La "máquina" del Estado versus Villarejo
El CNI, acusador particular, bajo el escudo de la Abogacía del Estado y la Fiscalía
MadridEn el juicio oral que se celebra este viernes 15 de enero de 2021 en el juzgado penal 8 de Madrid -tras cuatro prórrogas en los últimos dos años- hay dos campos.
El primero es la acusación. Es una división acorazada: el ex director del Centro Nacional de Inteligencia, general Félix Sanz Roldán, el CNI como acusación particular, y sus escuderos, la Abogacía del Estado y la Fiscalía.
Es una representación bastante poco frecuente en un juicio del aparato del Estado. La maquinaria propiamente dicha.
En el otro campo está el excomisario José Manuel Villarejo, en prisión de Estremera, desde noviembre de 2017, de la cual saldrá para asistir a la vista como acusado por calumnia y denuncia falsa. Según la acusación, al declarar (2016) que Sanz Roldán amenazó a Corinna en 2012, el excomisario ha acusado a sabiendas de que mentía, de que lo afirmado por él era inveraz.
Pero, atención, el excomisario ha obtenido, en su calidad de letrado del Colegio de Abogados de Madrid, el permiso para ser su propio abogado. Tiene la venia del juez para actuar en su propia defensa, y, por tanto, podrá hacer preguntas.
Villarejo cuenta con un testigo de cargo estelar. Recuerda a la película de Billy Wilder, 1958, Witness of the prosecution, en la que el papel de Christine Vole fue interpretado por Marlene Dietrich.
En efecto, su testigo de cargo, que ya ha presentado su affidavit (declaración jurada) admitida como prueba a valorar, es Corinna zu Sayn Wittgenstein, la examante del rey Juan Carlos I hasta 2012.
Corinna confirmará, según su declaración jurada, que se reunió con Villarejo en Londres en junio de 2015, junto con el expresidente de Telefónica de España, Juan Villalonga, quien hizo de intermediario en el contacto.
“Le conté a Villarejo (ya que en ese momento pensaba que tenía carácter confidencial) las amenazas del general Sanz Roldán contra mí… En cualquier caso cuando el señor Villarejo hizo las declaraciones por las que ahora se le acusa de calumnias, se refería a declaraciones que yo había hecho antes durante la conversación que mantuvimos. Esas afirmaciones fueron verdaderas”.
La clave en el delito de calumnias es la declaración de Corinna.
Porque Villarejo declaró lo que ella le había contado y ahora ratifica con todo lujo de detalles sobre el encuentro de Sanz Roldan con ella en el Connaught Hotel de Londres.
Que, en efecto, es el testimonio de cargo, lo dice el mismo juzgado.
En el auto de admisión de prueba se señala, al considerar la propuesta de citación de varios testigos propuestos por Villarejo, la clave.
“No es necesario su testimonio pues la 'exceptio veritatis' alegada solo puede puede ser acreditada por Doña Corinna zu Sayn-Wittgenstein cuyo testimonio ha sido admitido y por lo tanto resulta innecesario el de los testigos referidos”.
La 'exceptio veritatis' que apunta el juez es la llamada prueba de la verdad en los delitos de calumnia.
La calumnia (penas de 6 meses a 2 años de cárcel o multa de 6 a 24 meses con publicidad) consiste en atribuir a alguien un delito sabiendo que es falso lo que afirma. Ahora bien “el acusado por delito de calumnia quedará exento de toda pena probando el hecho criminal que hubiere imputado”.
Esta es la 'exceptio veritatis'.
Corinna señala en su declaración jurada varias veces que Sanz Roldán se puso en contacto con ella varias veces. Y que previamente el Rey Juan Carlos I le avisaba sobre el contacto que el exdirector del CNI mantendría con ella.
El testimonio es devastador al describir las operaciones encubiertas del CNI de Sanz Roldán en Mónaco, donde reside Corinna, a partir del safari de Botsuana de abril de 2012.
Su testimonio, según sus abogados, es un primer paso en una demanda, retrasada, sobre esas amenazas en el Alto Tribunal de Justicia de Londres.
Corinna prestará declaración con intérprete en Madrid.Su declaración por videoconferencia tendrá lugar sin abogado (es testigo) desde una sala de la Westminster Magistrate's Court de Londres.