Una consejería de Lengua, vale, pero "¿para hacer qué?"

Voces de diversos ámbitos defienden que la lengua debe tener más peso en el futuro gobierno, pero sobre todo piden más valentía política

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Presentación de la campaña por la lengua, con el símbolo de la Queta.

BarcelonaLa lengua catalana ha entrado en la precampaña electoral. Y no lo ha hecho por las diversas crisis que arrastra en los últimos años (los malos resultados escolares, la sentencia del 25% de castellano, la derrota en el uso social, etcétera) sino por la propuesta del presidente Pere Aragonès de crear una conselleria específica de Lengua la próxima legislatura. Es lo que han hecho algunos ayuntamientos después de las municipales, como el de Girona, Vic, Sant Cugat o la Garriga. El gobierno de Esquerra ya había elevado el rango del área de Política Lingüística, que pasó de dirección general a secretaría, pero sigue colgando de la conselleria de Cultura. Ara Aragonès propone dedicarle una conselleria específica ante la "preocupación" que considera que el país tiene por el uso social de la lengua. El catalán es el "nervio de la nación", además de un factor de "cohesión social", afirmó el miércoles.

"Hace años que pedimos que Lengua pase a depender de Presidencia; ahora no estaremos en contra de que sea una conselleria. Lo importante es que sea eje central de la actuación de gobierno, porque la lengua es transversal: es enseñanza, sanidad, justicia, exterior... Es necesaria estructura y dotación, pero sobre todo capacidad de actuar en todos los ámbitos para hacer las mejores políticas", afirma Òscar Escuder, presidente de Plataforma per la Llengua. El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, va por el mismo camino: "El debate no está en la forma sino en el fondo y en las actuaciones concretas. Es cierto que hay avances como la recuperación del SX3 o el incremento de la apuesta por el audiovisual, pero hay que dar un salto cualitativo de manera urgente. Este país debe aspirar a la normalización plena y sólo lo haremos si el catalán es una prioridad en todos los niveles y departamentos". El sindicalista y profesor Gerard Furest también vería más adecuado que Lengua colgara de Presidencia, porque "debería tener capacidad de bloquear propuestas de todas las consellerias que no beneficien a la lengua, como el Hard Rock", afirma. En los presupuestos previstos para 2024, la dotación de la Secretaría de Política Lingüística habría subido un 21%, hasta los 63 millones de euros. "Si fuera una conselleria quizá ascienda a 100 millones, como la de Feminismos, y estaría muy bien, pero la problemática de la lengua seguiría siendo transversal y, por tanto, necesita una jerarquía superior al resto de conselleries".

El escritor Joan-Lluís Lluís y el profesor Arnau Rius han sido algunas de las voces que han pedido esta consejería de Lengua Catalana, y la productora de cine Isona Passola la celebraría sin reservas. Joan-Lluís Lluís va más allá: "Me parece que tendría el efecto de visibilizar la situación de extrema urgencia en la que ha entrado el catalán. La conselleria es necesaria pero no suficiente. ¿Quién la llevará? ¿Con qué presupuesto? ¿Qué autoridad podrá tener para promover y defender la lengua?", plantea el autor norcatalán.

Furest celebra la preocupación de Aragonès por la lengua pero ve "improvisación" y "un trasfondo electoralista", sobre todo porque "en tres años han sido incapaces de firmar el citado Pacto Nacional por la Lengua". "Llevamos quince años muy por debajo del 50% de catalanohablantes habituales y que la situación es crítica; ¿por qué no se ha hecho hasta ahora?", se pregunta el profesor. El catedrático de sociolingüística catalana de la Universidad Rovira i Virgili y miembro del IEC Miquel Àngel Pradilla espera que el Pacto Nacional se pueda reactivar la próxima legislatura: "La situación de la lengua reclama decisiones importantes y nuevos compromisos. Si una conselleria implica más recursos y nuevas miradas, la vería con muy buenos ojos. Si se trata de una decisión emblemática, más emocional que instrumental, el mundo político haría bien en ahorrarnos un nuevo desencanto". Desde el colectivo DocentsCAT ven oportunismo: "Una conselleria más, ¿para hacer qué? ¿Podrían haber trabajado para impulsar el catalán y no han hecho nada cuando han tenido las herramientas para hacerlo. Que no jueguen con la lengua" , critican.

Furest señala que los principales ámbitos de quiebra de la lengua son el sistema educativo y el mundo profesional. "Esto no se solucionará con una conselleria sino utilizando los instrumentos que tienes: la inspección, la formación... Herramientas para hacer avanzar la lengua y garantizar los derechos lingüísticos ya existen", añade el profesor, la clave es "tener autoridad para hacer creer" a todas las conselleries, algo que no ocurre desde Cultura. El productor audiovisual Tatxo Benet también opina que es cuestión de determinación: "Una conselleria servirá si realmente hace una política de obligado cumplimiento del catalán, sin complejos. Si el catalán sigue siendo optativo y el español obligatorio, aunque pongas el Papa no conseguirás nada. Si una conselleria significa que hay un tramo legislativo nuevo para reforzar el catalán en muchos ámbitos, fenomenal. El problema del catalán es el complejo de inferioridad, entre los políticos y los catalanohablantes", sentencia el consejero delegado de Mediapro .

Los partidos ven electoralismo

La propuesta de Aragonès se ha recibido con escepticismo entre el resto de fuerzas políticas, pero, sobre todo, la han calificado de electoralista. Lo ha hecho el candidato del PSC, Salvador Illa, que le ha tildado de "cosita electoral". "No creo que este tema se solucione creando una consellera sino haciendo las cosas distintas", afirmó este jueves en una entrevista en RTVE. Aragonés le replicó enseguida: "Hablar sobre la lengua con esta trivialización demuestra el riesgo de dejar el país en manos de quienes siempre obedecen a Madrid en lugar de defender a Catalunya".

También criticó la promesa del presidente la candidata de los comunes, Jéssica Albiach, quien lamentó que Aragonés haya hecho "más propuestas" en precampaña que "políticas concretas en tres años". En cambio, desde Ciutadans, su candidato, Carlos Carrizosa, directamente ha rechazado crear una conselleria específica para el catalán porque "la lengua mayoritaria de los catalanes es el castellano, y merece estar en la educación y en las instituciones". "Es verdad que el catalán necesita que el Govern lo cuide y lo proteja, pero no a expensas del idioma mayoritario", concluyó este miércoles.

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