Maybach, los lujosos coches de 750.000€ que nadie quería comprar

El 25 de noviembre del 2011, Dieter Zetsche compareció ante los medios alemanes para anunciar una decisión que hacía tiempo que se vislumbraba: Maybach, uno de los buques insignia del mundo de los automóviles de lujo, estaba a punto de desaparecer. Ante los micrófonos, el presidente del grupo automovilístico alemán Daimler -hoy Mercedes-Benz Group AG- admitió que, si la compañía quería jugar un papel importante en el segmento de los coches de alta gama, tenía mayor sentido hacerlo bajo la marca Mercedes, del mismo grupo. "Las oportunidades comerciales son mejores para Mercedes", remachó. La decisión de aparcar Maybach respondía a las dificultades de la marca para colocar en el mercado a sus vehículos, que se vendían por una horquilla de entre 400.000 y 750.000 euros la unidad. Maybach, sin embargo, no era la primera vez que desaparecía.

Para encontrar los inicios de Maybach es necesario retroceder más de cien años. El motor del primer coche diseñado por los ingenieros Wilhelm Maybach y Gottlieb Daimler empezó a rugir en 1901, pero sólo en los circuitos de competición. Era un coche de 35 caballos de potencia y que podía alcanzar los 75 kilómetros por hora. Hasta la década de 1920, los Maybach no empezaron a circular por las calles. Durante prácticamente veinte años, la compañía diseñó varios modelos de alta gama como el Maybach Simplex, que se hizo muy popular. Sin embargo, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la marca dejó de fabricar vehículos para pasar a producir motores diesel para Mercedes-Benz, que en los años 60 acabó comprando el 83% de las acciones.

El nombre de Maybach se borró de las carreteras hasta el cambio de milenio, cuando Mercedes-Benz reflotó la marca con el objetivo de hacer frente a la británica Rolls-Royce, recién comprada en 1998 por el grupo alemán BMW, uno de sus principales competidores. Entonces, sacó al mercado dos lujosos modelos: Maybach 57 y Maybach 62. La compañía previó unas ventas anuales de 1.000 unidades. “Según nuestros datos, hay clientes suficientes para vehículos lujosos como los Maybach”, explicó presentando la marca Joachim Schmindt, jefe de ventas y marketing de Mercedes. Pero la cifra nunca se cumplió. Sin ir más lejos, en el 2010 sólo se vendieron 157 Maybachs en todo el mundo, frente a los 2.711 coches que colocó Rolls-Royce, según Automotive News.

“En general, el público desconocía la marca Maybach, mientras que Rolls-Royce y Bentley tenían una gran popularidad e, incluso, la gente las asociaba a un estilo de vida -explica Susana Domingo, profesora de estrategia y emprendimiento de la Barcelona School of Management de la UPF- Además, la marca Mercedes contaba ya con un segmento propio de vehículos de lujo y resultaba difícil diferenciarlos de los Maybach”, añade. Para la experta, el mayor problema de los coches Maybach fue no haber sabido desarrollar una imagen propia. En 2013, la marca desapareció, pero Mercedes la recuperó un año más tarde como submarca de la clase S, esta vez con mejores resultados. Desde entonces, se han realizado nueve modelos, con el nombre Mercedes-Maybach.