La Denominación de Origen Penedès es la que tiene mayor tradición de Cataluña. Suma un total de 2.700 años de historia, que se han podido demostrar gracias a los trabajos en el yacimiento de Font de la Canya, en Avinyonet del Penedès, con hallazgos como un busto de la diosa griega de la tierra y la agricultura, Demèter . Esta denominación de origen se extiende a lo largo de una franja del territorio entre el mar y la montaña a medio camino entre Barcelona y Tarragona.
El suelo y el clima diferencian a la DO Penedès en 10 zonas marcadas por un carácter único, que van desde el mar hasta más de 800 metros de altitud. La variedad de uva más importante es el xarel·lo para los vinos blancos. En cuanto a los vinos tintos, la producción en la DO Penedès significa el 35% de las botellas totales que se elaboran.
Pero la historia no es lo único que hace especial a esta comarca en su tradición vitivinícola. El Penedès tiene una filosofía a la hora de elaborar sus vinos que les otorga un toque especial y un excelente sello de calidad. Una calidad y una excelencia que son fruto de la tradición y la antigüedad, pero también de su capacidad de innovación y, al mismo tiempo, de actualización. Los viticultores, enólogos y bodegas de la DO Penedès han sabido unir pasado y presente mirando al futuro y tomar el compromiso de elaborar vinos 100% ecológicos con la determinación de utilizar técnicas que sean sostenibles con el planeta.
La DO Penedès concentra hasta 150 bodegas en una extensión de cultivo de viñedo de 2.500 hectáreas. En Catalunya, en total, se producen 340 millones de botellas de vino –90 de vino tranquilo y 250 espumoso–, un 50% de las cuales se comercializan en Catalunya. El resto se comercializa en España y en el exterior –principalmente en Reino Unido, Suecia, Alemania y Estados Unidos.
Además de la DO Penedès, Cataluña dispone actualmente de diez denominaciones de origen más de producción de vino, aparte de la DO Cava: Priorat, Montsant, Terra Alta, Cuenca de Barberá, Tarragona, Cataluña, Costers del Segre, Empordà, Pla de Bages y Alella.
La Ruta del Vino del Penedès
Hacer la Ruta del Vino del Penedès es sumergirse en el corazón de ese territorio vitivinícola y conocer qué hay mucho más allá de una copa de vino. El enoturismo es uno de los principales atractivos para visitar el Penedès, más allá de la belleza de sus paisajes de viñedos cultivados. Visitar la DO del Penedès es la forma más auténtica de descubrir su entorno rural, sus tradiciones y qué representa la cultura del vino en esta región.
La DO Penedès y su oferta enoturística ponen a disposición del visitante experiencias en las que el mundo del vino es el denominador común. En total se pueden visitar hasta 72 bodegas, que tienen las puertas abiertas a los visitantes y, además, también existen 49 establecimientos hoteleros, 31 restaurantes y 26 empresas de actividades relacionadas con el ocio y el turismo implicadas en esta ruta.
Así pues, visitando el corazón de la Cataluña vitivinícola se puede encontrar todo lo que puede desear un amante de la tierra y del buen vino: un quebradizo de viñedos mediterráneos, pequeñas bodegas familiares, bodegas imponentes, una colección de vinos amplia y generosa que satisfará a cualquier visitante, en cualquier momento del año.
El enoturismo en Cataluña
Detrás de cada botella que se produce en Cataluña existe un universo que se te muestra al destaparla. Y al probarla, te revela su carácter franco, la naturaleza del paisaje en el que ha nacido, la personalidad de quien la ha forjado y el espíritu de quien la ha hecho crecer.
Viajar por todos los rincones del país, evocar paisajes, escuchar a personas, sumergirse en su historia y compartir un legado milenario, entender sus orígenes, empezar una botella, sentir el viaje y saborear la vida: esto es el experiencia del enoturismo en nuestro país.
En total, Cataluña dispone de más de 300 bodegas visitables. Te abren las puertas de su casa para que pruebes sus especialidades y, al mismo tiempo, conozcas su contexto histórico, social y cultural, que convierte nuestra casa en un destino enoturístico único.
En estas más de 300 bodegas, y también en los setenta bodegas de la Ruta del Penedès, podrás conocer desde la llegada del cultivo del viñedo a nuestra casa hasta el centenar de bodegas cooperativas de estilo modernista –conocidas como catedrales del vino–, las barracas y los lagares de piedra recuperados en medio de los bosques, los museos de la vida campesina, las fiestas tradicionales dedicadas en el vino que todavía se conservan y las grandes bodegas del país que se levantan como símbolos contemporáneos de la importancia del vino en la gastronomía catalana.
Y es por eso que podemos decir que en Cataluña el vino es cultura.
Espacio Amparo Moliner: DO Penedès
La DO del xarel·lo i no només del xarel·lo
Si va al Vinseum —y es una recomendación que le hago con todo el corazón— descubrirá unas semillas carbonizadas y mineralizadas, de Vitis Vinifera, que son la prueba más antigua del cultivo de la viña de la que tenemos noticia en Cataluña. En el Penedès se hace vino desde el principio de los tiempos.
Hoy, la DO saca al mundo diecinueve millones de botellas, que son muchísimas botellas. Con estos números, esta DO está haciendo un trabajo para cuidar el paisaje, para dar cobijo a los jóvenes viticultores, inquietos y comprometidos con la tierra, que abren camino, que tienen ganas de hacer cosas nuevas, y las hacen. Muchos de estos jóvenes, ellos y ellas, son hijos de payés, y no quieren, como los padres, vender el vino, sino que quieren hacerlo ellos. Y lo hacen con todo el talento. Al mismo tiempo, el Penedès lucha para que los campesinos cobren un precio digno por las uvas.
El Penedès es la DO del xarel·lo, una variedad extraordinaria, que va sola en el mundo y enamora. Ah, pero en el Penedès se hacen, claro, vinos tranquilos tintos tan excepcionales... Y estos sí que debemos conocerlos y quererlos.
En 2025 que tenemos cerca, esta DO será la primera 100% ecológica. No harán menos botellas, entonces, porque la mayoría de las bodegas de la DO ya son. Aquí se hacen algunos de mis vinos preferidos.