El coste económico de la eliminación del Barça en la Champions

BarcelonaNo pudo ser. Entre la plácida victoria del Benfica en casa contra el Dinamo y la incapacidad del Barça para ni siquiera hacerle cosquillas al Bayern, la afición culé no podrá disfrutar de la Champions en el Camp Nou y tendrá que acostumbrarse a los partidos en jueves en el estadio. La Europa League será el consuelo para los de Xavi Hernández en esta temporada de transición nacida del adiós de Messi y la nefasta herencia económica que la junta de Joan Laporta tiene que gestionar.

Los azulgranas no consiguieron el objetivo bajo la nieve de Múnich, con una plantilla debilitada en relación a las de cursos anteriores, y después de acabar la primera ronda de la máxima competición con siete puntos y un balance goleador negativo (dos a favor y nueve en contra). Las dos victorias por la mínima (1-0 y 0-1) contra el Dinamo de Kiev han sido insuficientes para driblar la primera eliminación en fase de grupos de la Champions en 21 años. Desde la temporada posterior al centenario que el Barça no caía tan pronto en la Copa de Europa. Los de Xavi estarán en el sorteo del lunes en Nyon, pero no en el de la Champions, sino en el de la Europa League, una competición inédita en el club bajo esta denominación.

La eliminación del Barça abre un punto y aparte en la temporada de transición que vive el equipo. Con la Liga prácticamente imposible, la Supercopa, la Copa del Rey y ahora la Europa League parecen objetivos más al alcance del nivel de la plantilla que hay. Pero, atención, porque en el segundo torneo continental, que el Camp Nou no ve desde 2003, hay rivales bastante potentes. Por ejemplo, los dos clubes ingleses, el West Ham y el Leicester, parten entre los principales favoritos. El Lyon, el Monaco y el Olympique de Marsella también son oponentes serios, así como los equipos que, igual que el Barça, vienen de la Champions: el Oporto, el Leipzig, el Borussia Dortmund, el Zenit o el Sevilla.

Menos primas salariales

Si deportivamente es relevante que el Barça no haya podido conservar la condición de equipo de Champions, la lectura en clave económica tampoco se queda corta. De entrada, porque mantener la plaza en la máxima competición habría ayudado a conseguir patrocinadores, un objetivo imprescindible para que la institución pueda recuperar ingresos en un ejercicio, el 2021/2022, en el que todavía se prevén pérdidas. Más allá de los patrocinadores que se buscan, y de los que se habrían podido renovar más fácilmente, el dinero también habría procedido de la misma competición para el simple hecho de continuar. De todas las cantidades asociadas a esta clasificación frustrada, la mayor era de 9,8 millones, que es lo que percibe cada equipo que consigue superar la fase de grupos.

Así mismo, jugar los octavos de final habría permitido aspirar a ingresar 10,6 millones más en caso de clasificación para los cuartos. De hecho, esta es la cifra que el Barça históricamente calcula en los presupuestos de ingresos de cada año, si bien es cierto que, a efectos de salarios deportivos, llegar tan lejos en la Champions también comporta más gasto. Ahora, ir a la Europa League puede llegar a suponer 15,6 millones solo en caso de ganarla. Por lo tanto, el CEO Ferran Reverter y el vicepresidente Eduard Romeu tendrán que rehacer las previsiones para poder enderezar los números de un club con la deuda disparada y excedido en materia salarial.