¿Discapacidades? ¡Supercapaces!

Las ciudades catalanas, cada vez más accesibles

En sólo siete años, 1 de cada 4 catalanes tendrá más de 65 años. Ante este escenario, Cataluña lleva tiempo incrementando los esfuerzos para avanzar en materia de accesibilidad, en campos que van desde el transporte hasta el urbanismo.

Ascensor y pasarela en Ciutat Meridiana
30/11/2024
3 min

Poder ir a comprar el pan sin toparse con obstáculos, detectar cuándo el semáforo se vuelve verde gracias a señales acústicas o visitar los museos sin problemas para leer los paneles. Cataluña lleva años avanza decidida hacia la plena accesibilidad. Este es, al menos, el compromiso transversal en el que ha trabajado el gobierno de Cataluña en las últimas décadas. El objetivo: hacer un país donde cualquier persona pueda realizar las actividades de la vida diaria de la manera más autónoma posible.

Una de las últimas acciones para contribuir a ella se aprobó hace justo un año, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra cada año el 3 de diciembre. El 28 de noviembre se aprobó el Código de Accesibilidad de Cataluña, un documento que detalla las medidas en materia de accesibilidad aplicables a la edificación, transporte, urbanismo, productos y servicios, tanto públicos como privados y en espacios ya existentes o los de nueva creación. "Se trata de un reglamento esmerado y ambicioso, que plantea un salto cualitativo y cuantitativo muy relevante respecto a la normativa actual, y supone un avance necesario para hacer de Catalunya un país plenamente accesible para todos", destacó el anterior ejecutivo .

El reglamento toma de punto de partida la ley de accesibilidad y adapta el marco normativo catalán a las directrices de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas. "Esto situará al país como un referente internacional en este ámbito", valoró la Generalitat. El nuevo Código sustituye a la regulación vigente desde el año 1995 y adecua, incorpora y armoniza las directrices incluidas en la normativa básica estatal y europea. Asimismo, profundiza en aspectos poco regulados, como la accesibilidad comunicativa y cognitiva o la adecuación progresiva del entorno.

El envejecimiento de la población

Las proyecciones de futuro prevén que en 2031 prácticamente uno de cada cuatro catalanes tenga 65 años o más, que se haya doblado el número de personas con cuatro o más problemas crónicos de salud y también que incremente el número de personas con discapacidad o dependencia. Las proyecciones estiman que en 2060 la población de 85 o más años se habrá triplicado. Con este reglamento, Cataluña situó la accesibilidad como un reto inaplazable y desarrolló la normativa para dotar al país de las herramientas necesarias para dar "la mejor respuesta a la tendencia demográfica del envejecimiento, así como para garantizar los derechos de las personas con discapacidad o con dificultades de interacción con el entorno”.

Pero, ¿qué propone exactamente el Código de Accesibilidad de Cataluña? El código de accesibilidad, con 199 artículos, establece tres grandes líneas de actuación. En primer lugar, busca mejorar las condiciones de accesibilidad en todo lo que se diseñe de nuevo, con regulaciones específicas para espacios naturales como las playas, calles de plataforma única, establecimientos hoteleros, piscinas o la instalación de videoporteros. El objetivo es consolidar una cultura de la accesibilidad que incluya a todos. En segundo lugar, pretende impulsar la transformación del entorno para eliminar barreras arquitectónicas, comerciales y digitales. Para los ayuntamientos, fija períodos de hasta 15 años, según el tamaño del municipio, para adecuar espacios y servicios. Por último, incorpora la accesibilidad comunicativa y cognitiva para garantizar la inclusión de personas con discapacidades sensoriales o intelectuales, con especial atención a los contenidos culturales y las artes.

El ejemplo barcelonés

El nuevo Código ya está espoleando los esfuerzos de los municipios catalanes en materia de accesibilidad. Un ejemplo lo encontramos en Barcelona, ​​donde la accesibilidad hace ya tiempo que es uno de los valores transversales en las políticas que impulsa el Ayuntamiento. Este verano, la ciudad ha aprobado un nuevo Plan de Accesibilidad. El documento actualiza los diagnósticos realizados en los últimos cinco años y tiene como objetivo alcanzar los estándares requeridos por la normativa vigente y por el nuevo Código de Accesibilidad de Cataluña. "Barcelona es una ciudad referente en el ámbito de la accesibilidad y ahora ha dado un paso más en el que demuestra su firme compromiso con la accesibilidad universal como base de la garantía de la igualdad de oportunidades", explica el consistorio.

Concretamente, el plan incide en 31 espacios museísticos de la ciudad gestionados por el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) en los que se incluyen museos, archivos, centros patrimoniales, centros de exposiciones y los espacios vinculados al Museo de Historia de Barcelona (MUHBA). El documento tiene un calendario de actuaciones previsto hasta 2030 y cuenta con un presupuesto total de 525.000 euros. Enmarcado dentro del Plan de Accesibilidad Universal de Barcelona (2016-2026) y del Plan de derechos culturales de Barcelona, ​​el documento se ha trabajado conjuntamente entre el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD) y el ICUB, y s se ha articulado a través de la diagnosis realizada durante los años 2019 y 2020.

¿Cómo es vivir en Skelleftea? Así es la ciudad más accesible de Europa, en Suecia

Transporte público totalmente accesible, ascensores en el espacio público y avisos sonoros en todas partes. Estos son tres de los aspectos que convierten a la ciudad sueca de Skelleftea en uno de los municipios europeos más adaptados para personas con dificultades de movilidad. Al menos, así lo valoró el jurado del Premio Ciudad Accesible 2023, que le otorgó la máxima distinción. El galardón, impulsado por la Comisión Europea con el apoyo del Foro Europeo de la Discapacidad, le reconoció su compromiso con la inclusión y el uso de estrategias innovadoras para garantizar la accesibilidad de las personas con discapacidad. Pero exactamente, ¿qué medidas ha implantado este pueblo sueco?

El municipio integra la accesibilidad en todos sus planes urbanísticos, con medidas pioneras como la instalación de señales táctiles y sistemas de calefacción geotérmica en los espacios públicos para evitar que la nieve y el hielo se conviertan en una barrera. El parque central y la zona fluvial de la ciudad, por ejemplo, cuentan con caminos adaptados para personas en silla de ruedas, bancos accesibles, ascensores e incluso mapas táctiles para ubicarse.

Asimismo, Skelleftea ha implantado un servicio de mensajería SMS para personas ciegas o con discapacidad visual que les informa sobre obras y obstáculos que encontrarán en la vía pública para que puedan planificar mejor sus rutas. El transporte urbano también es plenamente accesible, con autobuses equipados con rampas y pantallas con información textual y avisos sonoros. Otro aspecto destacado es la formación específica para jóvenes con discapacidad intelectual, que les ayuda a explorar la tecnología y desarrollar habilidades para una vida independiente.

La ciudad española de Córdoba y la capital de Eslovenia, Liubliana, fueron distinguidas con el segundo y tercer premio, respectivamente, en el marco del Premio Ciudad Accesible 2023. Además, otras tres ciudades recibieron menciones especiales por su compromiso con la mejora de la accesibilidad. Hamburgo (Alemania) fue reconocida por la calidad de su entorno construido; Grenoble (Francia), por la excelencia de su red de transporte público; y Mérida (España), por el desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación orientadas a la accesibilidad.

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