'EPIC FAILS'

Envision: el ordenador de Olivetti que no compró nadie

Marc Amat
3 min
Envision: el ordenador de Olivetti que no compró nadie “A menudo aparecen nuevos productos pensados exclusivamente desde la óptica empresarial y dejando de lado una pregunta clave: ¿realmente el invento va a solucionar un problema al consumidor?”, destaca Xavier Amores , director del MBA de la UdG, que considera "vital" medir bien el valor del nuevo aparato para saber si puede tener éxito.

LA PEQUEÑA CIUDAD de Ivrea, perdida en medio del Piamonte (Italia), pasaría totalmente desapercibida si no fuera porque tiene más de 2.000 años de historia; porque hacen uno de los Carnavales más antiguos del país, y porque, desde 1908, se levanta también el majestuoso complejo industrial de Olivetti. Durante la década de los años 30, el célebre coloso de las máquinas de escribir eligió al municipio para construir la sede empresarial y levantar el majestuoso centro de producción que, años más tarde, arrancó elogios de los arquitectos. De hecho, el complejo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2018.

El 1 de septiembre de 1995 la periodista Yolanda Camargo pisaba los pasillos de la sede de Olivetti. DealerWorld, un medio especializado en tecnología, le había acreditado para que explicara a sus lectores cómo sería la flamante Olivetti Envision. Era la gran apuesta de la emblemática compañía por dar el salto de las máquinas de escribir a los ordenadores portátiles y la compañía había organizado una rueda de prensa para enseñarla al mundo. En su crónica, Camargo recogió las palabras de Giovanni Venanzi, director de marketing de la unidad de sistemas portátiles de Olivetti: “Nos hemos dado cuenta de que la mayoría de ordenadores en Europa están diseñados para su uso profesional, pero ¿si queremos utilizarlos en casa para cosas que no sean del trabajo, es necesario que tengan las mismas prestaciones?”

De lo que se dijo en aquella sala del complejo de Olivetti en Ivrea también habló Nicola Saldutti, periodista del Corriere della Sera, que destacó en un extenso artículo que Olivetti había decidido “crear un ordenador pensado especialmente para el público familiar” en el que la palabra simplicidad era la esencia del producto. En definitiva, Envision era un ordenador fabricado expresamente para convivir en el entorno doméstico. De hecho, la empresa ya lo había recalcado a la hora de definir el invento: “Olivetti Envision es el primer PC multimedia de gran potencia y sencillo de utilizar, que se integra perfectamente con todos los aparatos que tienes en casa”, aseguraba. El aparato, muy similar a un reproductor de vídeo VHS, podía conectarse a la pantalla del televisor, a una cadena de música externa e incluso al teléfono, utilizando el ordenador de contestador 24 h. Se había diseñado para funcionar con Windows 95 pero con una interfaz desarrollada por Olivetti que simulaba una casa en la que cada objeto era una aplicación concreta, para hacerlo más intuitivo.

EL ORDENADOR LLEGÓ a lanzarse en ocho países europeos -entre ellos España- y en Australia, pero se vendieron muy pocas unidades. En 1996 lo retiraron del mercado. "Era demasiado caro", apunta en primer término Xavier Amores, director del máster en dirección y gestión de empresas de la Universidad de Girona. El ordenador costaba unos 1.870 dólares, según un artículo de la época en Computer Business Review. "El hecho de ser multimedia incrementaba su precio y le hacía restar competitividad", sentencia el profesor Amores. Este hecho, junto con la rápida evolución de la tecnología y las dificultades del aparato para entenderse con las nuevas innovaciones que iban apareciendo, le dejaron obsoleto enseguida.

La lección

“A menudo aparecen nuevos productos pensados ​​exclusivamente desde la óptica empresarial y dejando de lado una pregunta clave: ¿realmente el invento va a solucionar un problema al consumidor?”, destaca Xavier Amores, director del MBA de la UdG, que considera “ vital” medir bien el valor del nuevo aparato para saber si puede tener éxito.

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