Farmacéuticas

Cambios en Grifols: Víctor Grífols Roura deja la presidencia y Steven F. Mayer es el nuevo presidente ejecutivo

Grifols revoluciona la cúpula para calmar a los mercados

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Víctor Grífols Roura, presidente saliente de la farmacéutica catalana Grifols.

BarcelonaGrifols ya tiene su propio whatever it takes. La fórmula con la que Draghi calmó a los mercados respecto al futuro del euro ha sido la misma que la empresa catalana de derivados de la sangre ha aplicado este lunes para mandar un mensaje de tranquilidad a los mercados. Después de meses de vía crucis en bolsa, con una caída en el último año de cerca del 60% de su valor, la compañía ha querido dejar claro que hará lo que haga falta para tranquilizarlos. Y lo que haga falta, como se ha visto este lunes, es prácticamente todo.

De entrada, el histórico Víctor Grífols Roura, principal responsable del crecimiento meteórico de la compañía desde los años 80 hasta la actualidad, abandona la presidencia no ejecutiva y pasa a ser presidente de honor, a pesar de que se mantiene en el consejo de administración como consejero dominical. El nuevo presidente será Steven F. Mayer, que no solo será un presidente ejecutivo sino que además es una persona externa a la familia fundadora, de donde, hasta ahora, habían salido todos los presidentes del gigante mundial de los hemoderivados. "El mensaje está claro: el consejo hará todo lo que haga falta para recuperar la confianza del mercado", explicaban voces del sector este mismo lunes.

Steven F. Mayer, nuevo presidente ejecutivo de Grifols.

Desde su nuevo cargo, Mayer, que hace más de diez años que es consejero independiente de Grifols, estará por encima de los dos coconsejeros delegados, Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Deu, hermano e hijo del presidente saliente respectivamente. Los dos ven cómo la actual crisis de cotización de la empresa ha puesto punto y final a sus condiciones de máximos responsables ejecutivos de la compañía. Mayer fue codirector del fondo Cerberus Global Private Equity y presidente del comité de inversiones de Cerberus Capital Management. Mayer y los Grífols se conocieron a raíz de la compra de Talecris por parte de Grifols en 2010. En ese momento, Cerberus era el accionista de referencia en la empresa norteamericana, y los Grífols ofrecieron a Mayer un puesto en el consejo de Grifols por su profundo conocimiento del mercado.

La decisión se ha adoptado después de que el consejo de la empresa haya visto que la evolución en la bolsa no se revertiría sin un cambio de nombres. También ha ayudado el hecho de que el valor de cotización de Grifols (unos 5.500 millones este lunes) es inferior al de diferentes partes de la compañía por separado, como por ejemplo el negocio de China, el negocio de diagnóstico o sus centros de recogida de plasma.

Según ha informado la compañía en un comunicado, la apuesta por un veterano de la banca de inversión muestra el compromiso del consejo de administración con los objetivos estratégicos y el desendeudamiento de la empresa. Fuentes del sector han vuelto a descartar que haya ningún plan para hacer una ampliación de capital, y todavía menos de vender la compañía.

Una decisión histórica pero no traumática

Las fuentes consultadas por el ARA explican que el consejo ha adoptado esta decisión sin ninguna ruptura interna. "Queríamos mostrar a los mercados que aquí no nos enrocamos poniendo a otro Grífols al frente", explican fuentes próximas a la compañía. Estas voces admiten que los cambios anunciados este lunes son "un golpe" para Víctor Grífols Deu y Raimon Grífols Roura, pero solo a corto plazo.

Según apuntan, las posibilidades de los dos de llegar a la presidencia siguen intactas, y apuntan que Mayer podría ser un presidente que esté tres o cuatro años en el cargo antes de dejar paso, posiblemente, a Raimon Grífols Roura, que tiene 58 años. El otro consejero delegado, Víctor Grífols Deu, tiene 46.

Calma con la situación financiera

Desde Grífols han mantenido que a pesar del elevado endeudamiento de la compañía, que es de unos 9.000 millones después de haber llevado a cabo una agresiva política de adquisición de otras compañías, la situación es buena. "Seguimos teniendo ebitdas [resultados antes de intereses, impuestos y depreciación] de 1.200 millones, pocos pueden decirlo", explican estas voces. Además, destacan que el primer vencimiento de deuda es en 2025 (de unos 1.700 millones) y que el siguiente no llega hasta 2027.

Grifols tiene aproximadamente un 65% de la deuda a tipo fijo y, por lo tanto, no la verá aumentar con el incremento del euríbor de los últimos meses.

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