Farmacia

La empresa que heredaban las mujeres pero dirigían los hombres (hasta ahora)

Laboratorios Montplet, que ha tenido un pico de ventas de gel desinfectante, apuesta ahora por el repelente de piojos

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La empresa que heredaban las mujeres pero que dirigían los hombres (hasta ahora)

El nombre quizás no os resultará familiar, pero si miráis vuestro botiquín es muy posible que el alcohol o el agua oxigenada que tengáis sean de la marca Montplet, una empresa familiar de distribución de alcohol etílico y venta de productos farmacéuticos para la desinfección y el cuidado de la piel, como gel antiséptico o yodo. Montplet se fundó en 1889, gracias a Jaume Prunés Font, como almacén y fábrica de rectificar alcohol, y sus principales clientes eran la industria química y farmacéutica y las fábricas de bebidas destiladas.

Como no tuvo descendencia, el negocio familiar pasó a manos de su sobrino, Francisco Montplet Prunés, que cambió el nombre de la empresa por el actual Montplet y fundó, además, las destilerías Montplet, dedicadas a la fabricación y venta de licores. Eran los propietarios del desaparecido quiosco de bebidas en la rambla de Canaletes. Francisco Montplet diversificó el negocio entrando en el sector de la perfumería, por ejemplo. Desde entonces la empresa, que desde el 2018 tiene dos áreas de negocio separadas -Alcoholes Montplet, dedicado a la importación y distribución de alcoholes para la industria, y Laboratorios Montplet, para los productos farmacéuticos y cosméticos-, ha pasado de madres a hijas.

Francisco Montplet tuvo cuatro hijas pero, a pesar de heredar la empresa, ninguna entró en el negocio y fueron sus maridos los que la gestionaban. No es hasta la quinta generación cuando encontramos a una mujer al frente, Vanessa Montfort, bisnieta de Francisco Montplet. Ni su madre ni su abuela, antes, habían cogido las riendas del negocio familiar. “Mi abuela, Marta Montplet, que murió el diciembre pasado con 92 años, estaba muy orgullosa, le hacía mucha ilusión que dirigiera la empresa, porque ella tenía la espina clavada y se reflejaba en mí, pero su padre no se lo habría permitido nunca. Él decía que las mujeres tenían que estar en casa o en el Liceu”, recuerda. Ella no solo la dirige, sino que también está capitaneando el cambio de rumbo de la compañía. Montplet, que también elabora desinfectantes y repelentes de insectos para terceros, quiere optar ahora por la marca propia a través del canal de farmacias, y este mes lanzará la nueva línea Newell de antirepelentes de insectos y piojos.

En el cambio de estrategia ha pesado también el rol de madre de Montfort y del resto de directivas -el 40% de la plantilla de cien trabajadores son mujeres-. Quien tenga hijos pequeños en casa ha convivido en algún momento con los piojos y las picaduras de insectos. “Nos preguntamos: «Nosotros, como madres, ¿qué querríamos para nuestros hijos?» Y queremos productos eficaces pero que sean cuanto menos perjudiciales y tóxicos para la piel mejor”, explica Monfort. En este sentido, la responsable de marketing, Montse Ortega, comenta que también han tenido en cuenta la opinión de los pequeños de la casa, que los han empujado a elaborar una línea de productos que sea sostenible y respetuosa con el medio, tanto en las fórmulas como en el packaging. A pesar de que la producción para terceros sigue siendo el negocio principal, la creación de producto y marca propia es una línea incipiente que resulta “muy alentadora para el equipo” y quiere ser una apuesta de futuro. “Estábamos acostumbrados a recibir instrucciones y ahora nosotros decidimos qué hacer y cómo”, añade Ortega. Este cambio de estrategia ya se había decidido antes del estallido de la pandemia, pero el covid lo ha acelerado. Ahora solo el 5% de la facturación total del grupo, que sube a más de 60 millones de euros, proviene de la marca propia Montplet, pero el objetivo es que esta cifra aumente.

El covid ha revalorizado los antisépticos, el alcohol y el gel desinfectante de Montplet. “Siempre hemos estado en tu casa y no lo sabías porque son productos muy básicos, pero con el covid hemos notado que el consumidor aprecia el valor del producto que hacemos”, dice Montfort. Durante el pico de la pandemia, Monplet incrementó un 30% la producción de gel hidroalcohólico y, aún así, no pudieron cubrir el aumento de la demanda. Con el covid, su experiencia se ha puesto en valor y esto los ha animado a apostar por su marca. Según Montfort, este afán innovador no es nuevo. “La empresa, ya desde el bisabuelo, siempre ha sido aventurera”. Y ahora, además, con un liderazgo femenino: “La toma de decisiones es más colaborativa y no tanto 'ordeno y mando'”.

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