Carrefour boicotea las marcas de PepsiCo en respuesta a "una subida de precios inaceptable"

BarcelonaLa multinacional francesa de supermercados Carrefour dejará de vender los productos de PepsiCo en Francia cuando se acaben las existencias, en represalia por las subidas de precios que le exige el grupo alimentario estadounidense, en un contexto de competencia marcado por la voluntad de contener la inflación de los dos últimos años. Además, Carrefour ha ampliado el veto a sus establecimientos de España, Italia y Bélgica a partir del próximo jueves.

Según un portavoz de Carrefour la medida se puso en práctica el jueves y consiste en dejar de vender los productos de Pepsico (con marcas como Pepsi, 7up, Lipton, Lay's, Bénénuts, Doritos y Alvalle) cuando se agoten los que tienen almacenados. Además, la empresa explicará la decisión a sus clientes con carteles cuando los productos ya no estén disponibles. En este aviso, junto con el nombre del producto, el mensaje está claro: "Ya no vendemos esta marca por una subida de precios inaceptable", según se ha visto en algunas tiendas de Carrefour en Francia.

Según la televisión francesa RTL , Pepsico exige subidas del 7% en las negociaciones que se están llevando a cabo entre las partes. Unas negociaciones que en Francia deben acabar entre el 15 y el 31 de enero –en lugar del 1 de marzo, como ocurría habitualmente– por una modificación introducida por el gobierno francés para intentar repercutir más rápidamente los descensos de precios de algunas materias primas. Pero hasta ahora, según explicó a Efe Dominique Schelcher, responsable de Système U, otra de las grandes cadenas de distribución del país, se cerraron acuerdos con pocos fabricantes y algunos, como Danone, ni siquiera comenzaron las discusiones.

Otras cadenas francesas también se plantean el boicot

De hecho, Système U se plantea apostar también por un boicot como el de Carrefour, una idea que también "tenta" a la cadena Leclerc (que tiene una docena de hipermercados en España). Michel-Édouard Leclerc explicó el jueves a la emisora ​​de radio France Info que los proveedores industriales les reclaman incrementos de precios de entre el 6% y el 10%, y en algunos casos hasta el 20%, cuando su compañía está buscando "la deflación". Sin embargo, Leclerc admitió que llegar a suspender las ventas de un producto es una política con la que una cadena de distribución no sale ganando, porque aunque "los consumidores no quieren pagar mucho, si no tienen su producto n van a la competencia".

En Francia la inflación acabó a finales de año en el 3,7%, dos décimas más que en noviembre. Los precios de los alimentos, aunque lejos de la cima del 16% en primavera, siguen muy por encima de estas cifras, con una subida interanual del 7,1% al finalizar el año (7,7% en noviembre) , y que repuntó en el caso de los productos frescos hasta el 8,8% en diciembre (6,6% en el mes precedente).