La defensa de Alves intenta contrarrestar el riesgo de fuga para que salga de la prisión
Los abogados del futbolista presentan un recurso de apelación contra la privación de libertad provisional
BarcelonaLa defensa de Dani Alves, capitaneada por el abogado Cristóbal Martell, ha presentado este lunes ante el juzgado de instrucción número 15 de Barcelona un recurso de apelación contra la decisión de la magistrada de dictar prisión preventiva para el futbolista por una presunta agresión sexual, según fuentes consultadas por el ARA. Hace dos semanas que el deportista brasileño duerme entre rejas en Brians 2 y el principal objetivo de su equipo jurídico es intentar contrarrestar el riesgo de fuga que la jueza tuvo en cuenta para enviarlo a la prisión. Lo han hecho con un escrito de 20 páginas, según fuentes jurídicas consultadas por Efe, que valorará la Audiencia de Barcelona, un estamento superior al de la juez que dictó la prisión provisional.
La declaración de hace dos semanas de Alves fue caótica: dio tres versiones diferentes de los hechos, en las que pasó de asegurar que no conocía a la víctima a decir que él había sido el sujeto pasivo de la agresión sexual. Las contradicciones del futbolista, junto con una declaración sin fisuras de la mujer y unas pruebas aportadas por los Mossos que, de momento, avalarían la versión de la víctima, hicieron concluir a la jueza que había indicios sólidos de delito. Ahora bien, para determinar la prisión provisional hubo dos elementos todavía más importantes: su capacidad económica y su nacionalidad.
No es un secreto que Alves tiene mucho dinero después de dos décadas siendo jugador de fútbol profesional de élite, y esto para la magistrada quiere decir que tiene capacidad económica para huir si quisiera. En la misma vista de hace dos semanas salió este tema: si quisiera, no tendría dificultades para conseguir un avión privado que lo llevaría a cualquier punto del mundo. Y si lo llevara a Brasil todavía se complicaría más la situación. El futbolista tiene la doble nacionalidad española y brasileña, y con Brasil no hay ningún convenio de extradición que permita a la justicia española hacer volver a un imputado de esta nacionalidad. Además, en la vista Alves dejó claro que tenía que volver a entrenar con el Pumas de México, su equipo hasta que entró en prisión y el club optó por rescindirle el contrato. Todo ello hizo concluir a la juez que había riesgo de fuga.
Ahora, la defensa del futbolista ha ido a la Audiencia de Barcelona –es decir, opta por que valore la decisión un tribunal diferente al que lleva la instrucción del caso– para intentar que su cliente salga de la prisión. Lo ha hecho haciendo pivotar su argumentario en cuatro ejes. Primero, que Alves ya no juega en el Pumas de México porque lo despidieron a raíz de la presunta violación y, por lo tanto, no tiene que viajar al continente americano. Segundo, que está arraigado en Catalunya, con una casa en Esplugues de Llobregat a nombre suyo. Tercero, que tiene una predisposición total a aceptar cualquier medida cautelar. Es decir, que aceptaría llevar una pulsera telemática para que estuviera localizable todo el rato, que le retiraran el pasaporte o pasar a firmar, si hace falta, cada día por los juzgados. Y, por último, la actitud que ha mostrado hasta ahora de colaboración con la justicia. Básicamente, que se presentó voluntariamente ante los Mossos d'Esquadra sabiendo que sería detenido.
Consentimiento
Con la llegada de Martell al equipo jurídico de Alves también se está tejiendo una nueva estrategia para construir una nueva versión de los hechos sin tantas fisuras. El recurso de apelación todavía no busca corregir las contradicciones del futbolista, puesto que se centra en el riesgo de fuga, pero Martillo ya ha apuntado por dónde irá el nuevo relato de Alves. Ahora aceptará una relación sexual en el baño de un reservado de Sutton el 30 de diciembre del año pasado, pero asegurará que fue consentida. ¿Y por qué hasta ahora no lo había aceptado? Según fuentes de su defensa, porque no quería admitir una infidelidad a su mujer.