Carlos Tamayo: "Es interesante ver cómo un abusador sexual se convierte en la presa"
Carlos Tamayo (Masnou, 1995) tiene más de 710.000 suscriptores en YouTube y más de 187.000 seguidores en Instagram. Es, sin lugar a dudas, un influencer. A cámara siempre se le ve con una gorra roja a la inversa, una camiseta blanca y una camisa de cuadros. Es su uniforme de trabajo, que le ayuda a definir al personaje con el que se ha hecho famoso: un investigador inquisitivo que habla directamente a cámara y destapa sectas, estafas, pseudociencias y todo tipo de fraudes. Pero este personaje no se aleja demasiado de cómo es él en realidad: un hombre joven con mucha curiosidad a quien el cerebro le va tan rápido como habla y que ha conseguido hacerse su propio camino.
Tamayo –casi todos los que le conocemos nos dirigimos al apellido– no estudió periodismo, estudió cine en ESCAC y, aunque durante una temporada lo intentó, tampoco trabaja en un medio de comunicación convencional. Pero muchos de los vídeos que publica son auténticos reportajes de denuncia. Con uno de estos reportajes ha dado el salto a las plataformas: Como cazar a un monstruo, sobre un pederasta de El Masnou que actuó durante décadas con impunidad se acaba de estrenar en Prime Video. Es un relato que no se ajusta en nada a los formatos del periodismo convencional, pero que te mantiene pegado a la pantalla y no deja de ser periodismo de investigación.