Dos jóvenes que huyeron por amor: la causa del tiroteo mortal de Tarragona
La familia que disparó contra las víctimas ha tenido que abandonar Campclar
TarragonaEl tiroteo en el barrio de Campclar de Tarragona que la semana pasada dejó un hombre muerto y dos heridos graves se produjo por un conflicto sentimental que todavía no se ha resuelto. Todo empezó hace tres semanas cuando una pareja joven decidió hacer las maletas y huir del barrio. Ambos sabían que a la comunidad gitana de la que forman parte le costaría mucho aceptar la relación, porque ella ya estaba con otro chico, también del barrio. La huida de los dos jóvenes encendió a la familia del chico que se ha quedado solo y durante dos semanas se había ido acumulando la tensión hasta el día del tiroteo, que ha conmocionado al barrio. La principal hipótesis con la que trabajan los Mossos d'Esquadra es que el chico y sus familiares visitaron a los padres de la chica y les dijeron que a raíz de lo ocurrido debían abandonar Campclar. Sin embargo, la familia de la joven se negó y, al parecer, respondió a tiros.
En ese tiroteo, que movilizó a 150 Mossos d'Esquadra con helicóptero incluido, una de las balas, disparada con una escopeta de caza, impactó en la cara del chico, que está hospitalizado pero a salvo. Su padre, en cambio, se llevó la peor parte y murió en el acto a causa de otro disparo. El tiroteo todavía provocó otro herido, que también sigue hospitalizado y a salvo.
Los Mossos d'Esquadra, que tienen la comisaría junto al lugar de los hechos, acordonaron el perímetro enseguida y lograron reducir a los agresores, que inicialmente se habían atrincherado en un piso. Los agentes requisaron la escopeta de caza y dos pistolas y tomaron declaración a diez personas para acabar deteniendo a seis. Dos días más tarde, el juzgado de guardia de Tarragona envió a cuatro de los seis detenidos a la cárcel. Tres de ellos están acusados de un delito de homicidio consumado y a los cuatro se los responsabiliza de un homicidio en grado de tentativa, un delito de tenencia ilícita de armas y otro por pelea tumultuaria. Por miedo a que se pudiera producir alguna venganza, los agentes se desplegaron por el barrio durante los primeros días, pero se han acabado marchando porque Campclar está más tranquilo que nunca.
"Demasiado calmado"
"Da un poco de miedo, pero desde ese día todo está muy calmado. Quizás demasiado", explica una vecina. Los motivos de esta serenidad son la tristeza que sufre la comunidad por unos hechos que no se esperaba y también la aplicación de lo que se conoce como la ley gitana, que ha obligado a la familia que consideran agresora a abandonar el barrio. "Hombre, eso no se puede resolver a tiros... Si lo han hecho, deben irse, ¿no?", explica un gitano del barrio que no quiere dar su nombre. "No nos gusta hablar de esto porque estamos muy afectados", dice. Las familias gitanas de Campclar se conocen entre ellas y todo el mundo tenía relación con las partes enfrentadas, lo que ha hecho aún más profunda la herida.
Tampoco les ha gustado nada la cobertura mediática que se ha hecho del tiroteo: "A algunos se les ve mucho el racismo cuando hablan de los gitanos", lamenta otro vecino, que asegura que en este barrio "no había habido ningún conflicto en 40 años". Los Mossos continúan con la investigación y están atentos sobre el terreno por si la pareja o la familia de la chica deciden volver al barrio y eso cambia la situación.