El retorno de Carles Puigdemont

Los dos kilómetros que recorrió corriendo el mosso que estuvo a punto de detener a Puigdemont

El agente perdió de vista el vehículo cerca de la ronda Litoral

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Turull entrando en el coche después de que lo hiciera Puigdemont

BarcelonaEl amplio despliegue policial para detener a Carles Puigdemont en su regreso a Catalunya no evitó que el ex president lograra huir en un abrir y cerrar de ojos. Pero un agente de los 600 que se movilizaron ese día estuvo a punto de arrestarlo. Se trata de un mosso de la Brigada de Información que se encontraba en el lateral del escenario de Arc de Triomf en sentido Besòs desde donde habló Puigdemont. Él fue quien recorrió casi dos kilómetros corriendo, persiguiendo el vehículo blanco con el que huyó el ex president acompañado por Jordi Turull nada más terminar el acto.

Antes de iniciar la persecución, él fue el único miembro del cuerpo que vio cómo ambos entraban en el coche que había salido unos instantes antes del parking que se encuentra en el mismo Passeig Lluís Companys. Así lo comunicó por la emisora que se habilitó en el operativo, pero no lo oyeron porque se estaban transmitiendo otras comunicaciones por el canal. Así, el resto de agentes que se encontraban siguiendo el acto se centraron en la comitiva que se desplazaba hacia el Parlament. El dron que vigilaba la zona también puso el ojo en el cortejo que se dirigía a la cámara catalana.

Así pues, el agente estaba solo. Decidió llamar por teléfono a su superior para comunicárselo, pero tampoco podía distraerse si no quería perder su objetivo. Se puso a correr desde Arc de Triomf en dirección a la Avinguda Vilanova (donde está la estación de Renfe) mientras algunas personas que estaban en la carpa y que habían facilitado la salida del ex president intentaban detenerlo. El mosso logró escabullirse, comunicó a su jefe que Puigdemont había subido a un Peugeot de color blanco y le facilitó dos matrículas porque no pudo ver con claridad la numeración. Pero en realidad era un Honda HRV. Esta confusión en la marca del coche evitó que el servicio motorizado de los Mossos pudiera localizar el vehículo con el que Puigdemont emprendió la fuga.

El agente prosiguió su persecución girando por la calle Nàpols, donde curiosamente se encuentra la comisaría de la Guardia Urbana de la Estació del Nord. Allí no hay ningún semáforo y el vehículo pudo tomar unos metros de distancia. En la confluencia con la calle Buenaventura Muñoz sí hay un semáforo, lo que permitió al agente acercarse al vehículo, que atravesó la Avinguda Meridiana para bajar por la calle Sardenya hasta que cambia de nombre para pasar a llamarse Ramon Trias Fargas.

En la confluencia con el Passeig de la Circumval·lació, que bordea el Parc de la Ciutadella, el vehículo tuvo que volver a detenerse porque se encontró el semáforo en rojo. Allí fue el punto en el que el agente más cerca estuvo de interceptar el coche con el ex president. Sin embargo, el semáforo se puso verde, el vehículo prosiguió la marcha en sentido mar (donde hay una entrada en la ronda Litoral) y el mosso lo perdió de vista. Pese a ser el agente que más cerca estuvo de detener al ex president, la información errónea que dio de la marca del vehículo hizo que sus compañeros se dedicaran a buscar el coche equivocado.

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