Los destinos sostenibles, cada vez más populares
Los turistas están cada vez más preocupados por el impacto medioambiental y social que generan sus escapadas. Por suerte, la industria, con los alojamientos y los organizadores de actividades al frente, está situando la sostenibilidad en el centro de su estrategia. Construir entre todos un modelo turístico respetuoso con el entorno y con las comunidades que residen en él nos interpela a todos
El 86% de los turistas españoles consideran importante viajar de forma sostenible y el 74%, además, expresan su deseo de dejar los lugares que visitan en mejores condiciones de cómo estaban a su llegada, una intención que desde el año pasado , cuando el porcentaje se situaba en el 67%, ha aumentado notablemente. Así se desprende del nuevo Informe de Viajes Sostenibles 2024, publicado recientemente por Booking y basado en la información facilitada por más de 31.000 personas de 34 países. El informe de Booking también señala que Canarias, Cataluña y Andalucía son las regiones del Estado con más alojamientos con certificado sostenible. En nuestro país, apuntan, destacan localidades como Barcelona, Salou y Lloret de Mar. Esta última, precisamente, se convirtió hace tan sólo unas semanas en el primer destino turístico mundial en estar certificada por Bioscore, una certificación en gestión sostenible avalada por diversas OTA (agencias de viajes online, por sus siglas inglesas) como Booking , Destinia y Greenhotels. Lloret de Mar cuenta ya con 27 establecimientos hoteleros acreditados con la certificación de sostenibilidad Bioscore, lo que supone más de 15.000 plazas hoteleras, el 50% del total.
El ecoturismo, en auge
Observar de primera mano el patrimonio paisajístico de nuestro país y adentrarse en los secretos de cada uno de sus rincones gracias a la inestimable labor de un guía de naturaleza especializado, y hacerlo, además causando el mínimo perjuicio al entorno . Éste es el valor añadido de los planes que se engloban bajo la denominación ecoturismo, que cada vez ponen en práctica a más visitantes, tanto de proximidad como extranjeros. Las actividades de ecoturismo y turismo sostenible son, de hecho, la mejor forma de adentrarse en uno de los enclaves más ricos que tenemos en nuestro país, el delta del Ebro. Tal y como apunta Anna Borràs, presidenta de la Asociación de Empresas de Ecoturismo del Delta del Ebro, la ubicación de la zona, “un espacio natural de alto valor, donde nidifican miles de aves, en el que actividad humana convive con total armonía con la naturaleza y que, sin embargo, es un territorio de gran fragilidad que ve su futuro en grave peligro”, hace que el turismo que se desarrolla tenga que estar apoyado en claves “como el respeto, la defensa y la convivencia”. A su juicio, "hay que poder observar el territorio con prudencia, apostar por la sostenibilidad y la preservación apreciando el medio tanto natural como cultural y acoger y sensibilizar a los visitantes sin dejar de tener en cuenta el bienestar de las poblaciones locales".
El turismo que visita el delta del Ebro es sobre todo familiar, suelen ser grupos de edades diversas y por tanto con necesidades y talante diferentes. Tal y como sugiere Borràs, la mejor forma de conocer el Delta es en bicicleta: “Disfrutamos de un territorio totalmente plano que permite pedalear sin apenas dificultad y disponemos de una amplia red de senderos adecuados que atraviesan arrozales y llegan a miradores, playas y otros puntos de interés”. Por tanto, prosigue, “se puede combinar la bicicleta con la observación de aves o la navegación tranquila por el río”. Todo ello, sin dejar de lado “las actividades de mar: kayak, pádel surf, windsurf, paseos en barca y, naturalmente, el baño”, apunta Borràs, quien señala que la gastronomía también se consolida “como experiencia más allá del plato en la mesa”. Visitas a los arrozales ya los molinos de arroz, demostraciones de paellas y catas de productos deltaicos maridados con vino de la DO Terra Alta se consolidan como otras propuestas sostenibles que ponen en valor el territorio, una tarea que comparten las más de 40 empresas asociadas .
Modelo turístico arraigado en el territorio
La Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) de la Garrotxa tiene por objetivo el desarrollo sostenible desde una mirada centrada en la conservación del territorio, la movilidad, la experiencia del visitante y la salud, para poder mejorar la calidad de vida de las personas y del entorno natural. En este marco, tal y como destaca Turina Serra, gerente de Turisme Garrotxa, en el período 2021-2025 se busca que la estrategia de la CETS “evolucione hacia un aglutinador y modelo de referencia de gestión territorial en torno al turismo sostenible y la conservación, aplicando nuevas formas de gobernanza, transformación territorial y sostenibilidad para todas las personas que residen o visitan la zona”. La CETS y la marca Gestión Sostenible de la Garrotxa y Collsacabra (CGS) son dos herramientas que la asociación pone al alcance de aquellas empresas turísticas que quieran trabajar en la línea de sostenibilidad, hecho que pone de manifiesto lo necesario que es la cooperación entre los distintos actores que conforman la industria.
Serra afirma que durante los meses de verano los espacios más frecuentados son las zonas más sombrías y frescas de la Garrotxa, como las zonas fluviales de la comarca, algunas de las cuales disponen de herramientas de gestión para regular el afluencia. “Es el caso –puntualiza– de las pozas del Espacio Protegido del Brugent, en Sant Feliu de Pallerols y Les Planes d'Hostoles; de los de la zona de Sadernes y Sant Aniol de Aguja, en Montagut y Oix; de los de la riera de Sant Martí, en Santa Pau, y los del río Gurn en el área de Els Pins, en la Vall d'en Bas”. El sector central del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, parte del cual es muy boscoso, junto con los núcleos urbanos de Besalú, Santa Pau y Olot son “lugares que registran una notable afluencia durante todo el año, y también durante los meses de verano”, concluye Serra.
A pesar de reunir una oferta turística muy heterogénea, los campings gerundenses llevan muchos años apostando por un compromiso con el medio ambiente. Tal y como apuntan desde la Asociación de Campings de Girona, "los clientes, que buscan un contacto con la naturaleza, lo piden y el sector siempre ha querido ser el máximo de competitivo en relación con otros grandes destinos europeos". Casi la mitad de los campings están certificados con distintivos sostenibles y ecológicos, como ISO 14001, Biosphere, Ecolabel, CETS y EMAS, y es que, tal y como destacan desde la asociación, “el sector lleva 25 años trabajando en términos de sostenibilidad , consciente de que el entorno es uno de sus principales activos, y las inversiones priorizan este ámbito”.
En 2024 los campings de la demarcación han invertido un total de 5 millones de euros en diversas medidas e instalaciones para seguir siendo líderes en sostenibilidad. En este sentido, el sector ha logrado reducir en los últimos 20 años más del 50% del consumo de agua, tal y como revela la encuesta de indicadores hídricos y de sostenibilidad de los campings de Girona, realizada por la propia asociación. No en vano, el 74% de los campings utilizan sistemas de reutilización de agua o tienen depuradora propia, y muchos establecimientos reaprovechan el agua de lluvia, sobre todo para los inodoros y para el riego. Por otra parte, apuntan desde la asociación, "más de la mitad de los establecimientos tienen implementados sistemas de domótica para controlar las calderas y el riego, entre otros". Este año tres campings de la región –Wecamp Santa Cristina, Wecamp Cadaqués y Wecamp Cala Montgó de l'Escala– han recibido el certificado Biosphere, un reconocimiento que en 2018 ya recibió el de Begur, que se convirtió en el primer camping europeo a recibir la certificación. El de Begur, de hecho, también ha sido el primero de las comarcas gerundenses en obtener la etiqueta ecológica de la UE Ecolabel, concedida a través de la consejería de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.