Coches eléctricos

Ford da marcha atrás y se replantea su estrategia de electrificación

La marca norteamericana redefine la hoja de ruta y renuncia a fabricar nuevos todocaminos eléctricos grandes por los altos costes de producción

Ford ha anunciado que cancela el lanzamiento de su nuevo SUV eléctrico de siete plazas, que debía llegar al mercado estadounidense a lo largo del próximo año. Después de haber presentado el flamante Ford Capri eléctrico, este nuevo todocamino grande debía ser el siguiente paso en la estrategia de electrificación de la marca del óvalo, que ahora quedará seriamente tocada tras el anuncio de la cancelación de su nuevo proyecto.

El motivo de este movimiento, avanzado por el medio británico especializado Autocar, es puramente económico. Y es que la cúpula directiva de Ford pudo constatar que el lanzamiento de este nuevo vehículo no habría sido rentable desde el primer momento debido a los elevados costes de desarrollo, producción y comercialización, en un contexto de bajón de la venta de vehículos eléctricos , especialmente de los segmentos de turismos, todocaminos y todoterrenos de gran tamaño. Al anuncio de la cancelación de este modelo hay que sumar también el retraso, sin fecha confirmada, de la camioneta eléctrica o pick-up T3, que en ningún caso llegaría al mercado antes de 2027.

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Los vehículos grandes, como un SUV de siete plazas o una camioneta en formato eléctrico, tienen un peso considerable, por encima de las dos toneladas, que requieren motores de gran potencia para moverlos con agilidad. El problema radica en la necesidad de instalar baterías de mucha capacidad para alimentar a los grandes motores eléctricos de estos vehículos grandes y pesados ​​en un momento en que las materias primas necesarias para fabricar baterías, como el litio, tienen un precio bastante elevado que resta margen comercial al precio final del vehículo, a pesar de tener un precio de venta elevado.

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Redefinición de la hoja de ruta

La nueva hoja de ruta de Ford pasa ahora por una apuesta decidida por los vehículos híbridos y los híbridos enchufables y una reducción de las inversiones en investigación y desarrollo de vehículos eléctricos del 40% al 30% del total. En esta nueva estrategia, que pospone un horizonte totalmente eléctrico más allá del año 2030, deben tener un peso específico los vehículos eléctricos de los segmentos urbano, utilitario y compacto, es decir, coches de menos de 4,2 metros de largo pensados ​​para uso intenso en entornos urbanos o semiurbanos, con baterías más pequeñas y autonomías limitadas a poco más de 200 o 300 kilómetros, más que suficientes para un uso diario en una gran ciudad.

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Marin Gjaja, jefe de desarrollo de nuevos modelos de Ford, apuntaba hacia una "electrificación de vehículos de segmentos asequibles para el gran público", como el nuevo Ford Puma eléctrico o el futuro Ford Focus, que también debería recibir mecánicas de cero emisiones, mientras apuesta por “otras fórmulas”, como mecánicas híbridas e híbridas enchufables para los modelos de tamaño (y peso) mayores. “El coste de las baterías para un vehículo eléctrico de grandes dimensiones supera los 50.000 dólares, lo que limita mucho su margen comercial y sus beneficios para la empresa”, explicaba el consejero delegado de Ford, Jim Farley, en una entrevista reciente en el diario The Guardian.

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Gjaja, por su parte, apuntaba que "el problema es competir con los coches eléctricos chinos, con costes de producción mucho más reducidos", al tiempo que anunciaba el coste aproximado de desarrollar, fabricar y comercializar el todocamino eléctrico de siete plazas ahora cancelado lat. Según los cálculos de Ford, la previsión de costes de desarrollo, producción y comercialización del SUV eléctrico familiar era de unos 1.900 millones de dólares, una inversión que “la marca difícilmente recuperaría”.

Por último, es relevante tener en cuenta que el elemento esencial del cambio de rumbo en la estrategia eléctrica de Ford es el grado de aceptación del producto y las ventas de coches eléctricos en el mercado estadounidense y europeo. El comunicado de la marca concluye que los nuevos compradores de vehículos eléctricos “se fijan especialmente en el coste de compra y mantenimiento del vehículo, más que en el hecho de si son pioneros del segmento”, y que en muchos casos acaban optando para comprar modelos eléctricos de dimensiones y precios más reducidos, o bien para vehículos grandes con mecánicas híbridas e híbridas enchufables, precisamente el segmento hacia el que Ford quiere redireccionar su estrategia.

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