Mercedes-Benz congela el desarrollo de su nueva plataforma eléctrica
El fabricante alemán también abre la puerta a seguir vendiendo motores de combustión más allá de 2030
Es una realidad que los vehículos eléctricos no se están vendiendo al ritmo que muchos fabricantes o instituciones esperaban, y aunque nuestro país no sea un buen indicador (aquí se venden menos que en muchos otros países europeos), lo cierto es que por lo general algunas marcas están empezando a replantearse su estrategia. No tanto por dejar de apostar por el coche eléctrico como tal sino por reducir su velocidad de implantación e, indirectamente, alargar la vida de los motores de combustión.
Uno de los últimos fabricantes en anunciar que ralentiza el ritmo ha sido Mercedes-Benz, que ha congelado el desarrollo de la plataforma MB.EA, que debía servir como base para los futuros Clase E y Clase S. De hecho, y según informa el portal Automotive News Europe, la marca alemana se centrará en desarrollar la actual plataforma EVA2, que utilizan los modelos EQE, EQS y sus equivalentes en versión SUV.
El objetivo no es no llegar a destino, sino hacerlo más despacio
Que Mercedes-Benz tenga previsto seguir desarrollando la actual plataforma EVA2 en vez de desarrollar una base completamente nueva para sus futuros modelos no significa, en principio, que renuncie a su objetivo de vender sólo vehículos eléctricos en 2030, pero sí que deja la puerta abierta a lograr ese objetivo más adelante. De hecho, en este sentido el director general de Mercedes Benz, Ola Källenius, aseguró hace unos meses que en las condiciones actuales del mercado, en las que la demanda de coches eléctricos no tiene un ritmo ni constante ni ascendente, no sería posible cumplir el objetivo inicial.
Y hablando de fechas, el diario económico alemán Handelsblatt ha asegurado recientemente que los motivos que han llevado a Mercedes-Benz a tomar esta decisión son principalmente económicos, lo que llevará a la marca alemana a mantener en producción los motores de combustión hasta bien entrada la década de 2030. Eso sí, lo que el fabricante de Stuttgart mantiene invariable es su intención de que el 50% de las ventas de vehículos nuevos a finales de la década acutal sean de vehículos electrificados.
Sea como fuere, resulta bastante significativo que una marca tan reconocida y global como Mercedes-Benz tome este tipo de decisiones, pero ni es la única ni será la última. Todo ello, eso sí, mientras un puñado de fabricantes chinos como MG, BYD y Aiways se están haciendo un hueco en el mercado europeo con mucha celeridad, e incluso comienzan a fabricar vehículos aquí, como en el caso de Chery, que fabricará el Omoda 5 en la antigua planta de Nissan de la Zona Franca.