Alimentación

Francia salva al camembert del plan ecologista de la UE

Los Estados miembros acuerdan prohibir el uso de envases desechables, como los minichampús de hotel, y los embalajes de frutas y verduras

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Envolturas de camembert en una imagen de archivo

BruselasLa Comisión Europea calcula que cada ciudadano comunitario genera de media unos 180 kilogramos de residuos de envases al año y, para tratar de reducir esta cifra, propuso un paquete de medidas legislativas para fomentar el reciclaje y acabar con los embalajes "innecesarios". Entre otros, Bruselas clasificó la envoltura de algunos alimentos, en los que se incluía el del queso camembert, y apostaba por el uso de embalajes más fáciles de reciclar y reutilizar.

Sin embargo, Francia puso el grito el cielo y ha logrado salvarlo en el acuerdo al que han llegado los estados miembros de la UE este lunes, según informan fuentes diplomáticas al ARA. "Europa debe proteger el medio ambiente, pero nunca en detrimento de las características específicas de los estados miembros", criticó la eurodiputada francesa del PP Europeo Laurence Sailliet.

Bruselas quiere reducir al máximo los envases de papel o de madera para alimentos, porque cuando se ensucian de comida o se manchan cuestan mucho más de reciclar que los de plástico. Los eurodiputados y diferentes representantes franceses que se han quejado de la medida, sin embargo, argumentan que el camembert no respiraría tan bien con las envolturas de plástico, lo que, según Sailliet, supondría "una aberración gustativa".

Más allá del camembert , que es un símbolo nacional en Francia y ha levantado mucha polvareda, la normativa europea prohibirá otros tipos de envases que han quedado en un segundo plano. Algunos de los más destacados, por ejemplo, son los minichampús de los hoteles o los embalajes de frutas y verduras que pesen menos de un kilo y medio.

Reutilizar y rellenar

Por otro lado, uno de los objetivos de la normativa es impulsar la reutilización o el rellenado de envases, que en los últimos años ha registrado un fuerte bajón. Por este motivo, obligará a que todas las empresas que hagan comida para llevarse ofrezcan la opción de llevar tu propia fiambrera, y los clientes de restaurantes y bares también podrán pedir que les pongan el café para tomar fuera del local en una taza suya.

También, para facilitar el trabajo al ciudadano a la hora de reciclar, cada envase deberá llevar una etiqueta enganchada que indique de qué material está hecho ya qué categoría de residuos pertenece. Estas mismas etiquetas figurarán en los contenedores de recogida de residuos y pretenden disipar las dudas que puedan existir sobre qué envases van a cada color.

Con esta medida, que aún está por negociar con el Parlamento Europeo, se quiere conseguir que la Unión Europea reduzca un 15% de los residuos de envases que genera en 2040 y forma parte de un macropaquete de iniciativas verdes que ha liderado la Comisión Europea, encabezada por la conservadora Ursula von der Leyen.

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