Nuevo curso, nuevos másteres

¿Quién se encarga de acreditar la calidad de los grados y másteres?

En Cataluña, todos los grados y másteres oficiales pasan por un sistema de evaluación riguroso con el objetivo de garantizar su calidad. La encargada de supervisarlo es la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña, la agencia pública que valida y acredita a los títulos universitarios.

Un aula de una universidad
13/09/2025
3 min

Un logo azul con las siglas AQU y dos palabras: "Acreditación favorable". Éste es el distintivo que las personas interesadas en estudiar un grado o un máster oficial en Cataluña se encuentran a menudo cuando consultan la información. Pero pocas saben qué significa exactamente. Es el sello de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU Catalunya), el órgano encargado de evaluar, verificar y acreditar los estudios superiores. Su objetivo es claro: asegurar que la oferta universitaria del país se ajusta a los estándares europeos y responde a las necesidades sociales y laborales.

"La AQU realiza una evaluación externa, independiente y técnica de los estudios, basada en los estándares europeos de calidad", explica Esther Huertas, jefe de Calidad de la agencia. Este proceso se activa en el momento en que una universidad desea crear un nuevo título oficial, sea un grado, un máster o un doctorado. La universidad diseña la propuesta, la valida internamente y la presenta en la dirección general de Universidades. Una vez aprobada a escala autonómica y registrada en el ministerio de Universidades, entra en juego la AQU.

Un proceso complejo, pero riguroso

Cuando AQU recibe la propuesta de un nuevo título oficial, inicia el proceso de verificación. Una comisión de expertos independientes –formada por docentes, profesionales, estudiantes y, en algunos casos, representantes institucionales– analiza la memoria académica del programa y emite un informe. Este informe examina cuestiones como la coherencia del plan de estudios, la idoneidad del profesorado, los sistemas de evaluación, la organización de las prácticas, la inserción laboral prevista o la sostenibilidad del programa.

"Todo el proceso está pensado para que la resolución llegue antes del Salón de la Enseñanza, una fecha clave tanto para los estudiantes como para las universidades", explica Huertas. Esto implica trabajar con dos años de antelación respecto al inicio previsto del nuevo grado o master. De esta forma, intentan asegurar que las personas interesadas reciban la información con tiempo y garantías.

Una vez verificado y aprobado, el título ya puede ofrecerse oficialmente. Pero el sistema no se detiene aquí: cada programa entra en un ciclo de seguimiento y mejora continua. Cada seis años, los títulos pasan por un nuevo proceso de acreditación, que puede ser individual (para titulaciones concretas) o colectivo (si el centro universitario se ha acreditado institucionalmente). En este segundo caso, se realiza una auditoría global del centro y se evalúan conjuntamente todos sus títulos oficiales.

En cualquier caso, la acreditación final implica una visita externa en el centro y una nueva evaluación cualitativa. "Es un sistema intensivo, pero garantiza que la calidad se actualiza y no queda congelada en el momento de creación del título", apunta Huertas. Si el resultado es positivo, el título se mantendrá acreditado. Si no lo es, se abre un proceso de mejora y revisión, o puede incluso perder la condición oficial.

Una agencia pionera en España

AQU Catalunya nació en 1996 como la primera agencia pública de evaluación universitaria del estado español. Su creación se enmarcó en un contexto europeo de modernización de la educación superior, marcado por los inicios del proceso de Bolonia. Desde sus orígenes, AQU ha tenido como objetivo garantizar que los títulos universitarios que se ofrecen en Cataluña cumplen estándares de calidad comparables a los de los países más avanzados. A lo largo de los años, la agencia ha ido asumiendo más responsabilidades: desde la evaluación de la calidad docente del profesorado hasta la publicación de indicadores de inserción laboral y encuestas de satisfacción de los titulados. Hoy es miembro de pleno derecho de las redes europeas de agencias de calidad y es reconocida como pieza fundamental del sistema universitario catalán.

"Somos un agente externo, pero con un compromiso muy claro con la mejora del sistema universitario", subraya Esther Huertas. Desde su punto de vista, la función de la AQU no es sólo evaluar o verificar, sino acompañar a las universidades en el proceso de garantizar y mejorar la calidad de sus enseñanzas. "Queremos que la ciudadanía pueda confiar en los títulos que se ofrecen en nuestro sistema universitario", añade. Esta mirada –técnica, rigurosa y colaborativa al mismo tiempo– es la que ha consolidado la AQU como un referente europeo en calidad universitaria, con más de 25 años de experiencia y una vocación clara: poner el conocimiento al servicio de la sociedad.

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