Moda

Javier Guijarro, el joven catalán que ha seducido a Rauw Alejandro y Bad Gyal con su colección de final de grado

Con solo 22 años y formado en Sabadell, este joven de Cerdanyola ya ha vestido a estrellas del género urbano de aquí y del otro lado del Atlántico

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Javier Guijarro al Imagin Café, en la calle Pelai de Barcelona, donde se han expuesto parte de sus diseños

BarcelonaLo que ha conseguido Javier Guijarro con solo 22 años hay diseñadores que se pasan muchos años intentándolo y, a veces, nunca lo acaban consiguiendo. Con su colección de final de grado, el joven ha captado la atención de algunos de los artistas latinos más exitosos del momento, que le han pedido algunos diseños para protagonizar sus videoclips. Esta suerte, que implica una promoción difícilmente pagable para alguien sin una consolidada estructura empresarial detrás, dice Guijarro que se debe al boca-oreja que se generó a su alrededor dentro del circuito musical barcelonés más emergente, un contexto efervescente que finalmente lo ha llevado a atravesar el Atlántico.

Ni seis meses después de graduarse en el ESDI de Sabadell, este joven de Cerdanyola –al que en el imaginCafè de Barcelona le han organizado una exposición con algunos de sus diseños– explica que todo ha pasado gracias a contactos pero también a las redes sociales, que garantizan una promoción esencial para un creativo emergente como él. "Yo empecé a vestir a gente de aquí de Barcelona. Artistas emergentes que podían ser mis amigos y que empezaban a tener bolos en la Razzmatazz y por aquí. Les hacía el estilismo, cosas que yo había hecho se las dejaba, después también hice algo en concreto para algún bolo y, con todo, ya tenía vínculo con gente de Barcelona que después ha acabado formando parte del equipo de artistas como Bad Gyal o Karol G...", resume Guijarro sobre sus recientes inicios.

"Primero fue Bad Gyal, porque gente de su equipo me tenía visto de Barcelona y porque yo ya estaba publicando cosas en Instagram. [...] Su equipo me preguntaron si alguna de las cosas que yo tenía colgadas estaba disponible, porque tenían un vídeo con Quevedo [el del tema Real G]. Lo que ellos querían yo lo tenía guardado como piezas de archivo de la carrera en mi casa y se lo dejé. Era una falda que había hecho con la talla de una amiga mía que coincidió con la de Bad Gyal", recuerda Guijarro sobre aquel primer contacto con el star system musical, que siguió con Rauw Alejandro, el novio de Rosalía.

"Rauw Alejandro fue otro mundo porque no tiene nada que ver con Barcelona. Aquello fue porque su estilista, que es el estilista de la [cantante] Tokisha y también hace de estilista de guardia de Rosalía, cuando publiqué mi colección en Instagram me hizo follow y yo dije: «¡Ostras, Rosalía!». Al cabo de un tiempo, me escribió y me dijo que tenía un vídeo con Rauw Alejandro y que necesitaba unas piezas y le dije que sí", explica el diseñador, que es el autor de la balaclava texana que Alejandro lleva en el videoclip que comparte con Ángel Dior, el de la canción Tamo en nota. Por último, Guijarro también ha diseñado ropa para el último videoclip de Karol G., TQG, en el que la artista comparte protagonismo con Shakira. "La petición de Karol G. también vino a raíz de un pedido de su estilista", concluye el autor del total look de piel de la colombiana en este videoclip.

El diseñador Javier Guijarro posa junto a la balaclava que llevó Rauw Alejandro en el imaginCafè de Barcelona

Como era de esperar después de esta concatenación de éxitos, los pedidos de piezas diseñadas por él no se han hecho esperar. Aun así, que un diseñador emergente te haga una pieza no es como mucha gente se piensa. "Cada semana me contacta gente desde lugares como Berlín que quieren que les envíe una pieza, o también desde Nueva York... Pero no lo acabo haciendo porque no puedo producir cosas a 100 euros. Cuando una persona se dirige a un diseñador emergente como yo y se piensa que puede comprarle una chaqueta por 120 euros se le tiene que decir que esto es imposible. Yo les paso los presupuestos y entonces ya no lo quieren. Cuando tenga un taller propio trabajando, quizás ya será factible", expone el creativo, que confiesa que ha estudiado moda porque sus amigos le insistieron en que lo hiciera, puesto que para él dibujar vestidos era "un hobby, como jugar a la Play", no una posible salida laboral. "Yo hasta bachillerato quería estudiar empresariales o economía y, de hecho, todavía estoy interesado en ello", señala.

Preguntado por cómo lleva el éxito, el diseñador se mantiene tranquilo: "Lo llevo bien. Creo que han sido cosas grandes e importantes y me parecen especiales, pero una vez lo hago yo ya estoy pensando: «¿Y ahora qué?» Porque, sobre todo en la moda, tienes que estar pensando así todo el rato". "Realmente, me viene más presión porque he salido de la carrera y todavía no tengo un máster y me ha venido trabajo y lo he hecho sin saber del todo qué tendría que estar haciendo. Pero poco a poco todo va fluyendo", reflexiona Guijarro, que celebra que su colección de final de grado haya funcionado tanto porque él la imaginó como una tarjeta de presentación de su hipotética futura marca. "El proyecto era una colección, pero en mi cabeza era una marca. Además, aunque la idea fuera esta, tenía la intención de marcharme fuera. Mi proyecto personal quería que llegara en 2026, cuando volviera de París, que es donde quería ir", revela el creador, que define su sello estético como "un mix entre escultórico, funcional y clásico" y que asegura que en el futuro quiere que su marca esté establecida en Barcelona.

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