha recibido Paquita Linares durante todo el mandato de Joan Soteras han sido reiteradas y constantes. Ella destaca dos momentos que le hicieron sentir incómoda. El primero: “En plena pandemia me forzaron a convencer a los clubs para que formalizaran las inscripciones cuando la Generalitat ya nos había comunicado que la competición no se reanudaría". Y añade, sobre otros hechos: "Me obligaron a firmar un acuerdo para ir en contra de unos antiguos compañeros de junta mediante una acción jurídica, cuando yo no estaba de acuerdo. No tenía ni voz ni voto, hasta el punto de que para enviar un correo estaba obligada a que la secretaría de la presidencia lo revisara y la aprobara”.
Linares dijo basta el 14 de junio del 2021. Presentó su dimisión irrevocable en Soteras y dejó la delegación del Baix Llobregat y su plaza de directiva. En la carta dirigida al presidente hace constar todos los desprecios y humillaciones que ha recibido de la junta y “el nepotismo de una Federación que le obligó a aceptar a un trabajador por ser el marido de la prima del director general”.
Hace constar también que "Joan Soteras hace comentarios y acciones machistas en contra del fútbol femenino y que actúa contra clubes que no son de su cuerda".
Soteras y sus miembros de junta sospecharon que la dimisión vendría acompañada de una denuncia judicial y enviaron a un vicepresidente y un trabajador de la Federación, ambos presidentes de sus respectivos clubes, a visitar Linares. La exdirectiva recuerda: "Me coaccionaron para que no denunciara, ya que podía perjudicar a terceras personas, y también me amenazaron, asegurándome que si seguía por la vía legal tendría problemas".
Sin embargo, Linares inició acciones legales contra Josep Llaó, José Miguel Calle y Joan Soteras.
La Federación contraatacó y demandó a Linares por malversación. Le reclaman casi 90.000 euros en concepto de dietas, argumentando que "todos los viajes que había realizado desde 2015 no les había comunicado al presidente de turno". Las medidas legales de Paquita Linares se presentaron el 9 de febrero de 2022 en el juzgado de primera instancia de Barcelona y el acto de conciliación se celebró el 11 de mayo de 2022 y finalizó sin acuerdo. Contrariamente a lo que dijo hace tres días a este diario, Soteras tiene constancia de este procedimiento.