

Quizás el tema de este artículo de opinión era previsible, pero es que no dejan de sorprender ciertos comportamientos. Cercanías lleva muchos años sin funcionar bien y eso desgraciadamente no era noticia. Pero ahora ya raíz de las últimas obras en el túnel de Roda, autobuses lanzadera, retrasos, catenarias, pasajeros hartos que bajan del tren, huelgas y, ahora, manifestaciones de los usuarios, empieza a no tener nombre.
La sociedad está harta de ver cómo se la juegan cogiendo los trenes sin saber si llegarán o no llegarán a la hora a su puesto de trabajo. Muchas personas optan por coger el coche (si es que lo tienen) y se encuentran con atascos para entrar en las diferentes capitales, eso sin contar con que entre que encuentran aparcamiento, cogen los túneles del Garraf y la gasolina, el viaje les saldrá por un ojo de la cara. Eso sí, debemos ser sostenibles y no coger el coche. Claro, como funciona tan bien Cercanías...
Ante esta situación, ¿qué hacen los políticos? Lanzarse la mierda unos a otros. Pero, atención, no se deje engañar. Todos los partidos políticos tienen su parte de responsabilidad. Hace más de veinte años que no se invierte en Cercanías y lógicamente, si no se hacen pequeñas mejoras, al final, todo se estropea. Pero en veinte años ha habido muchos gobiernos y nadie ha invertido como era necesario. Esto es lo que estamos pagando ahora, recordémoslo cuando nos intenten vender otro discurso.