La necesaria transición energética

El cambio climático: un auténtico reto para la arquitectura sostenible

La arquitectura debe perdurar en el tiempo, especialmente su estructura, y adaptarse a nuevos usos que satisfagan las necesidades cambiantes de la sociedad, teniendo también en cuenta el contexto medioambiental global actual

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Edificio sostenible en una ciudad

La sostenibilidad es un concepto que abarca más ámbitos de los que imaginamos. Si las energías, la alimentación o la movilidad deben cumplir este precepto tan lógico, también debe hacerlo el envoltorio que protege nuestras vidas, es decir, nuestros hogares. Así pues, la arquitectura no puede pasar por alto en este equilibrio ecológico a mantener.

"La arquitectura actual tiene el reto de ofrecer vivienda asequible a una población diversa y cambiando cada vez más concentrada en ciudades. Pero hacerlo, debe rehabilitar de forma flexible los edificios existentes y construir nuevos con una ocupación limitada del territorio. A su vez, debe dar respuesta al equilibrio entre tener unos altos niveles de habitabilidad y reducir la cantidad de recursos usados, es decir, materiales, energía, agua, etc.", apuntan del equipo de arquitectura sostenible ERF Energía & Sostenibilidad - WATTEGA.

A su juicio, y al considerar la arquitectura como holística, ésta debería ser saludable, especialmente cuando prioriza aspectos como la calidad del aire interior, la ventilación natural, la luz natural –y la luz artificial de tonos cálidos–, las protecciones solares, sombras y los espacios de transición térmica, la integración de la vegetación y el uso de materiales con bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV), principalmente. Asimismo, consideran imprescindible hacer pedagogía para que la población entienda la importancia de estos aspectos a la hora de cubrir sus necesidades del hogar.

En este contexto, un reto muy relevante es el calentamiento global y, en concreto, el incremento de las temperaturas en verano y las olas de calor. "Los mecanismos para hacerle frente son las soluciones arquitectónicas pasivas, como el aislamiento en fachada, las sombras y la ventilación natural hasta donde sea posible, y las instalaciones energéticas activas, como la aerotermia cuando sea necesario", señalan . Asimismo, también recuerdan que la normativa arquitectónica está cada vez más alineada con estas necesidades, que se están incorporando, por ejemplo, al Código Técnico de la Edificación y la Certificación de Eficiencia Energética. "En todo caso, es necesario garantizar una aplicación rigurosa e inteligente de esta nueva normativa, más allá del trámite administrativo".

"En Cataluña, la arquitectura sostenible ha ganado bastante en los últimos años y la tendencia hacia la sostenibilidad está en crecimiento. Comparada con otras regiones y países, Cataluña muestra un compromiso notable con la sostenibilidad en la arquitectura, todo y que hay margen para mejorar y avanzar", afirman Conchita Pedrós, vocal y responsable de comunicaciones de la Asociación Catalana de Facility Management (ACFM), y Joan Miró, director de Tbk Gestión de Edificios SL y también miembro de la junta de el ACFM.

"Se apuesta por la sostenibilidad en algunos edificios nuevos, pero el parque construido es muy grande, y es donde habrá que actuar con mayor intensidad en el futuro inmediato. La rehabilitación energética integral es un gran reto de país", añaden desde de ERF Energía & Sostenibilidad - WATTEGA.

Necesidades en un contexto de crisis climática

Según Pedrós i Miró, miembros de la junta de la ACFM, estos son los elementos a tener en cuenta para aportar soluciones al contexto actual de crisis climática a través de la arquitectura:

  • Reducción de la huella de carbono: Diseñar edificios que reduzcan las emisiones de CO₂ mediante el uso de materiales sostenibles, técnicas de construcción eficientes y procesos que minimicen el consumo de energía.
  • Eficiencia energética: Implementar sistemas que optimicen el consumo de energía, tales como aislamientos eficientes, iluminación natural, ventilación y sistemas HVAC inteligentes, para reducir la dependencia de energías no renovables.
  • Materiales sostenibles: Preferir el uso de materiales regenerativos, reciclados o de baja influencia ambiental y localizar la fuente de materiales para minimizar el impacto del transporte.
  • Diseño pasivo: Incorporar técnicas que aprovechen al máximo la orientación, la ventilación natural y la luz solar para reducir el consumo energético.
  • Gestión del agua: Implementar estrategias para captar, reutilizar y gestionar el agua de lluvia, y diseñar sistemas que minimicen el consumo de agua potable.
  • Espacios verdes: Incluir jardines, azoteas verdes o muros verdes que ayuden a mejorar la calidad del aire, reducir la temperatura urbana y fomentar la biodiversidad.
  • Resiliencia climática: Diseñar edificios y espacios que puedan adaptarse a los cambios climáticos futuros, como inundaciones o calor extremo, con materiales adaptativos y técnicas constructivas adecuadas.
  • Educación y conciencia: Fomentar la conciencia sobre la sostenibilidad entre los usuarios, y diseñar con los mejores ejemplos que puedan servir de educación para la comunidad.
  • Colaboración interdisciplinaria: Trabajar con expertos en sostenibilidad, ingenieros y urbanistas para crear soluciones integradas que aborden la crisis climática de forma holística.
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