Justicia

¿Por qué los menores estranjeros que cometen un delito reinciden más?

Un estudio de la Generalitat vincula la carencia de referentes, y no la nacionalidad, con el riesgo de reincidencia

3 min
Arduan -nombre ficticio- en las instalaciones de Can Llupià de Barcelona

BarcelonaSon solo un centenar de los 3.634 adolescentes que se cumplen algún tipo de medida judicial porque han cometido uno o más delitos, pero su perfil escapa a los sistemas de intervención tradicionales. El último estudio del Centre d'Estudis Jurídics i Formació Especialitzada (CEFJE) de la Generalitat constata que los menores extranjeros no acompañados que delinquen acaban reincidiendo más que el resto de adolescentes que pasan por el circuito de justicia juvenil y atribuye este hecho a la falta de referentes de estos jóvenes, más que a su nacionalidad o procedencia.

El estudio de reincidencia juvenil de la Generalitat se publica cada cuatro años, pero las conclusiones de este último informe llegan coincidiendo con un aumento de la delincuencia juvenil y en particular de los delitos violentos y con un auge del discurso de extrema derecha que vincula a los adolescentes extranjeros a algunos episodios violentos, como los últimos disturbios en Manresa o el aumento de la violencia sexual entre menores. Lejos de esto, el estudio del CEFJE concluye que la nacionalidad no es un factor de reincidencia.

La tasa de reincidencia juvenil en Catalunya (tanto de adolescentes nacionales como extranjeros) se sitúa actualmente en el 32,7%. Esto significa que 7 de cada 10 menores delincuentes no vuelve a cometer un delito una vez sale del circuito de justicia juvenil. Ahora bien, quienes sí lo hacen tienen un perfil común: mayoritariamente han cometido el primer delito cuando tenían entre 14 y 15 años y acumulan más de 3 antecedentes. De hecho, la tasa de reincidencia de los adolescentes delincuentes se dispara hasta el 63,9% cuando se trata de chicos que han cometido más de cinco delitos.

Estos adolescentes que aumentan el riesgo de que vuelvan a delinquir, como el hecho de que se muevan en un grupo en el que haya otros jóvenes que también delinquen, la escasa habilidad para educar de los padres o que no tengan cerca a estos referentes. De hecho, el estudio apunta que estar o haber sido tutelado, tanto en el caso de los adolescentes autóctonos como extranjeros, es también un factor de riesgo. Pero la nacionalidad no forma parte de la lista: "Cuando existe un proceso migratorio, si son chavales que han podido escolarizarse y que tienen referentes, no hay diferencia en cuanto a la reincidencia", apunta el responsable de investigación del CEFJE y uno de los coordinadores del estudio, Manel Capdevila.

Para Capdevila, la clave es "la llegada y el acompañamiento que se hace a estos jóvenes". Por eso cree que se necesitan más estudios específicos que "profundicen" en la materia y ayuden a trazar el perfil de los menores extranjeros no acompañados que entran en el sistema de justicia juvenil para desarrollar "una intervención más específica" que se adapte a sus características, a la "mochila" de experiencias que arrastran y consiga minimizar el riesgo de reincidencia, también en este colectivo.

Baja eficacia del internamiento

En líneas generales, el estudio concluye también que los delincuentes menores de edad que cumplen la medida judicial en régimen cerrado tienen más riesgo de reincidir que los que lo hacen en libertad vigilada o en un medio abierto. La tasa de reincidencia de los adolescentes que pasan por un centro de estas características asciende hasta el 55,7%. "Las actuaciones que estamos haciendo en este sentido no están ayudando, hay que potenciar el medio abierto, más que las dinámicas de internamiento", apuntaba Capdevila.

Otro de los factores claves en la reincidencia es el consumo de tóxicos. La presentación de la investigación del CEFJE se ha realizado en el marco de unas jornadas en las que también han participado educadoras del centro de Can Llupià de Barcelona, que recibe mayoritariamente a los adolescentes delincuentes para quienes se ordena preventivamente el internamiento. Este centro realizó una encuesta entre los jóvenes que han pasado los últimos meses, que concluye que el consumo de tóxicos se triplica en el caso de los menores que pasan por el circuito de justicia juvenil, respecto a la población de adolescentes total.

Ahora bien, no es un hábito que adquieran en el centro: un 62% de los chicos que admiten que antes de delinquir ya consumían son migrantes y buena parte de ellos empezaron a hacerlo en el país de origen, antes de iniciar en solitario el tráfico migratorio. Entre este colectivo, siete de cada 10 consumía cannabis todos los días y un 18% sedantes o tranquilizantes sin prescripción médica.

stats