Homenotes y danzas

El magnate belga que construyó un imperio de más de 16.000 millones

Albert Frère extendió sus tentáculos a empresas tan diferentes como Total, Adidas, Pernod, Engie o Parques Reunidos

Albert Frère
3 min

A principios de la primavera de 2022, en esta misma serie, hablamos de uno de los personajes más fascinantes de la historia empresarial europea, el ingeniero americano Dannie Heineman, que a través del holding Sofina (Sociedad Financiera de Transportes et de Enterprises Industrielles) tuvo una relación muy estrecha con Barcelona. La trayectoria de Heineman como primer ejecutivo de Sofina se prolongó durante cinco décadas, lo que significa que él fue el hombre clave de los grandes negocios continentales durante medio siglo. Con este holding, que fue el propietario de la Barcelona Tramways, también tuvieron relación otros personajes fundamentales de la primera mitad del siglo, como el banquero Alfred Loewenstein o el empresario Emil Rathenau, fundador de la AEG.

  • 1926-2018

En nuestros días Sofina sigue existiendo, pero el relevo como gran conglomerado con sede en Bélgica lo ha tomado el Groupe Bruxelles Lambert (GBL), donde el gran magnate Albert Frère, protagonista de hoy, fue la cara visible durante muchos años. Frère dio sus primeros pasos empresariales dentro de la potente siderurgia valona de los años cuarenta y cincuenta, una industria esencial de la que hoy en día queda poco. Su padre había montado una empresa de llaves y cadenas para la industria y, debido a la muerte prematura del progenitor, Frère se hizo cargo tan pronto como le fue posible.

El crecimiento económico de Bélgica posterior a la Segunda Guerra Mundial, unido a un importante boom de la construcción, permitió que el negocio familiar no parara de escalar, y antes de cumplir los treinta años Frère puso el pie en otro sector porque adquirió una pequeña planta de producción de acero que quedó incorporada en el negocio. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta se fue convirtiendo en el rey del acero de Bélgica, concentrando buena parte de sus intereses en Charleroi (Tchålerwè) y su provincia. El cambio de rumbo alcanzó la década de los setenta, cuando ya controlaba la mayor parte del acero que se producía en Bélgica, porque vio que este sector comenzaba un cierto declive por el aumento de los costes y la caída de precios. En este contexto, optó por invertir en otras actividades con mayor pujanza.

La diversificación dio sus frutos, y justo en la década siguiente ya era el principal accionista de la petrolera Petrofina, con la que más tarde conseguiría el control de las francesas Total y Elf a través de fusiones (primero TotalFina, después TotalFinaElf y actualmente TotalEnergías).

A principios de los ochenta creó la sociedad de cartera Pargesa de la mano con el canadiense Paul Desmarais, con quien tendrían una relación de socios de largo recorrido. Desde esta plataforma consiguieron la propiedad del principal holding belga, Groupe Bruxelles Lambert (GBL), que hemos mencionado antes y que había fundado el Banque Bruxelles Lambert. Bajo el paraguas de GBL, Frère construyó un imperio del todo impresionante, que llegó a incluir a multinacionales como la cementera Lafarge (propietaria de la catalana Asland), el fabricante de ropa deportiva Adidas, o el productor de bebidas espirituosas Pernod Ricard, por poner algunos ejemplos. El otro pilar del imperio de Frère era la sociedad de cartera Compagnie Nationale en Portefeuille (CNP), que agrupaba otra parte de las inversiones del magnate.

El empresario belga también fue el propietario de la cadena de televisión luxemburguesa RTL, que después canjeó por un 25% del capital del gigante editorial Bertelsmann, tradicionalmente en manos de la familia Mohn, alemanes de Renania-Westfalia. últimos años han sido la compañía francesa Engie (la resultante de la fusión entre Suez y Gaz de France) y también el fabricante de ropa Burberry. En España puso un pie, porque tiempo atrás invirtió en la eléctrica Iberdrola (justo cuando estaba en el radar de Florentino Pérez para fusionarla con Unión Fenosa) y en la gestora de parques de ocio Parques Reunidos Todo, una buena muestra de la diversificación de la cartera, que también incluye hoy minería, productos de higiene personal, metales o equipamientos para la industria alimentaria.

Por otra parte, cabe decir que en 1994 Frère fue nombrado barón por el rey de Bélgica Albert II. En este entorno de los monarcas el magnate belga se movía con comodidad, e incluso parece tener amistad con el rey emérito español, Juan Carlos I, con quien se dice que compartía la afición a la caza de la perdiz roja. Cuando Frère murió en el 2018 se le calculaba una fortuna de unos 7.200 millones de euros. Hoy en día el holding GBL es uno de los principales conglomerados europeos, con unos activos valorados en 16.800 millones.

stats