Pablo Iglesias se agarra a Cataluña para mantener a Podemos en la Eurocámara

BarcelonaEl entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias, tenía todo el protagonismo en las portadas de los diarios del día siguiente de las elecciones europeas del 2014. Lo que entonces no era un partido, tan sólo una plataforma, desafió a todos los pronósticos, que con apenas les daban un eurodiputado. Fueron cinco.

Ahora que las encuestas se lo vuelven a poner difícil, el partido lila quiere volver a dar la sorpresa: "No necesitamos cobardes, sino gente que se atreva a decir la verdad, e Irene Montero dice la verdad", ha asegurado Iglesias este miércoles, cuando ha entrado en campaña electoral en Catalunya en un acto en el barrio de Sants de Barcelona. "Por eso es importante que sea en el Parlamento Europeo", ha reclamado.

Y en esta empresa es clave Catalunya, ya que Iglesias está convencido de que muchos catalanes le votarán: "Somos los únicos que nos atrevemos a decir algunas cosas". Por eso recordó que diez años atrás fueron los primeros eurodiputados no catalanes que apoyaron poder hablar catalán en la Eurocámara, y también remarcó que en los años más difíciles del Proceso siempre han denunciado que ha habido presos políticos y exiliados catalanes en todo el Estado.

La noche electoral del 2014 fue el inicio de un ascenso fulgurante que puso contra las cuerdas al bipartidismo, casi supera al PSOE y catapultó a la carrera de Iglesias, que llegó hasta la vicepresidencia del gobierno español . Diez años después el espacio surgido del 15-M está partido en dos y la formación que ahora presenta a Irene Montero como candidata afanada para sobrevivir y se aferra a los comicios que les vieron nacer para reflotar el partido.

La intervención de Iglesias ha estado llena de dardos en Sumar. En referencia al juicio de esta semana a un hombre que les asedió durante meses, criticó que Yolanda Díaz no se solidarizara: "¿Qué le habría costado hacer un tuit? –ha cuestionado–. No, silencio, no sea que [Antonio Garcia] Ferreras le haga una pregunta difícil", ironizó sobre el presentador de La Sexta. De hecho, los "mafiosos" que están al frente de la "derecha mediática" han sido el otro burro de los golpes del exvicepresidente, junto al presidente español, Pedro Sánchez: "Claro que hay" lawfare cuando se investiga a Begoña Gómez, pero diga la verdad y no tenga la indignidad de conceder entrevistas a Ferreras, ¡pero le está lamiendo el hemorroide al que estaba conspirando contra su mujer!", se quejó.

Respecto al 2014 algunas cosas se mantienen, como el Sí se puede como banda sonora de los mítines y la ascendencia de Iglesias entre los suyos. El mitin de este miércoles se ha hecho en el mismo sitio que el de la semana pasada con Irene Montero, pero ha congregado aún a más gente –unas 300 personas–, y las colas para hacerse fotos con Iglesias eran aún más largas que con la exministra y candidata.

Antimilitarismo como bandera

Podemos se intenta situar como la auténtica fuerza antimilitarista ante la "ola belicista" que creen que promueven a los demás partidos. En este sentido, Iglesias ha sido claro sobre el envío de armas a Ucrania, al que se opone: "¿Cómo puede terminarse la guerra? Con soldados españoles e italianos volviendo en cajas de madera o con lo que defendemos los" ingenuos": una mesa de negociación que comporte un alto el fuego", ha reflexionado. En la misma línea se ha reafirmado Conchi Abellán, líder de la formación en Cataluña: "La guerra es un negocio. Quienes la hacen son mamporreros del sistema".