Compartimos tiempo juntos
Actividades sostenibles para aprender juntos y fortalecer los vínculos
Albert Tapia es informático, payaso y uno de los animadores deEl rinclowncito, que el pasado sábado impartía los talleres de Navidad organizados por el ARA con el apoyo de la Generalitat de Catalunya. La propuesta era disfrutar de una mañana mágica y creativa con los más pequeños, participando en actividades navideñas diseñadas para todas las edades. La programación consistía en un taller de adornos sostenibles para crear decoraciones navideñas con materiales reciclados y naturales; revivía estos dos elementos tradicionales de las fiestas; sábado diferente con talleres orientados a la tradición navideña, realizando actividades con materiales reciclados, reutilizando desde piñas hasta cajas de cartón, cuencos de comida para llevar o rollos de papel de inodoro, y alejándose de la vertiente más consumista de Navidad.
La motivación interna que Xavier mueve a pasar una mañana creando y acompañando a las familias es ampliar la dinámica de la vida: "Es una propuesta que nos permite cambiar el chip, volver a recuperar habilidades manuales, que en mi caso había dejado de desarrollar durante años. El público familiar es muy agradecido, tienen ganas de pasarlo bien, de compartir tiempo haciendo cosas diferentes y salir del entorno más digital, que todos lo tenemos muy presente". Todo el mundo estaba predispuesto a pasárselo bien, dejarse sorprender y aprender cosas nuevas.
¿Qué aporta el tiempo en familia?
La familia es el espacio social donde aprendemos a ser, a convivir, a socializar, a sentirnos queridos y amar. "Es la primera unidad social con la que convivimos y el espacio social donde aprendemos a estar, es donde puedes volver a casa en Navidad", asegura Mireia Cabero, docente de los estudios de psicología y ciencias de la educación de la UOC y directora de Cultura Emocional Pública. Comenta que la familia debería representar incondicionalidad, amor y un oasis de protección, así como la oportunidad de ser nosotros mismos. Lo ideal es que sea un espacio de autenticidad, cariño, ensayo y error y crecimiento, porque la familia evoluciona, con duelos y nuevas llegadas. Sin embargo, Cabero recuerda que no siempre es así, a veces la familia también es el origen de conflictos significativos que se cargan toda la vida. "Por eso es importante desarrollar buenos hábitos comunicativos entre los miembros de la familia y valores como la bonhomía, la ayuda mutua, el respeto al despliegue del otro y el feedback crítico y apreciativo a la vez", propone.
Liliana (50) quería aprovechar que el sábado era el cumpleaños de su hija Cristina (10), para hacer algo juntos. "Estos talleres son perfectos! Ya estamos de vacaciones, nos gusta dibujar, a ella le apetecía hacer manualidades y así hacemos algo diferente", dice la madre. Cuando Cristina era pequeña habían hecho talleres de musicoterapia, pero ahora hacía tiempo que no disfrutaban juntas de una actividad guiada y querían reanudar la costumbre. Cabero insiste en la importancia de que las familias cultiven tanto el "ser juntos" como el "hacer juntos", porque compartir actividades une, nos ayuda a conocernos más, a vincularnos y cohesionarnos a través de retos y disfrutes, ya disfrutar juntos. Recomienda que coincidiendo con la evolución de cada uno de los miembros de la familia, las actividades también cambien. El crecimiento de padres e hijos hace de brújula de las nuevas formas de relacionarse y actividades para hacer juntos. Así las actividades que comparten inicialmente –puzzles, juegos de mesa o ver dibujos animados–, van cambiando y se pueden compartir conversaciones, viajes, scape rooms, ir a conciertos o espectáculos culturales.
Entretenimiento que enriquece
Mientras Xavier (7) e Ignacio (8) acaban la carta a los Reyes, su padre, Toni (50), dice satisfecho que él acaba de escribir la suya. Él y la madre de las criaturas les propusieron pasar el primer día de vacaciones yendo a la Librería Ona. "Con tantos días de fiesta intentamos que no pasen todo el tiempo en casa", comenta el padre. Se saben afortunados, dicen que tanto en Barcelona como en las inmediaciones hay un montón de oferta de entretenimiento, aunque se llena rápidamente. La madre añade que talleres como estos hacen que crezcan, les incentiva la creatividad y les aporta algo más que pasear por la calle. Aun así, Toni es de la opinión de que tampoco es necesario realizar en todo momento actividades organizadas con las criaturas, "hay familias que no paran de hacer cosas. A nosotros también nos gusta no llenar todos los fines de semana, percibimos que estar por ellos en casa también es tiempo en familia, explicándoles cosas, jugando… son muy agradecidos".
En la familia el liderazgo más importante pertenece a los padres inicialmente, y poco a poco se convierte en un liderazgo compartido, "donde cada uno debe tener su sitio, su protagonismo y su singularidad apreciada", concluye Cabero.